NOTICIAS: 19.08.2022
La adicción al móvil es un problema cada vez mayor, sobre todo en jóvenes y adolescentes. Hay maneras de evitarlo y tratarlo.
MADRID. Cada vez hay más y más jóvenes y adolescentes adictos al móvil, hasta niveles preocupantes, son los más propensos a sufrir este tipo de adicciones, aunque no los únicos. De hecho, a diferencia de adicciones como la ludopatía y el alcoholismo, la adicción al móvil se suele presentar entre los 11 y 12 años, una edad a la que muchos niños ya tienen su propio móvil o usan con frecuencia el de sus padres.
Sin duda, el móvil es muy útil para comunicarnos y mantenernos conectados, pero cuando se convierte en una obsesión produce el efecto opuesto: nos desconecta de los demás. A grandes rasgos, sirve para conectarnos con los que están lejos pero nos aleja de los que están al lado. Para que se vea el alcance del problema, se estima que 1 de cada 1.000 personas que utilizan un smartphone tienen un alto riesgo de convertirse en adictos al móvil.
Pero, ¿Cómo lo llaman los psicólogos? Nomofobia es el miedo irracional a no tener el teléfono móvil, a estar desconectados del mundo. La mayoría justifica su adicción por miedo a sentirse solos o aislados, mientras otros los achacan a las necesidades laborales.
Un indicio de dependencia puede ser que no salgas de casa sin el cargador de tu móvil, pero por encima de ello puedes saber si tienes que vigilar tu enganche al móvil si cumples estos cuatro puntos:
- Constantemente pendiente
Si cualquier notificación de tu móvil, desde mensajes de whatsapp hasta ‘likes’ en tus redes sociales tiene prioridad sobre cualquier otra cosa en tu vida, puede que tengas un problema.
- Insomnio social
Si estar pendiente de tus redes te roba horas de sueño, es un problema. La insana afición a meternos en la cama mirando el móvil puede provocar que se nos vayan las horas de la madrugada navegando en un sin fin de publicaciones. Respeta tu sueño y limita el uso de móvil en la cama.
- Cobertura 24/7
Aunque parezca increíble, quedan lugares en el mundo sin cobertura, y no pasa nada. Si te condiciona tus movimientos tener o no cobertura tienes un problema.
- Estado de ánimo según la batería
Si tu batería está al 100% estás feliz, si está al 70% comienzas a sentir ansiedad. Si llegas al 1% entras en pánico. Si te ves reflejado en estas situaciones, y en todas las anteriores, es el momento de afrontar la realidad: tu dependencia al móvil es grave.
¿Cuáles son los síntomas de la adicción al móvil?
- Conducta irreprimible e incontrolable vinculada con el uso del teléfono móvil
- Uso exagerado del móvil, hasta tal punto que se abandonan o descuidan algunas actividades cotidianas importantes, como compartir con la familia y los amigos.
- Actitud hipervigilante, la persona siempre está pendiente del móvil y cada cierto tiempo lo revisa para ver si ha entrado algún mensaje o ha recibido alguna llamada perdida.
- Aumento de la tolerancia, lo cual implica que la persona debe usar cada vez más el móvil para obtener la misma gratificación.
- Sensación de frustración, nerviosismo y rabia cuando no se tiene acceso al móvil.
- Cambios en el estado de ánimo: las adicciones suelen provocar desequilibrios emocionales que dan lugar a trastornos como la depresión y la ansiedad.
- Problemas de comunicación: los adictos al móvil se relacionan cada vez más a través de la tecnología, por lo que sus habilidades sociales terminan resintiéndose, sobre todo cuando la adicción se asienta en la adolescencia, una etapa en la cual estas competencias aún no se han desarrollado lo suficiente.
- Dificultades para conciliar el sueño: la exposición continua a la luz azulada que emite el móvil inhibe la producción de melatonina, una hormona que induce el sueño. Como resultado, los adictos al móvil pueden padecer insomnio.
- Inseguridad: los adictos al móvil suelen tener miedo a estar sin teléfono, una sensación que no les abandona y genera una gran inseguridad.
- Alucinaciones: el 80% de las personas que tienen un smartphone han escuchado su teléfono sonar cuando en realidad no lo hacía. En los adictos al móvil este fenómeno cobra aún más fuerza, es lo que se conoce como «alucinaciones fantasma» y están provocadas por la tensión de estar pendientes del móvil.
- Problemas de atención y memoria: al estar continuamente pendientes del móvil, estas personas comienzan a presentar problemas de atención y concentración, que terminan provocando dificultades en la memoria.
- Síndrome de abstinencia: la persona siente una gran angustia, ansiedad e irritabilidad cuando es privada del móvil. Mientras mayor sea la dependencia, más agudo será ese malestar, hasta el punto de que puede crear confusión y una sensación de falta de control muy intensa.
¿Tengo que sentirme culpable?
La hiperconectividad a la que nos estamos acostumbrando es sólo el detonante de esta nueva adicción a las tecnologías o también llamada tecnoadicción. Uno de los principales problemas con los que nos enfrentamos es el aislamiento social de las personas que hacen un uso desmedido de las redes. Su relación con el mundo y sus relaciones personales se desarrollan a través de una pantalla.
Además, a veces puede ser complicado desconectar ya que las redes sociales y en general las aplicaciones están diseñadas para fidelizar y retener al usuario, por lo que se hace más fácil crear hábitos que derivan en una dependencia.
¿Quién es más propenso a sufrirla?
Hoy en día, pocas son las personas que se resisten y que no han caído en la trampa de las redes y las tecnologías, al igual que son pocas también las que controlan a la perfección el uso que hacen de ellas. Los niños y adolescentes que han nacido conectados y rodeados de pantallas, son el colectivo que más preocupa. Por un lado, el problema del tiempo, el uso excesivo y sin sentido que hacen del móvil, las redes sociales o cualquier otra plataforma y por otro lado, los peligros que acechan en la red, su inocencia les hace vulnerables ante situaciones en las que se pueden ver involucrados.
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