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«El trastorno del espectro alcohólico fetal no tiene cura y se puede evitar»

NOTICIAS: 05.01.2021

Hablamos con Charo Sánchez, matrona y secretaria de la Asociación Española de Matronas

 

MADRID, Uno 40.000 bebés nacen anualmente con un trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF) porque la madre consume bebidas alcohólicas durante el embarazo, según la Academia Americana de Pediatría. En España no hay datos tan concluyentes. De hecho, la literatura científica en torno al alcohol y el embarazo es muy reciente y, por ello, frases tipo «por una copita no pasa nada» siguen estando en boca de muchos.

Fue en el año 2017 cuando un estudio publicado en « The Lancet» concluyó que «el consumo de alcohol durante el embarazo es la causa directa del síndrome de alcoholismo fetal». Además, los investigadores aseguraron que «se necesitan urgentemente estrategias de prevención más efectivas dirigidas al consumo de alcohol durante el embarazo». La OMS ya está en ello. En 2010 puso en marcha el plan de Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol y encargó a un grupo de investigadores analizar dicho tema.

Svetlana Popova es quien dirige esta investigación cuyos primeros resultados se dieron a conocer en 2017: una de cada 67 embarazadas que consumen alcohol darán a luz a un niño con TEAF, lo que se traduce en unos 119.000 niños que nacen cada año con dicho síndrome en todo el mundo. «Antes del estudio, la mayoría de los gobiernos no sabían cuántas embarazadas consumían alcohol y cuántos niños nacían con síndrome alcohólico fetal en sus países. Ahora, los países pueden utilizar estos datos para ayudar a los niños con dicho síndrome y prevenir futuros casos», subraya la experta.

Sobre datos del consumo de las embarazadas en España, el estudio « Exposición a tabaco, alcohol y drogas de abuso en gestantes. Estudio de prevalencia en gestantes de Málaga (España)», realizado en 2015, asegura que «la prevalencia de hábitos tóxicos en la población de mujeres que se quedan embarazadas es similar a la de la población general». Y es que tras encuestar a 451 gestantes de primer, segundo y tercer trimestre, la prevalencia de consumo de alcohol en cada uno de los trimestres resultó ser respectivamente del 40.7%, 23.1% y 17.1% para el alcohol.

Charo Sánchez, matrona y secretaria de la AEM

Para que al fin quede claro que la tolerancia con el alcohol durante el embarazo tiene que ser cero, hablamos con Charo Sánchez, matrona y secretaria de la Asociación Española de Matronas.

¿Influye el alcohol durante la búsqueda del embarazo?

Lo primero que tiene que hacer la mujer es plantearse que tiene que dejar de beber. Hay que dejar todo consumo de alcohol. Es lo mejor. En el caso de que exista un problema de hábito, que sea bebedora habitual, hay que pedir ayuda porque sino vienen frases como «por una copa no pasa nada», «por beber un día a la semana no pasa nada». Hay entre un 3%-4% de mujeres que creen que no pasa nada beber alcohol durante el embarazo de manera ocasional. El 42% reconocen que han consumido alcohol en el embarazo en contexto social. En nuestra cultura tenemos muy arraigado el consumo de alcohol con el contexto social. Por tanto, tolerancia al alcohol cero.

Una de las dudas más comunes durante el primer trimestre es que, una vez que sabes que te has quedado embarazada, muchas veces piensas en esas cervezas o copas que, sin ser consciente de ello, te has tomado. ¿Hay que preocuparse?

El primer trimestre es el más primer peligroso de todos porque es cuando se están formando las estructuras del feto. No hay que entrar en pánico pero hay que ser conscientes de que es un momento muy vulnerable del embarazo. Por eso, lo recomendable para quien quiera quedarse embarazada, es empezar a tomar ácido fólico y tomar cerveza 0,0 e ir acostumbrándote a su sabor. Conviene recordar que la cerveza sin alcohol tiene un 0.7%.

Está claro que hay que optar por no beber nada de alcohol durante el embarazo. En caso de hacerlo, ¿qué consecuencias hay?

El aborto, muerte intraútero, partos prematuros, es lo más leve que puede pasar. Lo más grave es tener un niño con un Trastrono del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) que puede producir discapacidades en el bebé tanto físicas (ojos separados y pequeños, tamaño pequeño de la cabeza y cerebro) como intelectuales (trastornos de comportamiento, cognitivos)…

Es de suma importancia recordar que el TEAF es un síndrome que se puede prevenir, no es algo que «te ha tocado». ¡Se puede evitar! Es una pena que nazcan bebés afectados cuando la madre puede no beber alcohol durante la gestación. También hay que tener cuidado con el consumo de alcohol durante la lactancia: no se dan TEAF pero sí trastornos de crecimiento.

Y cuando estás en la recta final y te dicen eso de… «No pasa nada porque te tomes una copa. El bebé está ya más que formado»

Es verdad que puede tener menos secuelas pero el riesgo sigue ahí porque no se sabe cuál es la cantidad mínima de alcohol por la que el feto se ve afectado. Depende de muchos factores: tolerancia de la madre, metabolismo, tipo de alcohol que se ingiera, tiempo de exposición… Predecir los riesgos es imposible.

¿El TEAF se diagnostica durante el embarazo?

No se puede. Puede haber algún profesional que puede intuirlo, pero hasta que el niño no nace, no se sabe. Las mujeres suelen negar que beben. De hecho, lo suelen minimizar.

¿El TEAF se cura?

No pero sí puedes minimizar los síntomas. Si a los niños afectados se les trata precozmente, suelen mejorar. Necesitan de apoyo psicológico, psicomotriz, etc. porque van a tener problemas de aprendizaje, hiperactividad, son niños que no se concentran… Esta es la clave: al ser algo evitable y que no tiene cura, merece la pena concienciar a la población.

¿Y qué pasa con el consumo de alcohol durante la lactancia?

El alcohol pasa directamente al torrente sanguíneo de la madre y este a la leche materna, por lo que los niños ingieren alcohol cuando están mamando y pueden tener trastornos de crecimiento, cognitivo, trastornos motoros, las madres van a tener una leche de peor calidad…. Porque para la lactancia, lo que hace falta, es ingerir líquidos saludables (agua), aportes extras de calcio (leche) y llevar una alimentación adecuada.

Si la mamá tiene un evento puntual, como una boda, una cena de empresa, y quiere beber alguna bebida con alcohol. ¿Qué debe hacer?

Lo ideal es que tengamos leche materna sana previamente extraída. Esta se puede conservar a temperatura ambiente q 25 grados durante 6-8 horas máximo, en la nevera (a 4 grados y dura cinco días) o en el congelador (a -15 grados y dura unas dos semanas. Una vez descongelada no se puede volver a congelar). Una vez instaurada bien la lactancia, se puede utilizar esta leche almacenada para alimentar al bebé y tirar de ella en ocasiones especiales. Si la madre ha acudido a ese evento y ha tomado alcohol, tiene que extraerse la leche, unas dos o tres tomas, y tirarla a la basura.

¿Favorece el consumo de cerveza la producción de leche gracias a la cebada (no al alcohol, claro)?

Sí, la cebada tiene muchos fenólicos que son nutrientes muy interesantes para la leche. Pero una mujer bien alimentada, que lleve una dieta mediterránea adecuada, que coma de todo, no necesita una cerveza 0,0 como suplemento. Tampoco las mujeres a las que no les guste la cerveza la tienen que tomar para «poder generar más y mejor leche».

Fuente: Abc

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