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«Hablemos sobre la adicción… a las redes sociales», por José Cieza Álvarez

07/09/2020: NOTICIAS.

Tik Tok es la última red social que arremete con fuerza y mantiene los ojos de millones de usuarios enganchados al móvil. José Cieza Álvarez ha logrado arribar a sendas conclusiones para explicar esta adicción.

 

Según el Diccionario Médico de la Universidad de Gamarra, una adicción es un patrón de conducta persistente que lleva consigo una dependencia psicológica de acuerdo a sus efectos y que está fuera del control de la persona que lo padece. José Cieza Álvarez escudriña en posibles respuestas de especialistas para comprender nuestra dependencia a las redes sociales.

Jose Cieza Álvarez redes sociales

¿Adaptación o dependencia?

Las adicciones han sido relacionadas, principalmente, a las sustancias tóxicas, desde que fuera definida por la OMS en 1964. Ya sea alcohol, tabaco, cocaína, heroína, etc.; sin embargo, con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información, nace el debate si existe en verdad una dependencia al Internet y, como una de las consecuencia, a las redes sociales.

La psicóloga María Caro Mantilla (2017), propone que, en realidad, el advenimiento de las tecnologías de la información ha motivado que las generaciones tengan que aprender sobre su funcionamiento y tomarlas como parte de su día a día. En ese sentido, no podría hablarse de una adicción, sino de un proceso adaptativo.

Con ello, un estudio publicado por la Universidad Autónoma de México (2013), menciona que “no existe una adicción a Internet sino problemas de conducta derivados del acceso a la diversidad de contenidos que provee la Internet. El concepto de adicción se aplica cuando el agente nocivo es una sustancia”.

Sin embargo, otros estudiosos del tema acuñan ya el término de una dependencia a la Internet y redes sociales, sumando variantes como al trabajo, sexo, ejercicio, entre otros. La Organización Mundial de la Salud (OMS), menciona que una adicción es una enfermedad física y psicoemocional, que crea dependencia hacia una sustancia, actividad o relación.

Para el psicólogo Mark Griffiths (2010), un comportamiento adictivo tiene que cumplir ciertos criterios para considerarse como tal:

  • Saliencia: La conducta se convierte en dominante de la persona, influyendo en sus pensamientos, sentimientos, etc.
  • Cambios de humor.
  • Tolerancia: Incrementar la incidencia de una actividad para producir los efectos positivos.
  • Síndrome de abstinencia: Efectos negativos cuando se suspende la conducta.
  • Conflictos: Discusiones entre el adicto y aquellos que le rodean.
  • Recaída: Tendencia a retomar la actividad luego de un periodo de abstinencia.

Tomando en cuenta lo anterior, ¿se consideraría una adicción? El debate sigue en pie, no obstante, estudios experimentales en la última década, demuestran que esta enfermedad es un hecho y que su impacto es más grave que lo imaginado.

¿Qué motivaría una adicción a las redes sociales?

Una postura al respecto es desarrollada en un estudio publicado en la revista Psycopathology (2013), menciona que este tipo de adicción está muy relacionada con trastornos como la depresión, ansiedad, déficit atencional con hiperactividad, comportamientos obsesivo-compulsivos y cuadros de hostilidad y agresión.

Al respecto, el individuo recurre a las redes sociales, en muchos casos, para huir de situaciones estresantes que esté experimentando. Usa estas plataformas como una “ventana de escape”, lo cual resulta muchas veces en una dependencia. Sucede lo mismo con opiáceos, por ejemplo.

Otra postura publicada en la revista Computers in Human Behavior (2014), relaciona a los antecedentes familiares con esta patología. Es decir que, en gran mayoría, adolescentes con problemas de insatisfacción global familiar, desorganización, conflictividad interparental, etc., tendrían una mayor tendencia a desarrollar esta dependencia.

El adolescente, dada su etapa de crecimiento, tiende a buscar una identidad; sin embargo, si encuentra disfunciones familiares, tratará de encontrarla en otros escenarios, donde puede incidir las redes sociales, al igual que drogas, delincuencia, etc.

El psicólogo de la Universidad Católica de Maule, Claudio Rojas-Jara, refiere otro fenómeno llamado: miedo a estar ausente/perderse (FoMO, por sus siglas en inglés), en la que un individuo siente la necesidad de saber qué actividades están haciendo otros, a pesar de que ello les cause incomodidad.

¿Quiénes son los más afectados?

La población más perjudicada son adolescentes y jóvenes universitarios. En un artículo publicado en la revista CASUS (2017), se encuestó a 262 estudiantes entre los 18 y 21 años; de ellos, el 38.3% reportó un nivel alto de sujeción a las redes sociales anudado a síntomas severos de depresión.

Otras exploraciones similares propuestas en China, Hong Kong, Chipre, Tailandia y Alemania, refieren una incidencia notable de adolescentes con potencial adicción a las redes sociales. Los síntomas que desarrollaron las poblaciones analizadas son las comunes de este trastorno.

Sin embargo, eso no significaría que otros grupos humanos sean ajenos a esta problemática. Una adicción no es propia, en este caso, de adolescentes, pero sí tiene gran incidencia en su día a día.

Hacia una nueva clasificación

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA), solo considera como adicciones a las sustancias tóxicas y a la ludopatía; sin embargo, teniendo en cuenta lo propuesto, no sorprendería que se integre una nueva clasificación ya que el índice de impacto en la población va en aumento.

El presidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina, Alfredo H. Cía, menciona que las adicciones no relacionadas a sustancias tienen una importancia creciente en lo que va del siglo, y que su inclusión marcará un hito en la salud mental, tanto para su estudio como para su diagnóstico y tratamiento.

Nos corresponde estar atentos ante eventuales dependencias a las redes sociales o al Internet. En días donde un virus nos relega a estar en nuestras casas, pareciera que los vicios ahora son ajenos a nosotros; sin embargo, pero podríamos estar experimentándolo sin darnos cuenta, como cualquier otra adicción.

Documentos de consulta:

– Rojas-Jara, C. (2018). Adicción a Internet y uso de redes sociales en adolescentes: una revisión. Revista Española de Drogodependencias, 43(4), pp.39-54. Recuperado en 04 de septiembre de 2020, de: https://www.researchgate.net/publication/329844658_Adiccion_a_Internet_y_uso_de_redes_sociales_en_adolescentes_una_revisio

– Fernández Sánchez, N., 2013. Trastornos de conducta y redes sociales en Internet. Salud Mental, 36(6), p.521. Recuperado en 04 de septiembre de 2020, de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252013000600010.

– Caro Mantilla, María. (2017). Adicciones tecnológicas: ¿Enfermedad o conducta adaptativa?. MediSur15(2), 251-260. Recuperado en 06 de septiembre de 2020, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2017000200014&lng=es&tlng=es.

-Padilla-Romero, C., & Ortega-Blas, J. (2017). Adicción a las redes sociales y sintomatología depresiva en universitarios. CASUS. Revista De Investigación Y Casos En Salud2(1), 47-53. doi: 10.35626/casus.1.2017.31

Fuente: SienteTrujillo

 

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