NOTICIAS: 03.03.2022
Fumar afecta negativamente la respuesta del cuerpo a las vacunas contra el COVID
MADRID. Fumar es uno de los factores que influye directamente en las patologías que provocan un mayor número de defunciones anuales: El cáncer y las enfermedades cardio pulmonares.
En Madrid, y según el último informe del sistema VITa(1) perteneciente al servicio de epidemiología de la CAM, el tabaquismo causó alrededor de seis mil fallecimientos en 2021.
Con la propagación de la COVID-19 y la creación de las vacunas para frenar su alcance, hay ya estudios clínicos que, aunque de manera no concluyente, demuestran que el tabaco provoca también una bajada significativa en la respuesta inmunitaria que se busca con la vacunación.
Esto viene a decir que los componentes presentes en el tabaco frenan la generación de los anticuerpos que combaten el SARS-CoV-2 causante de la pandemia que azota en la actualidad al mundo entero.
Tabaquismo y la COVID-19
Es de sobra conocido que el hábito de fumar interfiere en el buen funcionamiento del sistema inmune, tanto en las personas que lo practican, fumadores activos, como en las que están a su alrededor, o fumadores pasivos.
Esto hace que aquellos que inhalan, de una manera u otra, el humo procedente del uso del tabaco ya sea en forma de cigarrillos comunes, vapeadores o electrónicos sean más propensos a que determinadas enfermedades de carácter inmune o infeccioso causen mayor daño al organismo al complicarse su evolución y tratamiento.
En concreto y respecto a la COVID-19 se ha observado que la respuesta humoral después de la inmunización es menor, ya que la generación de anticuerpos por adaptación es defectuosa.
Si a esto se le une que uno de los principales daños que causa el virus en cuestión es de carácter respiratorio severo, aquellos que padecen de tabaquismo serían mucho más propensos a responder peor a la infección por este virus; puesto que de por sí ya el tabaco tiene comprometido al sistema pulmonar.
Teniendo en cuenta que fumar perjudica no solo a este sistema sino al buen funcionamiento del organismo en general y dada la “nueva” enfermedad que ha llegado para quedarse es quizás el momento más adecuado para dejar este hábito letal.
¿Es posible dejar de fumar?
La respuesta a esta pregunta es un claro sí. El problema se presenta en que a veces no es suficiente con la fuerza de voluntad, ya que además de ser un problema físico es un problema psicológico por la adicción que produce, y que es más difícil de tratar que otras como las provocadas por drogas.
La ayuda por parte de profesionales expertos se hace, por tanto, imprescindible en el abandono total de este hábito y en la aparición de recaídas.
El método de la hipnosis ha demostrado ser muy eficaz, sano y seguro para conseguirlo sin tener que pasar por el calvario que supone dejar cualquier adicción. De la fiabilidad de este procedimiento, no invasivo y en el cual solamente se trabaja con la mente sin fármacos de ningún tipo, se puede tomar como referente al especialista en hipnoterapia Jorge Masó que en sus sesiones presenciales en Madrid ha demostrado un índice de más de un 90 % de éxito.
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