8/8/2020 NOTICIAS
El alcohol y las drogas es una de las lacras de la accidentalidad en carretera: uno de cada tres conductores implicados en un siniestro mortal en Galicia se había puesto al volante en estado ebrio o tras haber consumido alguna sustancia estupefaciente. En busca de una mayor concienciación, el año pasado se reforzaron los controles de alcohol y drogas en la red viaria gallega. De las más de 916.000 pruebas de alcoholemia practicadas, 12.500 derivaron en denuncia, según el balance anual adelantado por la Delegación del Gobierno. Y de los más de 9.000 narcotest realizados, casi el 45% de los conductores (4.000) revelaron consumo de cannabis, cocaína o alguna otra sustancia psicotrópica. Ante el elevado número de positivos al volante y de delitos por conducción bajo los efectos del alcohol y/o las drogas, la Fiscalía de Seguridad Vial estudia la propuesta de «una posible tipificación penal o una singular tipificación jurídico-administrativa como infracción muy grave en la Ley de Seguridad Ciudadana» de comportamientos como los grupos de WhatsApp y aplicaciones que informan de la ubicación de los controles de alcohol y drogas.
En una comparecencia para hacer balance de la accidentalidad tras el estado de alarma, levantado el pasado 21 de julio, el fiscal de Sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, avanzó los datos de 2019 de delincuencia en las carreteras españolas: un total 80.480 condenas, de ellas 48.078 por delitos de conducción bajo la influencia de alcohol y drogas. O lo que es lo mismo, el 60% de los conductores condenados por infracciones penales en la red viaria del país lo fueron por haberse puesto al volante con una tasa de alcohol elevada o tras haber consumido drogas.
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