03/10/2020: NOTICIAS.
{A Coruña, 1955 } Es médico adjunto del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Chuac, al que pertenece desde 1980. También colabora con el Grupo HM tanto en el hospital Modelo de A Coruña como en La Esperanza de Santiago. El doctor Debén es un hombre bueno y un profesional excelente al que adoran sus pacientes. En palabras del Laín Entralgo, hace del acto médico un acto de amor. Como miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de A Coruña, es el responsable del Programa de Atención al Médico Enfermo (Paime).
¿Por qué existe el Paime?
Porque, en comparación con la población general, se comprobó que los médicos sufren una incidencia mayor de enfermedades psiquiátricas y de adicción al alcohol y a las drogas ilegales. Nuestro trabajo lleva aparejado un alto nivel de estrés y una responsabilidad diferente al del resto de profesiones. Tratamos con la finitud del cuerpo y, muchas veces, con el sufrimiento que ocasiona la enfermedad. Si uno no cuenta con la fortaleza para asumirlo, puede hacer que brote alguna enfermedad psiquiátrica o caer en una adicción. Esto se da sobre todo en ciertas especialidades, como en la medicina familiar y comunitaria, donde se encuentran la mayor parte de los casos.
¿Cómo afectan estos problemas a los médicos?
El problema es exactamente igual para todos, pero cada profesión tiene una proyección social diferente. En muchas ocasiones, el facultativo evita el contacto con sus colegas para que lo traten como paciente. No le gusta que lo vean enfermo. Somos muy malos pacientes y tendemos al autodiagnóstico.
¿Cómo nació el Paime?
El Paime surgió como una iniciativa de médicos para médicos. El programa se creó para hacer grupos de tratamiento y atender a los facultativos como enfermos, pero dándoles la tranquilidad de que su patología será tratada entre compañeros. Uno de sus valores más importantes es la confidencialidad: todo queda entre nosotros, porque lo que queremos es que se recupere y se reincorpore, con todas las garantías, a su trabajo y a su vida normal.
¿Cuál es el procedimiento?
Cuando se detecta que algún compañero tiene un problema –bien porque él mismo o su familia piden ayuda, o porque sus compañeros lo detecten–, se lanza una llamada de socorro. En ese momento, la persona enferma entra en contacto con el responsable del Paime de su colegio, que actúa como un puente para ponerla en relación con el psiquiatra que lo va a atender. En la provincia coruñesa, el programa cuenta con profesionales experimentados en A Coruña, Ferrol y Santiago. De esta forma, comienza una relación médico-enfermo reglada y confidencial, con una atención que siempre se lleva a cabo fuera del ámbito público, en consultas privadas.
¿Cómo es el abordaje?
En la gran mayoría de los casos, el problema se arregla con tratamiento médico y consultas de apoyo piscológico. Sin embargo, hay algunas situaciones que requieren ingreso hospitalario. En estos casos, el paciente es trasladado a un centro de otra comunidad autónoma con un nombre supuesto. Su auténtica identidad solo es conocida por el programa y los responsables de la clínica. El paciente permanece ingresado durante todo el tiempo que necesite, con el objetivo de rehabilitarlo.
¿Qué resultados obtienen?
Tenemos una tasa de éxito, es decir, de reincorporaciones, que ronda el 85 %. No obstante, también hay casos en los que no existe posibilidad de recuperación y pacientes de más edad que deciden jubilarse.
¿A cuántos médicos atiende el Paime en la provincia de A Coruña?
En 2019 acudieron a nosotros alrededor de 30 compañeros, y este año solo hemos tenido un ingreso.
Es sorprendente que este año se acuda menos al Paime, cuando la presión es mucho mayor.
No tengo respuesta para esa pregunta. Nosotros esperábamos que hubiera más casos. Tal vez la situación se esté incubando y veamos un aumento el año que viene o el siguiente. Nuestra capacidad de resistencia es muy alta, pero tiene un límite.
¿Cómo responden los médicos del área de Santiago ante el Paime?
Sorprendentemente, tenemos pocos pacientes. Yo llevo trece años en el programa y creo que en Santiago solo hemos atendido a uno, algo para lo que no encuentro ninguna explicación. Tal vez se deba a que no hemos sabido darle visibilidad.
¿Cómo se financia?
Mediante un convenio entre la Consellería de Sanidade y el Consello Galego de Colexios Médicos, que se renueva anualmente. La financiación, prácticamente, se ha mantenido constante a lo largo de todos estos años.
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