NOTICIAS: 10.08.2021
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante advierte que fumar y consumir alcohol de forma excesiva son un grave peligro para la salud oral, asociándose a patologías como cáncer bucodental y enfermedades periodontales graves
ALICANTE. De todos es conocido que el hábito tabáquico y el consumo no moderado de alcohol son enemigos de la salud general. Las autoridades sanitarias lo repiten incansablemente.
El consumo de estas sustancias se asocia con multitud de patologías de nuestra salud general, como muchos cánceres, enfermedades respiratorias, patología cardiaca y alteraciones en el embarazo, entre otras. Pero también son un grave peligro para la salud oral, como alertan el Consejo General de Colegios de Dentistas de España y el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA).
Fumar, como hábito, y consumir alcohol de forma excesiva son un grave peligro para la salud oral, asociándose a patologías como cáncer oral y enfermedades periodontales, además de ser los causantes del fracaso de muchos tratamientos dentales.
¿Por qué es tan malo fumar y beber alcohol para la boca?
Ambos hábitos provocan manchas en nuestros dientes, algunas de ellas permanentes. También pueden provocar enfermedades periodontales que pueden llegar a ser graves y predisponen a padecer cáncer oral. Su consumo sin control hace que la composición de la saliva se vea alterada, con las posibles consecuencias negativas, que pueden ir desde caries a otras patologías más severas.
Los hábitos tabáquico y el alcoholismo, cuando van juntos, son muy peligrosos, pero también lo son por separado.
El fumador y las enfermedades bucales
El que fuma habitualmente tiene mucha más probabilidad de padecer enfermedades muy graves, como el cáncer oral, pero también otras no tan relevantes pero sí muy molestas, como el mal aliento o halitosis.
En general, el fumador puede perder los sentidos del sabor y el del olor. Consumir tabaco aumenta el dolor tras las extracciones dentales y retrasa la cicatrización en las heridas de la boca. En algunas ocasiones puede provocar incluso el fracaso de un tratamiento con implantes.
El tabaco, según publica en un estudio el Consejo General de Dentistas, también puede producir una infección por hongos, con las consiguientes consecuencias patológicas. Sin duda, son frecuentes las tinciones y manchas en la superficie dentaria y diferentes estudios relacionan el hábito con mayores índices de periodontitis y de gingivitis ulceronecrotizante aguda.
También se ha demostrado un aumento importante del número de casos de cáncer y precáncer oral. Este mayor riesgo disminuye notablemente en un período entre 5 y 10 años después de dejar de fumar.
A su vez, se produce un mayor número de casos de candidiasis oral, de “Paladar del fumador” y “Melanosis del fumador”.
Consumir alcohol de forma excesiva
Por otra parte, el consumo sin control de alcohol, por sí mismo, produce sequedad en la boca, predispone a la erosión dentarla y aumenta el riesgo de traumatismos faciales y, por tanto, bucodentales. Además, alcoholes como el vino tinto pueden manchar los dientes.
También es común la halitosis entre las personas que consumen demasiado alcohol. Y puede provocar otros problemas más graves como enfermedades periodotales. Diversos estudios demuestran que el alcohol puede influir en el microbioma de la boca, lo que puede afectar negativamente la salud de las encías y desempeñar un papel en el desarrollo de gingivitis y periodontitis.
Un consumo excesivo de alcohol también se relaciona con una mayor probabilidad de sufrir caries porque la deshidratación que provoca disminuye el flujo de saliva en la boca y, por tanto, evita que las bacterias se eliminen de manera natural del esmalte de los dientes.
El ácido del alcohol también provoca que las piezas dentales se vuelvan más finas y, por tanto, más indefensas para sufrir fracturas y ante la sensibilidad dental.
El alcohol también provoca un cambio en la velocidad de penetración de sustancias del entorno oral a través de la mucosa y esta alteración puede jugar un papel en el desarrollo de carcinogénesis.
¿Qué contiene el tabaco para ser tan malo?
Al fumar introducimos en nuestro organismo una gran cantidad de sustancias, muchas de ellas tóxicas. Las más conocidas son la nicotina y el alquitrán. El fabricante ha tenido que incluirlas en las cajetillas y por eso sabemos que están presentes.
Pero hay muchas otras sustancias tóxicas. Los cigarrillos contienen gases, metales, venenos, alquitrán y demás sustancias que afectan, no solamente a la salud oral, sino a todos nuestros órganos.
¿Qué consigo dejando de fumar?
El exfumador comenzará a sentir mejoras en su salud desde los 20 primeros minutos después de haber dejado el hábito. Y todo son beneficios desde ese momento. 15 años después de dejar de fumar el riesgo de accidente cerebro-vascular se iguala al no fumador. Hay que dejar de buscar excusas y ponerse manos a la obra. Tu dentista también puede aconsejarte cómo dejar de fumar.
Entre las nefastas estadísticas que manejan las autoridades sanitarias, destacan cuatro cifras que se manejan y que dejan patente la preocupación ante el tabaquismo:
- El 34% de los españoles fuman. Cada año mueren 60.000 ciudadanos por culpa directa del tabaco.
- En España se consumen 2.500 cigarrillos al año por cada habitante.
- En lo que respecta directamente a la salud bucodental, el Consejo General de Dentistas de España y el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA) concluyen: el tabaco y el alcohol son los responsables del 90% de los cánceres orales.
Es fundamental, para nuestra salud bucodental y general, dejar de fumar y moderar el consumo de bebidas alcohólicas. A su vez, es esencial mantener una vida saludable y visitar al dentista, al menos, una vez al año y, cada seis meses, a partir de los 40 años, para detectar posibles lesiones que puedan derivar en patologías graves.
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