GUARDIA CIVIL | EUROPAPRESS

Seis de cada diez personas adictas a las drogas empezaron a coquetear con estas sustancias a los 15 años o incluso antes. Así lo refleja el último informe elaborado por el colectivo antidroga Vieiro. De hecho, varios guardias civiles adscritos a la quinta compañía, con base en Carballo, mostraron su preocupación por la elevada incidencia y, sobre todo reincidencia, con un aumento de hasta el 6% de la delincuencia relacionada al consumo.

El 30% de los drogodependientes que solicitan ayuda a Vieiro empezaron a consumir cuando tenían entre 24 y 29 años de edad, algo que se vincula al mayor poder adquisitivo derivado de la incorporación al mercado laboral.

Algún hostelero de la capital de Bergantiños relató a La Voz su malestar y sorpresa por la «impunidad» con la que actúan algunos pequeños traficantes, que se dedican a comercializar en plena calle y a la luz del día. De hecho, vecinos y empresarios relacionan gran parte de las peleas callejeras del fin de semana al menudeo. Pequeños grupos de jóvenes, más o menos organizados, que se disputan a una clientela ávida en el consumo de sustancias.

Lo que sí han confirmado varios integrantes de las fuerzas de seguridad es que hasta la fecha no consta la comercialización de sustancias diseño y de última generación, como la denominada cocaína rosa, una sustancia de moda entre el pijerío de Madrid, donde se llega a pagar hasta 100 euros por un gramo, cuando el de la cocaína tradicional ronda los 60 euros.

Es más, el vicepresidente de Vieiro, José María Arán, destacó un dato muy relevante de las estadísticas elaboradas por la entidad, correspondientes a finales del 2022 y primer trimestre del 2023: el policonsumo: «Eso es algo que se viene constatando en las pruebas de detección de drogas que realiza tanto la Policía Local y la Guardia Civil en los diferentes controles preventivos.