NOTICIAS: 08-02-2021
Uno de cada cinco niños y más de una de cada cinco niñas consumió tabaco en el último mes, según un estudio publicado en «The Lancet Child & Adolescent Health»
Madrid – El tabaco mata cada año a más de ocho millones en el mundo y provocar nueve de cada diez cánceres de pulmón, también causa enfermedades cardíacas, pulmonares, además de afectar la fertilidad. Sin embargo, la comunidad internacional sigue, pese a las medidas tomadas, sin controlar esta epidemia. Con el fin de analizar los avances y retrocesos en este campo, un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Shandong (China), del Instituto Karolinska (Suecia) y de la Universidad de Lausana (Suiza) tras analizar las encuestas mundiales realizadas a menores de 13 a 15 años entre 1999 y 2018, ha encontrado que la prevalencia de fumar cigarrillos al menos un día durante el último mes disminuyó en 80 países (57%), pero se mantiene sin cambios o en aumento en 60 países (43%).
Además, durante el mismo período de tiempo, la prevalencia del consumo de otros productos de tabaco, como el de mascar, los puros, la pipa o los cigarrillos electrónicos, se estabilizó o aumentó en 81 (59%) de 137 países en los que había disponibilidad de esos datos. Y es que en las últimas dos décadas el 17,9% de los niños y el 11,5% de las niñas consumieron algún producto de tabaco al menos un día durante el último mes.
Ante esta realidad, los investigadores piden un mejor control del tabaco en los adolescentes y que las políticas incluyan productos de tabaco distintos de los cigarrillos. Y es que a pesar de una reducción generalizada en el hábito tabáquico en los últimos 20 años, casi uno de cada cinco niños (17,9%) y más de una de cada 10 niñas (11,5%) en todo el mundo consumieron tabaco al menos una vez en el último mes entre 2010-2018, según un estudio publicado esta semana en «The Lancet Child & Adolescent Health».
Todos los países incluidos realizaron al menos dos encuestas, lo que resultó en 1,1 millones de adolescentes de 140 países incluidos entre 1999-2018 y 530.000 de 143 países entre 2010-2018.
En el estudio, la prevalencia entre 2010 y 2018 de fumar cigarrillos al menos un día en los últimos 30 días fue aproximadamente el doble a la edad de 15 años en comparación con los 13 años tanto en niños como en niñas (6,8% frente a 15,4% en niños y 3,4% versus 8,7% en niñas). La prevalencia del tabaquismo de cigarrillos fue más alta en la región del Pacífico Occidental para los niños, teniendo Tokelau, archipiélago ubicado en Oceanía y que depende de Nueva Zelanda, la prevalencia más alta. Y Europa tenía la prevalencia más alta de tabaquismo entre las niñas.
Incluyendo a todos los menores, Tokelau tuvo el mayor consumo de cigarrillos (50,6%) y Kiribati el de productos de tabaco distintos a los cigarrillos (42,2%). En cambio, Turkmenistán tuvo un 0% de consumo de cigarrillos y el menor uso de productos de tabaco distintos de los cigarrillos (0,3%).
Mucho por hacer
En cuanto al uso de otros productos tabacaleros diferente a los cigarrillos, la prevalencia entre 2010 y 2018 fue mayor a los 15 años que a los 13. Además, dada su expansión, hubo un aumento significativo en el uso de otros productos de tabaco entre los niños de 15 años en los últimos 20 años, donde se estima que aumentó en un 2,1%. La prevalencia del uso de productos de tabaco distintos de los cigarrillos fue más alta en la región del Mediterráneo Oriental (16,7% en niños y 9% en niñas). Las regiones de América y Europa tuvieron la prevalencia más baja (7,5% y 9,3% entre los niños y 5,4% y 5,5% entre las niñas, respectivamente), según el estudio.
«El consumo de cigarrillos puede haber disminuido en la mayoría de los países del estudio, pero todavía hay un gran número de adolescentes que fuman. El hecho de que en muchos países la prevalencia del consumo de productos de tabaco distintos de los cigarrillos sea superior o tan alta como la prevalencia del consumo de cigarrillos nos muestra que todavía queda mucho trabajo por hacer», afirmó el profesor Bo Xi, de la Universidad de Shandong, China, y autor principal del estudio. «La necesidad de fortalecer los esfuerzos de control del tabaco, que incluyen políticas específicas para diferentes productos y un enfoque en la educación sanitaria para los adolescentes a nivel mundial, es más importante que nunca», añadió. Y es que dejar de fumar hace más que detener el daño a los pulmones.
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