NOTICIAS: 14.11.2021
Esta patología se da sobre todo en aquellas personas que no hacen un uso saludable y responsable del teléfono móvil
VICTORIA HERRERO
Esclavos del teléfono móvil, esta es la sensación que experimentan todas aquellas personas que sufren el trastorno conocido como nomofobia; palabra que deriva del inglés no-mobile-phone phobia. Una afección que tiene como característica principal un miedo irracional a salir de casa sin llevar consigo el smartphone o bien la ansiedad que le genera el descubrir que su celular está a punto de apagarse ya que no tiene batería suficiente y no puede cargarla.
En los casos más graves de personas que sufren esta patología psicológica esa dependencia de este aparato tecnológico es tal que incluso esto hace que pasen a un segundo plano todo lo que sean relaciones sociales, personales o familiares. Lo único que importa es el teléfono móvil hasta tal punto que según un estudio de la compañía Energy Sistem esta es la fobia más común en España (afecta en mayor o menor medida a un 40% de los encuestados) relacionada con un dispositivo conectado a Internet.
Factores desencadenantes
A la hora de determinar las causas que están detrás de la aparición de la nomofobia se encuentran rasgos de personalidad de personas que tienen una forma de ser más impulsiva, que son muy influenciables por todo lo que sea publicidad o medios de comunicación, cuentan con una baja autoestima o confianza en uno mismo y que, además, consideran que tener un móvil de cierta calidad les confiere un estatus dentro de la sociedad.
Además, esta fobia tecnológica se ve en mayor medida entre aquellos usuarios que usan el teléfono móvil de manera muy frecuente por la tipología de su trabajo. Un uso desmesurado que además se une al empleo que hacen también del smartphone para sus momentos de ocio fuera de la oficina. Aparte de este perfil, los adolescentes también se encuentran entre los que padecen en mayor medida esta patología de salud.
Síntomas de la nomofobia
Aparte de esa dependencia excesiva al teléfono móvil y a esos episodios de ansiedad o nerviosismo, la nomofobia trae consigo en la mayor de los casos el aumento de problemas para poder conciliar el sueño. Y es que esa necesidad imperante de estar en todo momento conectado y mirando el teléfono móvil hace que se roben horas al descanso y sea el insomnio uno de los síntomas más frecuentes entre los pacientes que están diagnosticados con nomofobia.
Pero hay más en relación a las consecuencias que esta patología tiene en las personas que la sufren: irritabilidad, pérdida del sentido de la realidad y poca o nula relación con las personas de su entorno (así como de comunicarse con ellas de manera tradicional y no a través de la pantalla de un teléfono móvil). Así pues, a un nomofóbico se le reconoce con facilidad ya que mira de manera constante su teléfono móvil por si tuviera alguna notificación, no quiere ir a ningún sitio donde no haya cobertura o no tenga un enchufe para cargar la batería y siempre tiene encendido su celular.
¿Se puede tratar?
Lo bueno en este tipo de ocasiones es que es un trastorno psicológico que se puede tratar gracias a la ayuda de los profesionales expertos en materia de dependencias, adicciones y el tratamiento de la seguridad personal o la autoestima.
Eso sí, para que este tratamiento resulte más efectivo si cabe, lo mejor es ayudar a esas personas cuando la nomofobia esté dando sus primeras señales y no se haya convertido en una dependencia absoluta y muy grave.
Una buena relación con el móvil
Tanto para evitar este tipo de patologías como para mantener una relación sana con el teléfono móvil es bueno seguir una serie de recomendaciones para que la relación con el smartphone no sea de absoluta dependencia de este aparato tecnológico que roba tantas y tantas horas a lo largo del día. Por ello, una buena idea es controlar y mantener un uso diario del teléfono que sea razonable, apagar el móvil antes de irse a dormir y siempre que se esté disfrutando de un momento agradable con la pareja, hijos, amigos o familia y dar prioridad a la vida real.
También son buenas pautas el hacer un día detox tanto del móvil como de otros aparatos tecnológicos, apostar por las relaciones sociales y personales, realizar actividades de ocio que sean saludables y siempre que se pueda al aire libre y participar de iniciativas (tanto de relax como en un ambiente laboral) en grupo.
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