El sector del videojuego es uno de los que más dinero mueve de nuestro país y uno de los que más adeptos tiene. En 2019, registró una facturación de 1.479 millones de euros, se comercializaron más de 1 millón de videoconsolas y 4,2 millones de accesorios. Con la pandemia del coronavirus este sector ha experimentado un crecimiento de hasta un 65%, señalando una tasa de usuarios masculinos de un 56% y femeninos del 44%, según un estudio llevado a cabo por https://www.cultture.com/.
Los usuarios, desde hace unos años, se inician en los videojuegos a muy temprana edad – el 11% de ellos comienzan entre los 5 y los 10 años y el 8 % entre los 11 y los 14- aunque la mayoría de jugadores se encuentran en la franja de los 15 a los 44 años.
Esta inclinación por los videojuegos en los más jóvenes y su uso repetitivo sin los oportunos descansos, puede ocasionar afecciones visuales y musculares. Las afecciones visuales que pueden derivar de este uso desmedido a nivel general, son la fatiga o dolor ocular, sequedad de los ojos, lagrimeo y visión borrosa o doble. En cuanto a las musculares, pueden aparecer trastornos musculo esqueléticos de los hombros, dolor de cuello, dolor de cabeza y mareos.
Hay que tener en cuenta que, por lo general, se necesitan ciertos recursos para jugar a videojuegos. Respecto a los visuales, la agudeza y movilidad visual, la visión binocular, que centra al usuario en una sola imagen y en profundidad, y el enfoque y amplitud del campo visual, son imprescindibles para visualizar los objetos de forma clara y precisa y superar los retos planteados en el escenario del videojuego. Esto requiere que los gamers fuercen su capacidad visual y en consecuencia, generen un deterioro progresivo en los ojos. De hecho, aproximadamente el 38% de los problemas visuales que padecen los niños, son provocados por el uso ininterrumpido de los videojuegos.
De la misma forma, la postura, la tensión y los nervios que se experimentan en una partida, pueden producir molestias o dolores físicos que deben ser tratados por profesionales o a través de medicación.
Afecciones visuales específicas que ocasionan los videojuegos
Una de ellas es el agotamiento visual, ya que cuando se mira a una pantalla los ojos modifican constantemente el enfoque, haciendo que los ojos se agoten excesivamente. Además, cuando se juega a videojuegos, los ojos tienden a memorizar la pantalla hasta horas después, lo que puede dificultar la concentración en otros objetos.
Otro padecimiento que puede surgir es la irritación. Lo niños tienden a parpadear con mucha menos frecuencia mientras están absortos en el videojuego, lo que puede dar lugar a sequedad e irritación.
A nivel general, jugar a videojuegos también puede derivar en dolores de cabeza, visión borrosa e incluso miopía.
Los videojuegos pueden terminar en adicción
El sector de los videojuegos está orientado a “enganchar”, como bien confirma la psicóloga de la Asociación Salamantina de Juegos de Azar Rehabilitados, Luisa Ventola. “Esta adicción a este tipo de juegos puede derivar en una adicción a los juegos de azar online ya que la mayoría se diseña para esa transición entre el juego del azar a juego lúdico y de entretenimiento.
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