NOTICIAS: 20-12-2020
Vecinos y fuerzas de seguridad apuntan a 7 puntos de venta de droga en la localidad.
Carballo, La Guardia Civil llevó a cabo en lo que va de año dos operaciones, una de ellas relativamente importante, contra el tráfico de estupefacientes en Camariñas. En concreto, en la capital municipal contra un hostelero que en pleno confinamiento se dedicaba, presuntamente, al trapicheo. Y en junio, en plena primera desescalada del covid, los uniformados del puesto camariñán arrestaron en A Ponte do Porto a una mujer, nacida en 1953, investigada por un presunto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas. A estos operativos hay que sumar el realizado hace un par de años, también en A Ponte do Porto contra una pareja, investigada también por tráfico de estupefacientes.
Pero esta actividad ilícita, lejos de frenar, está en plena vorágine. Y es que a rey muerto, rey puesto. Si en enero, vecinos y fuerzas de seguridad apuntaban a siete puntos de venta de droga, ahora, a cierre de 2020, se mantienen los mismos puntos: 7 en total: seis en Camariñas y uno en A Ponte do Porto, pero con ramificaciones en Camelle y otros núcleos del término camariñán.
Este trapicheo trae consigo el aumento exponencial de heroinómanos en busca de su dosis de las comarcas de Soneira y Fisterra, principalmente, aunque muchos residen en Camariñas: «Son chavales de entre 25 y 30 años de edad, que están completamente enganchados. Vienen a todas horas y todos los días de la semana. Cogen su papelina, la jeringuilla, se chutan y luego tiran todo al suelo con el peligro que eso conlleva para los que van a pasear a los perros o los niños», según confirmó un vecino de Camariñas quien aseguró ser testigo de lo que sucede y además lo hizo aportando fotos.
Os Castros, en el área de la desembocadura del río Grande, es habitual ver restos de envoltorios y jeringuillas. Pero no es el único lugar. En las inmediaciones de las calles Irmáns Fernández y Ramón Noguera proliferan este tipo de desechos: «Llevamos meses así, viendo pasar taxis, coches particulares y gente a pie. Llegan, compran las dosis y se meten la heroína en un callejón o en un descampado a plena luz del día», aseguró una persona testigo de este tipo de actividades.
Una actividad que va a más
Lo peor de todo es que además del repunte del tráfico y consumo estupefacientes son muchos los que aseguran, incluidos integrantes de las fuerzas de seguridad, que el tráfico de heroína se ha profesionalizado hasta tal punto, que es muy habitual «el uso de menores y las extorsiones en caso de impagos». Incluso son varios los testigos que vinculan a un taxista en las tareas de entrega y cobro de la mercancía a cambio de la correspondiente comisión.
«Lo de los menores empieza a ser una práctica habitual muy preocupante, sobre todo por parte de algunos que se dedican al menudeo, porque ellos se quedan en sus casas, tan tranquilos, mientras los chavales, inmunes desde el punto de vista penal, realizan el trabajo sucio», apuntó otro testigo, experto conocedor de toda la problemática relacionada con este delito.
Impagos
Lo que sí empieza a ser un verdadero problema es el tema de las extorsiones hacia aquellas personas que acumulan deudas por impago. Hace un par de años, según confirmaron en las fuerzas de seguridad, hubo una denuncia por parte de un consumidor habitual, quién aseguró haber recibido amenazas si no abonaba cierta cantidad de dinero, correspondiente a la compra de estupefacientes. Llegado el momento de acudir al juicio en Corcubión, esta persona retiró la denuncia «por miedo a represalias». Pero esta primera denuncia le sirvió a las fuerzas de seguridad como hilo conductor para seguir con las investigaciones. Unas averiguaciones que dieron sus frutos y que destaparon la relación existente entre traficantes de Camariñas con homólogos de Carballo. En concreto, unos hermanos de Carballo a los que la Guardia Civil de Carballo, Arteixo, Camariñas y otros lugares relacionan con prácticas extorsionadoras.
Vinculación
Y es que esta vinculación delictiva entre Camariñas y Carballo ha ido a más en los últimos años, y hay quién opina que el último alijo de 9,5 kilos de heroína intervenidos a comienzos de este año en Carballo guarda una relación directa con el repunte de la demanda por esta modalidad de sustancias en la Costas da Morte, con Camariñas como uno de sus grandes focos de referencia.
«Muchos de los que lo habían dejado, volvieron a recaer»
Es un vecino de Camariñas y solicita anonimato absoluto por temor a las represalias. Aseguró a La Voz que el tráfico a pequeña escala de heroína ha ido a más en los últimos meses. «Son chavales jóvenes. Los ves llegar al punto de venta y poco después se chutan. Lo que más pena da es que muchos de ellos son chavales que lo habían dejado en su día y ahora han vuelto a recaer. Da pena verlos por la calle».
Este residente de la capital municipal y conocedor de toda esta problemática ofrece nombres de todos los supuestos traficantes, incluidos los motes por los que son conocidos. Con pelos y señales. Y aseguró que una de estas personas que trapichea con droga utiliza su vehículo, «sin tener permiso de circulación». Y añadió: «Lleva, creo recordar, ocho denuncias por delitos contra la seguridad vial, la última se la pusieron hace una semana, pero le da igual. Él coge el coche como si nada y a veces realiza adelantamientos temerarios y va a toda velocidad en zonas limitadas a 50… Es un personaje muy completo»
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