NOTICIAS: 16.12.2022
Las fuerzas del orden reportan un incremento en el consumo de este tipo de sustancias
RIBEIRA / LA VOZ
RIBEIRA-GALICIA. Marihuana, hachís, cocaína… Sustancias presentes desde hace años en las calle de Barbanza y perseguidas desde su llegada por las fuerzas del orden. Sin quitar el ojo a las más clásicas, los agentes reportan un notable incremento en el consumo con fines recreativos de fármacos que se obtienen bajo prescripción médica y de popper, una sustancia cuya legislación acerca de su consumo no está muy definida en España.
Según fuentes policiales, el uso de este tipo de estupefacientes, como las benzodiacepinas o los antihistamínicos, se ha visto incrementado en el ambiente festivo. Esto viene provocado en parte, debido a que su obtención es relativamente sencilla a través de una receta médica.
«Se está produciendo un auge en el consumo de ansiolíticos. El hecho de que no sea ilegal tenerlos encima y que se adquieran mediante prescripción médica son importantes factores para su expansión. El consumo de antihistamínicos está más asociados con gente politoxicómana», explica un agente.
En el caso del popper, su venta es ilegal en España, aunque puede ser adquirida a través de diversos portales de internet. A pesar de esto, no hay claridad legal acerca de su consumo. Por este motivo, esta sustancia, que se consume mediante la inhalación de sus gases, se ha popularizado por sus efectos afrodisíacos. En el mes de junio, esta droga fue intervenida por primera ver en Barbanza, más concretamente en supermercado de Ribeira.
En este sentido, desde las fuerzas del orden aseguran que aunque los fármacos puedan obtenerse por métodos legales, su expansión ha producido también que parte del tradicional mercado del narcotráfico se haya fijado en estos estupefacientes, que suelen estar relacionados con el consumo de alcohol.
Fuerte adicción
En el caso de las benzodiazepinas, un medicamento normalmente recetado para solventar problemas con el estrés, su mal uso puede provocar serios problemas de salud, entre los que destaca una fuerte adicción.
Así lo explican fuentes de la Unidad de Asistencia a Drogodependencias (UAD) de Ribeira, que asegura que han recibido alertas acerca de estos medicamentos con cierta periodicidad: «Son drogas depresoras del sistema nervioso que provocan una adicción importante. Suelen ser prescritas por los médicos para calmar a pacientes con trastornos de ansiedad. La dependencia es cada vez mayor».
Del mismo modo, los expertos afirman que su ingesta también suele producirse con la intención de contrarrestar los efectos de otros estupefacientes como la cocaína y las anfetaminas, un comportamiento que compromete seriamente la salud.
Otro de los fármacos más de moda en la movida y botellones de Barbanza es la codeína, un medicamento que se utiliza normalmente como jarabe analgésico, sedante y, sobre todo, contra la tos. Las fuerzas del orden afirman que el consumo de esta sustancia se ha extendido entre los jóvenes mezclada con alcohol, una combinación que puede llegar a provocar, entre otras cosas, una parada cardiorrespiratoria.
«Las drogas son cíclicas. Depende del contexto social que se viva en cada momento. En la actualidad hay uso exacerbado de medicación, se tira demasiado del uso de los ansiolíticos», sentencia un profesional de la UAD.
Nuevas formas de drogarse y de evadir la realidad que se extienden por Barbanza. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado junto con los profesionales de la salud se enfrentan a las consecuencias del mal uso de los fármacos, que se ha extendido por las calles hasta unos límites inesperados hace unos años.
Sensación de euforia y duración breve de los efectos, así funciona el nitrito de amilo
Los poppers son líquidos incoloros e inodoros que se venden en pequeños botes de cristal con el objetivo de inhalar sus vapores, que están compuestos en su mayoría por nitritos de amilo. A los pocos segundos de su consumo producen un efecto estimulante y vasodilatador, con sensación de euforia, sumada al aumento del deseo sexual.
«Es una droga distinta. Durante 30 segundos parece que se te para el mundo. Tienes sentimiento de hermandad con la gente que te rodea y todo te hace gracia», explica un joven que ha experimentado los efectos del popper.
Según la información recogida en el Plan Nacional sobre Drogas los efectos adversos que produce son enrojecimiento de la cara y el cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, aumento de la frecuencia cardíaca e hipotensión.
Además, crean tolerancia, lo que unido a la breve duración de sus efectos, lo convierte en una droga sumamente peligrosa, con un elevado riesgo de intoxicación por sobredosis.
Pastillas
Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha buscado evadirse de la realidad mediante el uso de sustancias estupefacientes. Aunque esto sea tan antiguo como la vida misma, no justifica que la situación esté llegando a unos puntos extremadamente peligrosos. Si no era suficiente con las nocivas y clásicas drogas que llevan entrando por la costa desde los años 80, ahora el riesgo proviene directamente de las farmacias. Drogas potentísimas que pueden arruinar la vida de cualquiera con un par de pastillas.
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