NOTICIAS: 20.07.2022
El asesoramiento telefónico semanal, junto al tratamiento de reemplazo de nicotina, duplica el éxito de la terapia para dejar de fumar, en comparación con no recibirlo.
USA. Según un estudio llevado a cabo por expertos del Georgetown Lombardi Comprehensive Cancer Center (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista ‘JNCI’.
Las personas con antecedentes de tabaquismo a largo plazo tienen un alto riesgo de cáncer de pulmón. La detección con tomografías computarizadas (TC) puede potencialmente detectar nódulos pulmonares temprano para que la enfermedad pueda tratarse en sus etapas menos avanzadas.
Cuando se someten a una prueba de detección por TC, a las personas se les ofrece rutinariamente apoyo para dejar de fumar, incluidos asesoramiento y reemplazo de nicotina. «Dejar de fumar es muy difícil y las personas que buscan medicamentos y apoyo tienen más éxito que aquellas que intentan dejar de fumar por su cuenta. Lo que es más importante, hacer un intento para dejar de fumar mientras se somete a un examen pulmonar puede aumentar la motivación para dejar de fumar», han dicho los expertos.
Para alcanzar esta conclusión, analizaron a 818 personas de entre 50 y 80 años de edad con un historial de tabaquismo de más de 20 paquetes por año. Los inscritos en ocho sitios de detección pulmonar en todo Estados Unidos fueron asignados aleatoriamente a asesoramiento telefónico intensivo de ocho sesiones de 20 minutos, junto con hasta ocho semanas de parches de nicotina, o tres sesiones de asesoramiento y dos semanas de parches.
Durante las sesiones de asesoramiento, los especialistas en el tratamiento del tabaquismo discutieron los objetivos relacionados con el tabaco, el uso de parches de nicotina, las estrategias para abordar los desencadenantes del tabaquismo, la preparación para dejar de fumar y la confianza y motivación para dejar de fumar.
«Los especialistas en el tratamiento del tabaquismo conocieron a los participantes cuando estaban listos para dejar de fumar, que iban desde no estar listos para hacer cambios en este momento, pero dispuestos a hablar sobre fumar, hasta estar muy listos para dejar de fumar y desear ideas específicas para hacer cambios en sus hábitos de fumar», han explicado los investigadores.
Las tasas de abandono autoinformadas a los 3 meses fueron significativamente más altas en los grupos intensivos frente a los mínimos (14,3 % frente a 7,9 %). Además, el grupo intensivo fue más efectivo para estimular el abandono del hábito entre las personas con mayor dependencia de la nicotina.
«Aunque las tasas de abandono fueron modestas en general, al comparar los resultados de 3 meses y 12 meses, ambos grupos mantuvieron las tasas de abandono a lo largo del tiempo. Nuestro próximo paso es un ensayo planificado con intervenciones y estrategias mejoradas para aumentar la inscripción y el compromiso con el tratamiento entre las personas que se someten a exámenes de detección de pulmón en un gran sistema de atención médica, incluidos los grupos minoritarios raciales y étnicos desatendidos, los pacientes sin seguro y las personas que no están listas para dejar de fumar», han zanjado los expertos.
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