NOTICIAS: 03-12-2020
Así se desprende de una investigación de la Facultad de Enfermería y el ICS de la Universidad de Navarra con 3.300 adolescentes de cuatro países
Se trata de las investigadoras de la Facultad de Enfermería Maider Belintxon y Marta Vidaurreta; y por Alfonso Osorio, Jokin de Irala y Charo Reparaz, del el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra.
El estudio, realizado en 3.300 adolescentes en edades comprendidas entre los 12 y los 15 años y procedentes de España, México, Chile y Perú, deja patente “el efecto protector que ejerce en ellos la familia, que además contribuye y aumenta su capacidad de alcanzar un desarrollo positivo”, explica una de sus autoras, la doctora en Enfermería Maider Belintxon.
En el ámbito del afecto parental la investigación destaca el hecho de que los padres y madres conozcan y entiendan a sus hijos, que hablen con ellos de modo amable, dediquen tiempo a escucharles, y les acepten como son. “Hacerlo”, subraya la investigadora, “se asocia con un consumo menor de alcohol, tabaco, marihuana y otras drogas entre los adolescentes. A su vez, el afecto de los progenitores favorece que los jóvenes realicen más actividades al aire libre, se involucren en acciones artísticas, educativas o de voluntariado y compartan tiempo de ocio con sus padres”.
TOMAR DECISIONES «CONJUNTAMENTE ENTRE PADRES E HIJOS
Respecto al control parental, la investigación -financiada por el Plan de Investigación PIUNA de la Universidad de Navarra– demuestra que existen evidencias de su carácter protector para evitar el consumo de sustancias lesivas: “El control parental -entendido como los límites establecidos por los padres, por ejemplo en el uso de pantallas-, así como el hecho de tomar decisiones conjuntamente con los hijos en temas como los horarios, se relaciona con la práctica de un ocio constructivo y la disminución del tiempo que los jóvenes pasan en la calle, en los centros comerciales, en las salas de juego o en lugares públicos sin presencia de personas adultas”, indica Alfonso Osorio, investigador principal del proyecto ‘Educación de la afectividad y la sexualidad humana’ del Instituto Cultura y Sociedad.
En el caso de las familias monoparentales los resultados indican una menor puntuación en afecto y control: “Los menores en esta situación compartían menos ocio constructivo y presentaban más consumo de sustancias”. El efecto contrario al que se ha observado, según sus autores, en adolescentes cuyos progenitores tenían estudios universitarios y, por lo tanto, en general un mayor nivel socioeconómico: “Esta realidad va unida a jóvenes que sienten más afecto y un control positivo por parte de sus madres y padres y que, una vez más, disfrutan de más y mejor tiempo ocio”, concluye la también co-autora y doctora en Enfermería Marta Vidaurreta.
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