06/8/2020 NOTICIAS
El alcohol ha estado mitificado durante décadas en parte por muchos escritores. Ahora, sin embargo, otros hablan también de los estragos de esta enfermedad
Durante décadas el alcohol ha estado mitificado. En gran parte se ha debido a la creación literaria. Numerosos escritores -y de letra mayúscula- como Hemingway, Scott Fitzgerald o Marguerite Duras empinaron el codo y a la vez publicaron obras maestras. De ello habla el ensayo de Olivia Laing ‘El viaje a Echo Spring’. La bohemia, la libertad. Son conceptos que han estado enlazados a la bebida y también los escritores hablaron de ello, como Boris Vian o Henry Miller.
Sin embargo, también están los que vieron los fantasmas que provoca la adicción como Malcolm Lowry en ‘Bajo el volcán’. Y, otros, ya mucho más contemporáneos, que además han decidido hablar de sus últimas resacas. De cuando pusieron fin a todo y se tomaron la última copa. Porque antes se había cubierto ya todo el cupo.
1. ‘Bajo el volcán’ – Malcolm Lowry
Este es uno de los libros paradigmáticos sobre la caída en los infiernos del alcohol. Un hombre agarrado a la botella y que se va dejando todo en el camino por ella. Todo sucede en Quauhnáhuac, una ciudad llena de tabernas, de perros callejeros, de indígenas moribundos, de calles serpenteantes por las que desciende una procesión durante el Día de Muertos en México. Allí está Firmin con la botella y hasta allí llega Ivonne, su mujer, para intentar salvar su matrimonio. Pero hay una razón más poderosa que ese amor: el alcohol
2. ‘Última resaca’- Patrick Hamilton
George Harvey Bone vaga por las calles de Londres en los años treinta totalmente borracho. De pub en pub va siguiendo a la mujer de la que está enamorado, con una considerable cogorza (y brutal resaca al día siguiente). Una espiral de la que no puede salir (lo mismo ocurría con el autor del libro: se dice que llegó a beber tres botellas de whisky al día), pese a que la chica le trata también con desdén y frialdad. Todo cambia un día cuando algo revienta en su cerebro.
3. ‘Tropico de cancer’ – Henry Miller
El escritor Henry Miller vaga por París en los años treinta en esta novela que se convirtió en paradigma de la bohemia parisina. El alcohol corre a raudales, como también lo hace el sexo. Pero la novela es, ante todo, una reflexión sobre la peripecia individual en un mundo en crisis (no quedaba demasiado para que toda Europa estallara en pedazos). Estuvo prohibida durante décadas en EEUU por su carácter explícito.
4. ‘Back Out’ – María Moreno
La escritora argentina María Moreno narra cómo era la bohemia intelectual en los años setenta. Es un recorrido por bares en los que se discutía de literatura, filosofía, política y, sobre todo, se bebía. Todo esto hace de esta autobiografía un texto exquisito, pero a la vez un tanto doloroso -la autora acaba dejando el alcohol aunque con un pequeño resquicio que todavía se abre- por las experiencias vividas. No obstante, no es una crítica hacia la bebida.
5. ‘La espuma de los días’ – Boris Vian
Novela de amor y exaltación del alcohol por antonomasia. El amor loco, el amor imposible, el amor físico. Los personajes de esta novela viven todos estos encuentros -a veces muy trágicos y dolorosos- mientras se rodean de alcohol. También mientras escuchan jazz, banda sonora de la historia y de los años treinta. Es el efluvio de aquellos días antes de que todo acabe (mal).
6. ‘El viaje a Echo Spring: por qué beben los escritores’- Olivia Laing
La ensayista Olivia Laing se pregunta en este libro por qué escritores como F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Tennessee Williams, John Berryman, John Cheever y Raymond Carver cayeron en las garras del alcohol y escribieron algunas de sus mejores obras cuando estaban bajo los poderes de esta adicción. De hecho, muchos de sus libros también están plagados de alcohol (como La gata sobre el tejado de zinc). En este ensayo se desmitifica la figura del escritor alcohólico y también se habla de los problemas que les provocó esta enfermedad.
7. ‘Lagunas’ – Sarah Hepola
La periodista norteamericana Sarah Hepola empezó a beber en la adolescencia, como muchísima otra gente. El problema llegó cuando, pasado el tiempo, aquellas copas dejaron de ser simples copas después del trabajo. Y empezaron a caer las botellas. Y con ellas las grandes resacas. Y con todo ello momentos y experiencias que desearía no haber tenido. Y así comenzó su abandono de la botella hasta la sobriedad.
8. ‘Un gran favor’ – Joyce Mainard
Una mujer alcohólica está sumida en el pozo al que le ha llevado la adicción: ha perdido la custodia de su hijo y no tiene ya amigos. Hasta que descubre a una pareja de filántropos que le hacen creer de nuevo en las cosas buenas de la vida. E incluso la ayudan a recuperar a su hijo. Pero un día ocurre una tragedia y todo vuelve a pender una vez más de un hilo.
9. ‘Hasta que puedas quererte solo’- Pablo Ramos
En Alcohólicos Anónimos se lleva a cabo el famoso programa de los doce pasos para desengancharse del alcohol. El escritor argentino Pablo Ramos participó en él abocado por los fantasmas que concitan esta adicción (y también la de otras drogas). En este libro habla de sí mismo y de otros adictos como Lulú, Isabel, Willy, Rolando, Andrea… las sobriedades y las recaídas.
10. ‘La última copa’ – Daniel Schreiber
El periodista alemán Daniel Schreiber podía llegar a su casa y beberse una botella de vino. Todos los días. Podía acudir a una exposición solo porque después iba a haber un cóctel. Asistir a una cena para tener siempre una copa a mano. Y después esnifar unas rayas de cocaína. Lo hacía él y muchos de sus amigos. Hasta que un día decidió acabar con ello e investigar, como cuenta en este libro, cómo el alcohol es la droga más poderosa del mundo. Y la más dañina. Aunque mucha literatura la haya mitificado.
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