NOTICIAS: 19.01.2022
Un fenómeno familiar, perdido en el tiempo, se ha visto con más frecuencia en las calles de Nueva York, la ciudad estadounidense denominada como la capital del mundo. Cada vez más jóvenes viven sus apresurados días con cigarrillos apresados entre sus labios.
Hombres y mujeres jóvenes afuera de bares, sentados en campus de universidades, caminando por las aceras de la ciudad y sentados en autos son retratados por fotógrafos urbanos, que fueron los primeros en destacar la nueva moda que está surgiendo en Norteamérica.
En Instagram, cada vez más cuentas seguidas adoptan el filtro blanco y negro en sus publicaciones para resaltar el humo que exhalan, siempre incluyendo su mano en el cuadro fotográfico, la cual sostiene el cigarrillo prendido. Millones de interacciones como respuesta, tal como se puede ver en publicaciones de influencers y fotógrafos como Charly Jordan y Tasmin Ersahin.
«Estamos teniendo un regreso etéreo de la década de los 80 y fumar cigarrillos es parte de él. Mucha gente que conozco está publicando fotos de ellos haciéndolo», cuenta Kat Frey, escritora originaria de Brooklyn, al diario The New York Times.
¿POR QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?
Después de 30 años en los que los índices de consumo de tabaco han ido decreciendo en la población de Estados Unidos, el 2020 representó un punto de inflexión en la tendencia, que se vio aumentada frente a todo pronóstico según el reporte de ventas de la Federal Trade Com
«Hay evidencia de un mayor consumo de cigarrillos, pero no está claro si se debe únicamente a la población joven«, relata Nigar Nergis, el Director Científico de las investigaciones de control de tabaco de la Sociedad Americana de Cáncer.
La primera justificación que viene a la cabeza de todo aquel que piense en el porqué del aumento es «la pandemia«. Y si se toma en cuenta lo que dice la gente a la que se le ha preguntado en las calles de Brooklyn, definitivamente lo es.
«De seguro fue la pandemia, más que nada por el estrés«, confiesa Kiersyn Cocke, una mujer estadounidense que había dejado de fumar a los 20 años pero retomó el hábito durante el encierro, al The New York Times.
Adam Leventhal, el Director del Instituto para la Ciencia de la Adicción en Los Ángeles, detalla que el hecho de que mucha gente se sintió aislada durante el encierro por la pandemia generó depresión y estrés en muchas personas. Citó esto como posible causa del aumento del consumo de tabaco, que se daría por la nicotina que la gente buscaba para restablecerse.
EL VERDADERO PELIGRO DE LA NUEVA TENDENCIA
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, las muertes relacionadas con el consumo de cigarrillos siguen encabezando la lista de los decesos que podrían prevenirse, representando más de 480.000 al año.
Según el Departamento de Salud del Gobierno Australiano, fumar cigarrillos genera un aumento notorio en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios, daños dentales y favorece el desarrollo del cáncer en cualquier parte del cuerpo, sobretodo en los pulmones.
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