NOTICIAS: 31.08.2022
El Hospital Gregorio Marañón señala que el 20% de la población joven que ha acudido son adictos a videojuegos y las redes
MADRID. La unidad de adicciones ha revelado cuáles son las causas más demandadas por estos trastornos: en concreto, se trata del sexo en el caso de los adultos y de los videojuegos y las redes socialesen el de los más jóvenes. El Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales (AdCom) del Hospital Gregorio Marañón ha recibido desde su apertura, hace poco más de un mes, a unas 50 personas que consideraban que tenían una adicción.
El 40% se considera adicta al sexo
Del total, unas 20 han pasado a tratamiento tras haber sido diagnosticadas, sin embargo, destaca que entre la población adulta que acude al centro, aproximadamente un 40% se considera adicta al sexo. Ante esto, el psicólogo clínico de AdCom, Ricardo Hodann, ha asegurado que, desde el comienzo del servicio, la demanda ha sido «más alta de lo esperado».
Concretamente, medio centenar de personas han acudido a esta unidad del Hospital madrileño para saber si tienen una adicción comportamental, de las cuales unas 20 van a pasar a recibir un tratamiento mientras el resto han sido derivadas a otros departamentos de la sanidad madrileña o se ha descartado esta problemática.
Hodann ha explicado que la llegada de 50 pacientes en tan solo unas semanas son «cifras altas», pero cree que estos números se deben a que estas personas necesitaban el servicio «de forma urgente». Y es que un 40% de los adultos que han acudido a estas visitas consideran que son adictos al sexo. «En adultos hay una proporción bastante más alta de lo esperado que creen que son adictos al sexo, en concreto un 40%», ha afirmado antes de informar de que un 30% lo son al juego patológico y el otro 30% restante a las compras u otros.
Los niños, adictos a las RRSS
En cuanto a la población infantil, la unidad de adicciones ha recogido que solo han sido diagnosticados con una adicción el 20% de los niños que han acudido a AdCom, entre los que destacan los problemas por las tecnologías. «Sobre todo estamos viendo en esta población adicción a videojuegos y a redes sociales«, ha dicho el psicólogo.
El Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid ha estrenado este pasado 26 de julio el AdCom, el Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales, un servicio con el que se pretende tratar a personas con adicciones como el juego patológico, el sexo, las compras compulsivas o las redes sociales.
En este sentido, el psiquiatra Ignacio Civeira ha señalado que el objetivo del servicio es detectar, intervenir e investigar sobre una «problemática social que cada vez necesita más actuación». «Vamos a tratar de forma ambulatoria, el tratamiento durará entre 12 y 24 semanas, y va a ser multidisciplinar, con un equipo formado por psicología clínica, psiquiatras, trabajadores sociales. Trabajaremos con terapia individual y grupos», ha informado Civeira.
Ayuso pone una casa de apuestas a 300 metros del centro
Este recurso ha sido inaugurado hace poco más de un mes por el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, quien puso en valor el compromiso del Gobierno autonómico «por la salud mental«. «Es un paso pionero para solucionar un problema que es importante», recalcó entonces el número tres del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Sin embargo, esto se contrapone con las últimas decisiones tomadas por el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, que ha permitido la apertura de una casa de apuestas a tan solo 300 metros del centro público de prevención de adicciones del Hospital Gregorio Marañón. «Las adicciones son el primer atentado contra la libertad individual y un freno importante para el desarrollo personal de nuestros jóvenes», afirmó en el momento de su inauguración la dirigente regional.
Ahora, y tras permitir el pago con tarjeta y otros métodos digitales en casas de apuestas, bingos y demás establecimientos de juego, Ayuso ha dado luz verde a la instalación de una casa de apuestas a solo un minuto de distancia de este centro para el tratamiento de las adicciones y en un radio de 500 metros de ocho centros educativos.
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