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“El juego en línea es más adictivo, la ludopatía arraiga en dos años”

La cifra de usuarios del juego en línea se ha disparado en los últimos años y sigue al alza Agustí Ensesa

NOTICIAS: 24.02.2021

Un jugador rehabilitado, ahora portavoz del colectivo, alerta del rejuvenecimiento de los afectados. Las webs de ocho operadores incorporan un teléfono para la prevención de conductas de riesgo. Batería de iniciativas legales para evitar que se convierta en un problema de salud pública

 

Cataluña – La industria y las organizaciones de jugadores rehabilitados no se ponen de acuerdo. Las adicciones asociadas al juego en línea, que se ha multiplicado en los últimos años, ¿llevan camino de convertirse en un problema de salud de salud pública? De ninguna manera, sostienen los operadores en defensa del carácter lúdico del negocio. “A nosotros la alarma social nos llega”, replica Maxi Rodríguez, presidente de la Federación de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar). En algo se han puesto de acuerdo. Jdigital, organización que agrupa al 80% de las plataformas, y Fejar presentaron ayer un acuerdo de colaboración en el ámbito del juego seguro y responsable por el que ocho operadores incorporarán en sus webs un teléfono gratuito de asistencia y terapia (900 533 025) gestionado directamente por Fejar.

A través de este número, gratuito y en funcionamiento permanente, especialistas en el tratamiento de trastornos conductuales atenderán a los jugadores que decidan solicitar ayuda, información o tratamiento. En primera instancia se han adherido a la iniciativa Codere, Ebingo, Entain, Flutter, Sisal, Sportium, Wanabet y Winamax. “Tiene muchísima importancia. Es un instrumento que sirve para que las personas que puedan tener problemas tengan un punto al que dirigirse. Todo lo que sea prevención es válido”, valora Francesc Perendreu, presidente de la asociación Centre Català d’Adiccions Socials.

La industria subraya que el juego patológico no contribuye a su reputación ni a sus beneficios

Perendreu es el único jugador rehabilitado que forma parte del consejo de Juego Responsable del Ministerio de Consumo. Hace más de 30 años que no juega, pero su adicción a las tragaperras entre los 19 y los 28 años se convirtió en un calvario. Se separó de su esposa, se enfrentó a la familia, perdió las amistades… “Cogías las colillas del suelo, no tenía dinero ni para coger el metro. Con mis 1,80 metros de estatura pesaba 55 kilos”, rememora. Tocó fondo el día que salió al balcón de casa y lanzó una moneda al aire: “Si sale cara, pido ayuda. Si sale cruz, me mato. Estaba harto, y me habría tirado tan a gusto”.

Aquel día ganó. Buscó ayuda, se rehizo y fundó su asociación, que ahora trata entre 80 y 90 personas al año. “De cada 10 pacientes, 8 son por el juego en línea”, precisa. Según Perendreu, esta modalidad es mucho más adictiva que el juego presencial: “sólo necesitas un móvil y una conexión internet, no tienes que desplazarte ni hacerte visible”. “El ludópata ahora es diferente. En el juego presencial la enfermedad tarda más en arraigar, 5 o 6 años; en el juego en línea es mucho más rápido, un par de años”.

Las plataformas también han cambiado sensiblemente el perfil del jugador compulsivo. Si en la época de las tragaperras se trataba de un varón de entre 45 y 55 años de clase media-baja, ahora es un varón de 25 a 35 años, de clase social media o media-alta, frecuentemente con estudios universitarios y apostador en línea”, indica Perendreu. “Las consecuencias son las mismas: endeudamiento, mentiras, cambio de carácter, desesperación… Pero ahora hay una opción que no existía antes, los créditos rápidos o microcréditos”.

Pacientes de esta asociación han llegado a contraer deudas de 2 millones de euros. “Esta mañana (ayer) he tratado a un persona que debe 100.000… Tengo pacientes que tienen 17 o 20 créditos con diferentes empresas. Lo normal es que tengan entre 15.000 y 30.000 euros de deudas acumuladas”.

Mikel Arana, director general de Ordenación del Juego, declaró recientemente que no existe un problema de salud pública. “La inmensa mayoría de la gente que juega, ya sea online o sea offline , lo hace como una actividad de ocio y no le supone un problema de salud”, dijo. No obstante, la prevalencia del juego digital creció del 2,7 al 6,7% entre el 2015 y el 2018, según datos del Ministerio de Sanidad, y se intuyen incrementos notables con motivo de las limitaciones de movilidad derivadas de la pandemia.

En este contexto se suceden las iniciativas en favor del juego seguro. El acuerdo entre Jdigital y la Fejar es un ejemplo. En noviembre entró en vigor el real decreto por el que paulatinamente se restringirá la publicidad de los operadores a la madrugada y quedará excluida de los acontecimientos deportivos y el Gobierno ha anunciado un nuevo decreto de Juego Responsable. Por otra parte, Fejar y la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) han anunciado la creación de un fichero, denominado Eficaz, para que las personas con problemas de ludopatía puedan apuntarse y no recibir créditos rápidos. Según Andra Vota, director general de Jdigital, el juego problemático “no beneficia para nada al negocio, ni en términos de reputación ni en términos económicos”.

fuente: La Vanguardia

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