NOTICIAS: 16.11.2021
Un 47,1 % de chicos y un 52,3 % de chicas se emborrachó en alguna ocasión // La población laboral muestra una ingesta superior a la del resto de la sociedad
El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población general en todas las edades, si bien el 32,3 % de los estudiantes de enseñanzas secundarias, de 14 a 18 años, reconoce episodios de consumo abusivo (cuatro o más copas seguidas) en el último mes.
Según recoge la Monografía de Alcohol del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y dado a conocer ayer con motivo del Día Mundial sin Alcohol, esta adicción es muy elevada entre los más jóvenes, de 14 a 18 años, y un 76 % reconoce haber consumido en el último año.
Además, la mayoría (94,9 %) manifiesta no tener ninguna dificultad para conseguir bebidas alcohólicas.
Pero el problema no es solo preocupante entre los menores. Según esta monografía, el 18,6 % de la población entre 15 y 64 años presenta un consumo por encima del nivel considerado de bajo riesgo (hasta 10 gramos al día en mujeres y 20 gramos/día en el caso de los hombres).
En esta amplia franja de edad, el 77,2 % consumió alcohol en el último año, el 63 % en el último mes y el 8,8 % declara beber alcohol a diario.
CONSUMO DE RIESGO. Un 5,2 % de la población entre 15 y 64 años realiza un consumo de riesgo, con cifras mayores en varones y jóvenes si bien cuando se atiende a la franja de 15 a 24 años, la diferencia entre sexos es mucho menor.
Según este informe, el alcohol supone un importante factor de riesgo de carga de enfermedad y mortalidad y aunque afecta a toda la población, los menores son los más vulnerables a sus efectos.
El inicio de consumo de alcohol se sitúa en los 14 años y en los últimos tiempos se aprecia un repunte de las intoxicaciones etílicas agudas y episodios de consumo intensivo, informa Efe.
Un 47,1 % de los chicos y un 52,3 % de las chicas admite que se emborrachó alguna vez y en el grupo de 15 a 16 años, la prevalencia en los últimos 30 días fue del 17 %, cuatro puntos por encima de la media europea que es del 13 %.
En muchas ocasiones, según la monografía, el consumo intensivo se asocia a determinadas conductas de riesgo. El 2,7 % de los estudiantes reconoce haber conducido un vehículo bajo los efectos del alcohol (el 20,5 % de la chicas y el 17,2 % de los chicos).
Además, el 17 % dice haberse visto implicado en una pelea o agresión y el 30,6 % haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo en esa situación.
Según el informe, la población laboral muestra cifras de consumo de alcohol ligeramente superiores a la población general, con mayores prevalencias de consumo diario, que son más altas entre las personas en paro que entre las empleadas (10,9 % y 9,4 %, respectivamente).
Un tema de relevancia que aborda la monografía es el consumo de alcohol en el embarazo por las importantes consecuencias asociadas como los trastornos del espectro alcohólico fetal.
El pasado año, el 1,2 % de las mujeres reconoció haber consumido alcohol estando embarazadas, cifra que se considera “una infraestimación de este preocupante fenómeno por lo que se requerirá una mayor profundización en sucesivas ediciones del informe”.
En las personas de más de 64 años, el consumo de alcohol está menos extendido aunque es superior en hombres y se observa un mayor consumo diario, más de vino, y menos de intensivo, es decir, borracheras y consumos de riesgo.
Respecto al uso de alcohol en pandemia, el informe sostiene que es “demasiado pronto” para calibrar el impacto a largo plazo de la covid-19 en los patrones de consumo de la población, pero los datos apuntan a que en 2020 disminuyó el consumo de bebidas alcohólicas en ambos sexos y en todos los grupos de edad, y en especial se redujeron los episodios de consumo intensivo entre los más jóvenes.
Según Sanidad, esto refuerza el concepto de que las medidas de prevención ambiental que disminuyen la oferta y disponibilidad “son eficaces para reducir el consumo, sobre todo entre jóvenes y menores”.
CANNABIS O COCAÍNA. Finalmente, el informe aborda la red de atención a drogodependencias y afirma que el alcohol es responsable de un mayor número de admisiones a tratamiento, 27.209 personas en 2019, muchas más de las que buscan terapias por cocaína, cannabis o heroína y se relaciona con un 40,3 % de los episodios de urgencias hospitalarias.
Entre 2010 y 2017 se produjeron en España una media de 15.489 muertes al año que se achacan al consumo de alcohol. El riesgo poblacional se situaría en una tasa media anual de mortalidad de 40,9 sobre 100.000 personas al año (60,3/100.000 en hombres y 18,1/100.000 en mujeres).
Del conjunto de las muertes por todas las causas, el 4 % se atribuyen al consumo de bebidas alcohólicas.
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