NOTICIAS: 9.11.2025
La doctora, residente en medicina de familia de la Laracha, alerta sobre la publicidad dirigida a la población infantil y adolescente.
CARBALLO / LA VOZ
Andrea Vecino eligió la medicina de familia por ser «una de las especialidades más completas» y de mayor y más próximo contacto con el paciente, considera.
Natural de Arteixo y residente de primer año en medicina de familia en la Laracha, la doctora Andrea Vecino participó hace unos días en las jornadas de promoción de la salud impulsadas por el Ayuntamiento. Dio una charla sobre los riesgos asociados a el vapeo, cuestión que también analiza para La Voz:
—Por que es necesario concienciar sobre la práctica del vapeo?
—Los parecen inocuo, simplemente inhalar vapor de agua, pero es algo que contiene más sustancias de las que creemos. Cuando se inventaron estos dispositivos a idea era que sirvieran para abandonar el tabaco, pero se ve que está siendo el contrario, que están actuando como una puerta de entrada y que cada vez más gente nueva los está empleando sin ser consciente de los peligros.
—La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria habla de consumos tan tempranas como desde los ocho o diez años.
—Llama mucho la atención, porque nadie pensaría en un rapaz de esas edades fumando, y no obstante sí que les vemos dispositivos de vapeo. Mismo parece que hay marketing y publicidad dirigida la esas edades, con dispositivos de formatos llamativos y hasta con dibujos animados.
—Cuál es el principal mito?
—Principalmente es eso, la supuesta inocuidad. Según el Ministerio de Sanidad, solo uno de cada tres adolescentes piensa que es algo peligroso, y la mitad de los rapaces de 14 a 18 años aseguran haber probado el váper alguna vez. Es un dato que llama mucho la atención, porque en el tabaco anda por el 30 %.
—Es más aditivo el tabaco convencional o el cigarro electrónico?
—Las comparaciones son complicadas, pero la mayoría llevan nicotina, que es la misma sustancia que contiene el tabaco. No caso de estos dispositivos viene presentada de manera distinta, como en forma de sales, que tienen una absorción más sencilla y que hacen que se consuman mayores cantidades sin llegar a ser consciente. Además, con el tabaco es más sencillo cuantificar cuantos cigarros se fuman, pero el váper es un aparato que está siempre a mano y no siempre se lleva cuenta.
—Cuáles son las principales dolencias asociadas al vapeo?
—El que más vemos afectados son los pulmones, pero estos dispositivos no solo llevan nicotina, sino también otras sustancias que tampoco son inocuas: los humectantes del líquido, los aceites y aromas para darle sabor… Es importante recalcar que mismo se descubrió una enfermedad específicamente asociada a la utilización de estos cigarros electrónicos: se conoce por las siglas de EVALI y produce dificultad respiratoria, tos, dolor torácico, síntomas digestivos… Se han detectado casos muy graves con insuficiencias respiratorias agudas que mismo precisaron soporte ventilatorio o que acabaron en como o en la necesidad de un trasplante. Además, y pese al recientes que son, tense probado que también incrementan el riesgo de infarto y se empiezan a relacionar también con el cáncer.
—Está habiendo estudios o #investigación científicas al respeto?
—Al igual que aumenta el consumo, progresivamente también se incrementa la preocupación. No tenemos estudios a muy largo plazo, porque estos dispositivos tienen menos de treinta años de historia, pero ya están saliendo resultados.
—Hablaba de consumo muy temprano: puede afectar al desarrollo de los jovenes?
—Por suerte, el consumo no está tan arraigado como para tener mucha información al respeto, pero sí que conocemos los efectos que tiene la nicotina en el cerebro, y concretamente en cerebros en desarrollo como son los de los adolescentes. Puede afectar a la memoria, a la capacidad de concentración, al aprendizaje, a la reducción del autocontrol, al deterioro del estado de ánimo, al retraso del desarrollo cerebral y al aumento del riesgo de adquirir otras adicciones.
—Como valora ese anteproyecto de la ley del tabaco anunciado por el Consejo de Ministros?
—Creo que es muy importante que se equipare la legislación de los vápers cuela del tabaco. Hay aspectos de la comercialización que no están regulados y en muchos casos los chicos los consiguen fuera de las tiendas, dándose situaciones como quemaduras por aparatos en mal estado, etiquetado que no aclara se contiene o no nicotina y en que concentración… Por otra parte, parecen muy atractivos por la gran variedad de sabores y olores: los hay de batido, de helado, de frutos rojos, de dulces… Considero que es algo que hay que restringir, como con el tabaco, para que disminuya el consumo.
—Se habla también de ampliar las zonas libres de humo.
—También es muy importante, como las sanciones por venta a menores o la subida de los impuestos. Es una cuestión de implicación y de que aumenta la concienciación.

«Cada vez viene más gente a la consulta para dejar el tabaco»
La doctora aborda los riesgos a los que se enfrentan los consumidores de tabaco convencional y los fumadores pasivos, que también pueden ver resentida su salud por la exposición prolongada al humo:
—Como fue la respuesta a la charla de hace unos días en la Laracha?
—Creo que sorprendió, sobre todo la parte de los efectos que pueden tener. Vine a padres bastante preocupados por el consumo en hijos adolescentes, de ahí la importancia de que esta información llegue al mayor número de personas posible.
—Cuáles son las dolencias más habituales asociadas al tabaco?
—El que más tenemos siempre en mente es el cáncer de pulmón, así como las enfermedades respiratorias crónicas, pero el tabaco también está implicado a niveles que la veces ni sospechamos en cuestiones como el cáncer de vexiga, las dolencias cardiovasculares, el riesgo de padecer ictus o infarto… Prácticamente, tiene un efecto negativo a nivel sistémico.
—También el fumador pasivo ha de temer por su salud?
—Sobre todo cuando es algo habitual y sostenido en el tiempo. Al final, esa persona está consumiendo esas mismas sustancias, lo cual puede influir mucho en su salud.
—Se encuentran, en el centro de salud, con pacientes que les piden ayuda o algún tipo de tratamiento para dejar de fumar?
—Sí, cada vez más, aunque con los vápers vemos un poco el efecto contrario: gente que los emplea para desengancharse del tabaco pero que acaba consumiendo ambas cosas y potenciando los riesgos asociados a ambas. No que se refiere al tabaquismo, sí que hay una mayor concienciación, lo que lleva la que más gente quiera dejarlo. Además, vamos teniendo métodos más efectivos para ayudarlos. No centro de salud de la Laracha, sobre todo en enfermería, se está llevando a cabo una experiencia muy interesante que consiste en la formación de grupos para dejar de fumar. Se juntan varios pacientes que están en una misma situación y se les hace un seguimiento estrecho.












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