NOTICIAS: 27.01.2021
El tabaquismo es el responsable de cerca de 8 millones de fallecimientos anuales a nivel mundial, una adicción que conlleva diferentes riesgos para la salud pero que pese a ello está permitido. Dejar de fumar es un reto para muchas personas, existiendo diferentes formas para poder hacerlo.
Una de las grandes dudas por todos aquellos que quieren dejar el tabaco es si es preferible hacerlo de golpe, es decir, de un día para otro, o si, por el contrario es mejor realizar el proceso de manera gradual. Te contamos qué te conviene intentar para dejar de fumar.
EL TABAQUISMO, UN GRAN PROBLEMA PARA LA SALUD
El tabaquismo es una enfermedad crónica y adictiva que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como un trastorno mental y de comportamiento. Para esta, va más allá de un mal hábito y reúne las características necesarias para considerar que se trata de una enfermedad.
El tabaco mata en la actualidad a más de 8 millones de personas en todo el mundo, siendo en España la segunda sustancia psicoactiva más extendida en la población. La mayor parte de los nuevos fumadores se encuentra en un rango de edad entre 15 y 24 años.
Aunque con el paso del tiempo el número de fumadores ha ido reduciéndose aún sigue siendo un problema grave. El tabaco favorece la aparición de diferentes enfermedades como bronquitis crónica, cáncer de pulmón o cardiopatías coronarias.
¿ES MALO DEJAR DE FUMAR DE GOLPE?
Existen muchas dudas al respecto de si es bueno o malo dejar de fumar de forma repentina, de un día para otro. Hay que decir que para algunas personas puede ser bueno, pero para otras todo lo contrario. Esto se debe a que cada individuo es diferente a nivel de genética y metabolismo.
Por esta razón hay quienes consiguen dejar el tabaco de golpe sin sufrir ansiedad ni otros síntomas físicos relacionados con el síndrome de abstinencia. Sin embargo, esto no es así en la gran mayoría de los casos, y los expertos recomiendan hacerlo poco a poco.
Dejar el tabaco de manera progresiva y prolongada en el tiempo hace que haya mayores posibilidades de éxito. No obstante, siempre jugará un papel clave la fuerza de voluntad del fumador.
LA ANSIEDAD COMPLICA LA ABSTINENCIA
Uno de los grandes problemas que surgen a la hora de dejar de fumar de golpe es la aparición de la ansiedad. Cuando una persona sufre de ansiedad por la abstinencia a la nicotina hace que sea mucho más probable una recaída en el tabaco. La razón es que en su interior se siente que fumar es la manera más rápida para poder “calmar” los síntomas propios del síndrome de absitencia.
De esta manera, se puede asegurar que dejar el tabaco de golpe no funciona a todas las personas; y al contrario de lo que se pueda pensar, no depende solo de actitud y fuerza de voluntad, sino que se trata de un asunto biológico.
Algunas razones para no dejar de fumar de golpe es la mayor ansiedad que sufren muchas personas y la mayor probabilidad de tener recaídas futuras.
LAS VENTAJAS DE DEJAR DE FUMAR POCO A POCO
Dejar de fumar gradualmente tiene diferentes ventajas, entre ellas la de adquirir un autoconocimiento y desarrollar una concienciación propia de los háibtos de consumo como fumador.
Habitualmente se comete el error de tratar de saltarse esta fase y tratar de abandonar el tabaco sin observar detenidamente todo lo que implica el fumar en su vida. Es necesario saber cuándo se fuma, cómo se hace, con quién, las sensaciones tanto antes como después y durante el proceso de fumar un cigarrillo, etcétera.
Tratando de dejar de fumar de golpe no es posible pasar por esta fase, y es fundamental hacerlo para que se pueda lograr el éxito.
LA PREPARACIÓN MENTAL PARA ABANDONAR EL TABACO
Tras una primera fase de observación, al dejar de fumar poco a poco es posible mentalizarse de la situación y reducir progresivamente los cigarrillos diarios. De esta forma, puede haber una planificación previa que lleve hasta un punto en el que se deje de fumar de manera definitiva.
Esta planificación, marcando un día en el calendario pero con una estrategia detrás, es clave para poder tener esa preparación mental que es necesaria para que haya más posibilidades de abandonar el tabaco para siempre.
No es suficiente con marcarse un día en el que ya no fumar más; sino que además de fijarlo se deben establecer metas para llegar a alcanzar este objetivo, siempre de forma realista.
EVITAR LAS RECAÍDAS AL DEJAR DE FUMAR
La adicción al tabaco es considerada por los expertos como más sencilla de superar que otras como la existente con la cocaína, el alcohol o la ludopatía. Por ello, son muchas las personas que consigue dejar de fumar.
Sin embargo, existe un error común, que es el de tratar de dejar de fumar sin prepararse para una posible recaída. En estos casos, la mayoría vuelve a llevarse un cigarro a la boca. Una realidad es que la gran mayoría de los fumadores han intentado dejarlo, pero pocos lo consiguen sin ayuda.
EL CONSUMO DE TABACO EN ESPAÑA
En España, en torno al 25% de la población es fumadora, con casi un 23% que lo hace a diario y un 2% de forma ocasional. Además, existe un 26% de exfumadores y un resto que se considera no fumador.
La cifra de mayores de 15 años que fuma a diario en nuestro país asciende a un total de 8,6 millones de personas; siendo una cuarta parte de los hombres fumadores habituales, mientras que entre las mujeres este dato es de un 18%.
Pese a que los datos siguen siendo preocupantes, se ha podido ver como ha habido una reducción en el consumo de tabaco en los últimos años. Desde casi un 45% de población fumadora en 1993; ha ido cayendo el consumo progresivamente hasta los datos actuales, lo que supone un 20% menos que por aquel entonces.
LA COMUNIDAD VALENCIANA, LA MÁS FUMADORA DE ESPAÑA
De acuerdo a los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), a nivel de comunidades, es la Comunidad Valenciana la que registra un mayor número de fumadores diarios; con más de un millón de personas que fuma a diario, con un dato de más de 24.000 habitantes por cada 100.000 personas.
Tras ella se sitúan muy cerca Castilla-La Mancha y Ceuta, que están seguidas de Aragón, Baleares, Extremadura, Asturias y Murcia. En el lado contrario se encuentra Galicia, la comunidad autónoma con menos fumadores diarios, con unos 17.000 fumadores cada 100.000 habitantes.. Tras ella se sitúan Melilla, Madrid, País Vasco, La rioja, Navarra y Cataluña.
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