Tres de ellos fueron enviados a prisión y cuatro quedaron en libertad como investigados
CARBALLO / LA VOZ
El operativo llevado a cabo el miércoles por parte de la Guardia Civil en Carballo se saldó con siete detenidos, tras los registros efectuados en varias viviendas ubicadas en Os Pinos, A Ponte Rosende y Cemiterio Vello.
Este dispositivo fue el resultado de unas pesquisas que inició, tramitó y dirigió en todo momento el área de investigación carballesa, en un trabajo que arrancó hace ya varios meses, al constatar los agentes un trasiego de drogodependientes y un repunte en la comercialización de estupefacientes en estos entornos. Pero, sin duda, las averiguaciones se intensificaron durante el confinamiento decretado por el Gobierno en el estado de alarma. Las denuncias contra drogodependientes fueron una constante por parte del instituto armado entre el 15 de marzo y el 4 de mayo. Y la mayor parte de las tramitadas ante la Delegación del Gobierno se llevaron a cabo en estos puntos.
Así, a primera hora de la mañana de este miércoles, y tras obtener el permiso correspondiente de la autoridad judicial, agentes del área de investigación de Carballo, con el apoyo logístico de compañeros de la unidad de seguridad ciudadana de la Comandancia de A Coruña (Usecic) y de los grupos de reserva y seguridad (GRS), llegaron a la capital de Bergantiños en varios vehículos, incluido un furgón como los empleados para el traslado de presos. Se repartieron en grupos hacia Os Pinos, A Ponte Rosende y Cemiterio Vello, donde los uniformados llevaron a cabo varios registros domiciliarios, que se saldaron con el arresto de siete personas, todas ellas investigadas por un presunto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas.
En estos operativos, los agentes decomisaron todo tipo de sustancias estupefacientes, pero no ha trascendido todavía la cantidad exacta incautada en los registros. En la noche de este miércoles, el instituto armado dio por finalizado el operativo y las tareas se centraron en la redacción de las diligencias para su posterior entrega a la autoridad judicial.
Sobre las doce y media de la mañana de ayer llegaron al cuartel de Carballo, en un furgón, procedentes de los calabozos del instituto armado en A Coruña, los siete investigados para prestar declaración por vídeo conferencia. La toma de testimonios se prolongó por espacio de unas cinco horas y media. Finalmente, el juez decretó el ingreso en prisión provisional para tres de ellos, entre ellos una pareja que reside en Os Pinos. Los cuatro restantes quedaron en libertad, en calidad de investigados. La causa se sigue por tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas.
Tercera gran intervención en lo que va de año en la comarca
La de este miércoles ha sido la tercera operación de grandes dimensiones contra el tráfico de drogas llevada a cabo en la Costa da Morte desde que arrancó el año. No tanto por la cantidad de sustancias intervenidas, sino por el número de personas implicadas: 7 en total.
La primera gran operación del 2020 se llevó a cabo a finales del mes de enero, tras un año de investigación conjunta por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional y que concluyó con la detención de 11 personas: tres albaneses, dos rumanos, cuatro colombianos y una pareja que residía en Xoane, en la parroquia carballesa de Goiáns, a la que los agentes intervinieron 9,5 kilos de heroína, valorada en unos 300.000 euros, repartida en varios fardos ocultos bajo tierra junto a una de las fachadas de la casa para evitar el rastreo de los perros. Los agentes también intervinieron en esta casa de Carballo 35.000 euros en metálico y una escopeta de cañones recortados. Este operativo de la Policía Nacional y la Guardia Civil fue, en ese momento, el más importante en los últimos tres años en España, ya que además de los 9,5 kilos de heroína intervenidos en Carballo, los agentes se incautaron de otros 10,5 kilos.
La segunda operación fue consecuencia de un dispositivo casual que la Guardia Civil de Carballo llevó a cabo en la zona de A Brea y O Monte do Carme. Sucedió sobre las once de la noche del sábado 25 de abril. Una patrulla realizaba labores de control para el cumplimiento del estado de alarma y confinamiento. Hasta ese punto se acercó un joven de Berdillo de 25 años, J. L. A., que fue enviado a la prisión de Teixeiro. Circulaba a bordo de un BMW. Los agentes lo pararon y le solicitaron la documentación, además de preguntarle los motivos por los que estaba quebrantando el estado de alarma. Del interior del vehículo salía un fuerte olor a hachís, por lo que procedieron a la inspección. Primero localizaron un bolso sobre el asiento del acompañante, y en su interior había un kilo de hachís. Continuando con el rastreo, los uniformados hallaron medio kilo de cocaína debajo de uno de los asientos. También le fueron requisados 600 euros en metálico. El valor de mercado de este kilo y medio de droga rondaba los 36.000 euros.
El joven, por indicaciones del abogado que lo defiende, descartó testificar ante la Guardia Civil, pero sí lo hizo en sede judicial. Y el argumento ofrecido al juez de guardia es que realizaba labores de transporte de sustancias estupefacientes. Habría alegado que tenía una elevada deuda pendiente, algunas fuentes hablan de entre 40.000 y 50.000 euros, y ante la imposibilidad de hacer frente a su devolución, así como la presión sufrida para que la abonara a la mayor brevedad posible, le llevó a meterse en el tráfico de drogas. De hecho, carecía de antecedentes y ahora se enfrenta a una pena de entre 5 y 9 años de prisión por un delito contra la salud pública.
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