NOTICIAS/ 21-10-2020
Los insultos a los padres y las agresiones se incrementaron durante el confinamiento, según el estudio elaborado por Amalgama7 y la Fundación Portal. Más de la mitad de los progenitores considera que el clima en casa empeorará en caso de un nuevo confinamiento
¿Cómo ha afectado la Covid-19 y el confinamiento a los adolescentes? Con esta pregunta en mente Amalgama7 y la Fundación Portal han elaborado un estudio llamado “Adolescentes, familias y Covid-19: ¿Convivencia o supervivencia?”, presentado hoy de forma online. Y los datos hablan por sí solos. Según las respuestas de los progenitores (1.500 madres y padres), los consumos de tabaco, alcohol y cannabis o marihuana entre adolescentes de 14 a 18 años han aumentado. Así, antes del confinamiento, fumaban un 13,4% de los adolescentes, durante el Estado de Alarma, el 14,7% y tras el desconfinamiento, un 15,4%.
En cuanto al alcohol, aunque si bien durante el confinamiento su consumo bajó al pasar del 7,8 al 7,3%, tras el desconfinamiento un 11,9% de los padres aseguró que sus hijos adolescentes beben, tal y como explica Jordi Royo Isach, director clínico de Amalgama7 y vicepresidente del Clúster de Salud Mental de Cataluña. Misma situación sucede con el cannabis: al pasar del 2,8% antes del confinamiento, al 1,3% durante y 3,2% tras la desescalada.
Los padres también reportaron unos peores hábitos alimentarios de sus hijos, “como no querer comer con la familia o no querer comer la misma comida”, al pasar del 43% antes del confinamiento al 48,5% tras la desescalada (46,4% durante).
El informe también recoge los patrones de comportamiento de los adolescentes en relación a sus padres. Las malas respuestas durante la Covid-19 aumentaron. Así, si antes del confinamiento un 30,10% de los padres reportaba malas respuestas de sus hijos, este porcentaje aumentó al 58,30% durante el confinamiento, un porcentaje que bajó al 53,30% tras la desescalada. Los insultos a los padres también subieron. En cuanto a las agresiones físicas a los padres, los progenitores reportaron que el 0,6% de sus hijos les agredían antes del confinamiento, un 0,9% durante y un 0,5% tras el desconfinamiento.
“Tan mal lo han pasado las familias monoparentales como las que viven en pareja con sus hijos”, precisa Royo Isach.
A los progenitores también se les planteó si el clima familiar mejoraría ante un nuevo confinamiento. Más de la mitad de los padres (51,3%) cree que empeorará, sólo el 8,3% considera que mejorará y el resto (40,8%) que se mantendrá como hasta ahora. Y el 56,5% de los padres considera que en ese caso en caso de un conflicto de convivencia la función como padre sería más difícil de ejercer. En cambio, el 7% considera que le sería más fácil. El resto de padres afirma que tendría la misma dificultad que durante el primer confinamiento.
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