NOTICIAS: 29.02.2022
El presidente de los Colegios de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, propone un estudio piloto para evaluar el cannabis medicinal y alerta del mercado al límite de la legalidad de los cosméticos con CBD.
MADRID. El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, he reclamado este lunes a la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados poder dispensar en las farmacias comunitarias “bajo un estricto control farmacéutico” los medicamentos autorizados a base de cannabinoides. Se trata en concreto de los dos fármacos que ya han sido autorizados y que actualmente son de dispensación hospitalaria, Sativex (asociación de THC y CBD) y Epidyolex (CBD), indicados para algunas enfermedades como la epasticidad moderada o grave por escleroris múltiple y para las convulsiones asociadas al síndrome de Lennox Gastaut, Dravet o al complejo esclerorsis tuberculosa.
“Proponemos la dispensación colaborativa en farmacias comunitarias bajo un estricto control farmacéutico de estos medicamentos autorizados a base de cannabinoides, que ahora se dispensan a través de los servicios de farmacia hospitalaria” ha dicho Aguilar durante su comparecencia en la Comisión para el Estudio del Cannabis Medicinal que se está celebrando en el Congreso de los Diputados, ante la Comisión de Sanidad, para estudiar una posible regulación del cannabis medicinal en el país.
Junto a esta medida sobre los fármacos ya autorizados, Aguilar ha propuesto a los diputados también “la dispensación de los productos a base de cannabis que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) pudiera autorizar en las situaciones clínicas que se definieran, tanto en el formato de productos terminados como de preparados de fórmulas magistrales”.
Para esta segunda opción, Aguilar propone realizar un proyecto piloto a gran escala como el desarrollado en Francia, con más de 3.000 pacientes durante 2 años , con participación de los farmacéuticos, los médicos y los enfermeros y bajo la supervisión de la AEMPS para evaluar la utilziación de derivados del cannabis para uso medicinal: “Sería la manera más prudente de comenzar a utilizar unos productos que no reúnen suficientes pruebas de eficacia y seguridad y se daría así respuesta al interés del uso de los derivados del cannabis en el tratamiento de ciertos síntomas de diferentes patologías”.
Según Aguilar, el resultado de este estudio “podría determinar si se puede admitir el uso medicinal de productos derivados del cannabis y en qué condiciones. Además, la realización de esta prueba controlada nos permitiría abordar también cuestiones como su posible financiación y los programas de postautorización, farmacovigilancia y mitigación de riesgos derivados de un mal uso”.
El riesgo de los cosméticos con CBD
El presidente de los farmacéuticos ha aprovechado para alertar también sobre el mal uso que se está produciendo en la actualidad de algunos derivados del cannabis utilizados en productos cosméticos. “En los últimos años se ha admitido el uso en productos cosméticos del extracto y el aceite de ciertas partes del cannabis sativa. Productos que han proliferado: si hace tres años había tan solo dos cosméticos con CBD en su composición, ahora hay casi cien. Son productos que cumplen con la legislación cosmética y que en ningún caso pueden tener indicaciones terapéuticas, pero que están generando un mercado al límite de la legalidad, y en muchos casos claramente en contra de la ley».
«Encontramos productos a los que se les atribuyen falsas propiedades terapéuticas, sin eficacia ni calidad controlada y cosméticos que se anuncian con un uso incorrecto, para ser ingeridos por vía oral, lo que supone un evidente riesgo para la salud, además de contravenir la ley, ya que en la Unión Europea no está autorizada la inclusión de CBD en complementos alimenticios”, alerta Aguilar.
Para evitar ese mercado en el límite de lo legal y con riesgo para la salud, el presidente de los farmacéuticos ha reclamado también en el Congreso de los Diputados que se incluya el CBD “en el Anexo III del Reglamento 1223/2009 de productos cosméticos, donde se engloban sustancias con ciertas restricciones, como el ácido bórico o el amoniaco. Esto serviría para que se introduzcan advertencias de uso o, incluso, limitar su concentración”, ha concluido Aguilar.
Comments