NOTICIAS: 19.05.2022
Inmunizar los varones antes de los 15 años ayudará a cortar la transmisión del VPH, inicio de lesiones precancerosas.
MADRID. En España hay hoy unos 266.000 niños de 12 años candidatos a vacunarse contra un virus que a lo largo de su vida será responsable de verrugas genitales y tumores de pene y ano. No sólo con la vacuna contra el virus del papiloma humano sortearán esos problemas de salud, sino que ayudarán a cortar la transmisión del patógeno en las relaciones sexuales.
En una veintena de países de Europa, una treintena en el mundo, hay una cobertura sanitaria para este pinchazo. Cataluña, recientemente, ha anunciado que a partir del próximo curso la va a incluir en el calendario y Galicia sigue su estela.
La vacuna está recomendada por el Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), pero los padres españoles han de desembolsar el coste de las dos dosis si tienen un hijo varón, hecho que no ocurre con las niñas. Fuentes sanitarias aseguran a este periódico que la Ponencia de Vacunas de Sanidad ya estudia dar este paso, e incluso se atreven a decir que podría ser una realidad para 2023.
Desde 2006 está aprobada esta vacuna, pero sólo en mujeres. Federico Martinón-Torres, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud y jefe de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago: «El VPH infecta tanto a mujeres como hombres, produciendo tanto infecciones asintomáticas, como verrugas genitales, como en algunos casos, cánceres».
Mejor antes de los 15 años
La importancia de prevenir la infección de transmisión sexual (ITS) estriba en que el 85-90% de las mujeres y hombres sexualmente activos adquirirán el VPH en algún momento de su vida. «Por eso es importante que los niños y las niñas reciba las dos dosis de la vacuna antes de los 15 años, antes de que tengan sus primeras relaciones», subraya José Manuel Moreno, director médico y codirector del Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra. Desde la AEP se aconseja el uso de la vacuna nonavalente (contra nueve subtipos del patógeno más comunes), «si bien ya desde 2016 recomendábamos informar a las familias de la opción de uso de esta vacuna para sus hijos varones», puntualiza Ángel Hernández-Merino, asesor del Comité de Vacunas de la AEP.
Ante esta situación Martinón-Torres explica que «hasta ahora nos habíamos centrado sobre todo en el cáncer de cuello de útero, el más frecuente, y exclusivo de la mujer. Los cánceres de pene o ano, también relacionados con el VPH y que afectan al varón, son menos frecuentes, pero carecen de sistemas de detección alternativa que nos permitan hacer prevención secundaria».
Hace cuatro ya que los pediatras y los expertos en vacunas recomiendan la vacunación contra el VPH también en varones. Hernández-Merino cuenta que «ya sabemos que el impacto se multiplica cuando se inmuniza a ambos sexos». No duda en señalar que hay más de una veintena de países en el mundo que la incluyen porque «sobre todo es eficaz y segura», pero también porque a medio plazo «nos va a permitir erradicar, de verdad, lesiones responsables del desarrollo de tumores».
Por ello, Moreno apunta que «en este tiempo hemos visto que la vacuna tiene una utilidad clara en la prevención de las lesiones precancerosas y ello ha llevado a una bajada de la incidencia de los casos de tumores en las mujeres«. En este sentido, Martinón-Torres añade que «aunque solo están relacionados con el virus en un 25-30% de los casos, están en franco ascenso, y suponen un número muy significativo de tumores, tanto en hombre como en la mujer, y en su conjunto, ya hay países en los que es más frecuente este cáncer que el de cuello de útero».
Los datos de la Red Nacional de Vigilancia epidemiológica que aporta la AEP desde Sanidad apuntan que la cobertura en niñas es de un 82,4%, «en niños, aunque se puede poner la vacuna mediante su pago, no hay un buen registro de las dosis que se ponen y hay mucha disparidad entre comunidades», explica Hernández-Merino. Otro de los problemas es que hay cuatro autonomías que no han aportado los datos de sus territorios, sin ninguna explicación de las causas: Aragón, Baleares, Canarias y Castilla y León. En el caso de Aragón y Baleares la ausencia de transparencia sobre las coberturas vacunales «dura ya años. Y no conseguimos salvar ese escollo», remacha el portavoz de la AEP.
La ciencia ha demostrado a lo largo de los últimos años la utilidad de la vacuna como arma preventiva. «Todavía no tenemos la certeza de que la vacunación de varón nos permitirá lograr el objetivo de controlar el cáncer de cabeza y cuello, aunque es probable que así sea. En el momento actual se están recogiendo datos y vigilando activamente si en las primeras cohortes de sujetos vacunados frente a VPH, se están reduciendo también estos tumores, lo que nos dará la evidencia científica definitiva», explica Martinón- Torres.
En general, por cada dos cánceres relacionados con el VPH que se producen en la mujer, se produce un caso en el varón. «Por tanto, la importancia sigue siendo significativamente mayor en la mujer, pero en absoluto es despreciable en el varón. En el varón homosexual, la incidencia de patología relacionada con el virus papiloma humano es todavía más elevada, lo que los convierte en un grupo de riesgo particularmente elevado, motivo por el que esta indicación también es gratuita en nuestro país, al igual que la indicación en mujeres».
Por equidad e impacto
Todos los expertos aseguran que inmunizar también a los hombres frente a VPH «sería lo deseable, por equidad, por impacto de salud directa en el varón, y porque nos permitiría acelerar los beneficios en la población femenina logrando controlar antes la circulación del virus y, por tanto, adelantar la eliminación del cáncer de cuello de útero, el objetivo planteado por la OMS», apuntan tanto Martinón-Torres como Hernández-Merino.
Dar este paso supone no perder de vista el objetivo de vacunar al 100% de las niñas que cubre el calendario vacunal y «debemos también rescatar de forma activa y vacunar a todas las niñas o mujeres que, por bulos, miedos infundados o manipulación, dejaron de vacunarse en su día», destaca Moreno.
En resumen, como concluye Martinón-Torres, «la vacunación del varón nos puede permitir acelerar los beneficios globales de la vacunación, pero también protegerle de forma equitativa. Es una oportunidad estratégica de la salud pública, sin duda».
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