NOTICIAS: 19.04.2022
El pediatra Pablo Oyagüez, la médica de Urgencias del HUBU Oleana Zhyhálova y el psicólogo Julián Mateos analizan cómo afecta el botellón a los más jóvenes
ANGÉLICA GONZÁLEZ
BURGOS. 600 jóvenes, de botellón los fines de semana desde los 13 años
El crecimiento
Existen estudios que demuestran que los niveles de la hormona del crecimiento disminuyen con las intoxicaciones etílicas.
El desarrollo
La musculación y el alcohol son antagonistas, el alcohol va a perjudicar tanto el rendimiento como el desarrollo muscular.
La sexualidad
También afecta a las hormonas sexuales, fundamentalmente a la testosterona y tiene efectos distintos en los chicos y en las chicas. En ellas sube y podría conllevar comportamientos más agresivos y en ellos, como es la hormona que va a regular la capacidad de mantener relaciones sexuales, el consumo de alcohol la empeora.
Daños corporales
Los órganos más afectados son el hígado y el cerebro. El hígado, porque tiene que ayudar a eliminar toda la ingesta de alcohol cuando se ha hecho en modo ‘atracón’, y el cerebro, porque no le da tiempo a asimilar todo lo que se ha bebido.
Efectos secundarios de un gran consumo
Bajo nivel de conciencia, incapacidad para tomar decisiones, hipoglucemia, caídas frecuentes con traumatismos innecesarios, mareos, vómitos, riesgo de broncoaspiración, relajación de esfínteres…
Intoxicación etílica
Es un estado de alteración importante del nivel de conciencia, las funciones vitales y el comportamiento después de la toma de una sustancia psicactiva en dosis excesivas.
Coma etílico
Sucede cuando se bebe de forma descontrolada sobrepasando la capacidad del hígado para metabolizar el alcohol, lo que trae como consecuencia la intoxicación del cerebro y de otros órganos. Cuando se tienen más de tres gramos de alcohol por cada litro de sangre existe un mayor riesgo de sufrir un coma.
Salud mental
Baja el rendimiento escolar y, por tanto, la autoestima y si el consumo se mantiene a largo plazo, no es infrecuente la aparición de depresión o de trastornos de la personalidad. También existe un riesgo cierto de que el bebedor adolescente sea el precedente de un alcohólico crónico.
(Fuentes: Pablo Oyagüez, pediatra y vocal en Burgos de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León; Oleana Zhygálova, médica de Urgencias del HUBU, y Julián Mateos, psicólogo)
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