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Escasa aceptabilidad de la PrEP frente al VIH en personas usuarias de drogas inyectables hospitalizadas

NOTICIAS: 11.10.2021

Un estudio estadounidense presentado en la Semana de las Enfermedades Infecciosas (IDWeek 2021), celebrada la semana pasada virtualmente debido a la pandemia de la COVID-19, ha concluido que tan solo el 7% de las personas usuarias de drogas inyectables (UDI) hospitalizadas se les prescribió la PrEP al ser dadas de alta.

 

MADRID. Este porcentaje contrasta con el 60% de estas personas que mostraron interés por obtener más información sobre esta herramienta preventiva. Además, aproximadamente 4 de cada 5 personas UDI hospitalizadas entrevistadas negaron estar en situación de riesgo de infección por el VIH. Por su parte, la mayoría de los médicos citaron la preocupación por el seguimiento y la adherencia a la PrEP de esta población como principales obstáculos para prescribirla.

A pesar de los importantes avances producidos en el tratamiento y la atención médica, la epidemia del VIH continúa presente en EE UU. Además, existen poblaciones en una situación de especial vulnerabilidad frente al VIH, como las personas UDI, que en 2018 representaron el 10% de todos los nuevos diagnósticos de VIH supusieron el 12,5% de todas las muertes entre las personas seropositivas. La PrEP constituye un método de eficacia probada para prevenir el VIH. En 2019, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE UU (USPSTF, en sus siglas en inglés) recomendó esta estrategia preventiva para todas las personas que se hallan en un alto riesgo de adquirir el VIH, entre ellas las personas UDI que comparten la parafernalia para la inyección de drogas y/o que corren el riesgo de contraer el VIH por vía sexual.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés) estimaron que el 18,5% de todas las personas UDI del país norteamericano se hallarían en riesgo de adquirir el VIH y, por lo tanto, serían elegibles para recibir la PrEP. Sin embargo, la aceptabilidad de este método preventivo entre las poblaciones de riesgo, incluidas las personas UDI, sigue siendo escasa en EE UU. Muchas personas UDI podrían no estar recibiendo la PrEP o ni tan siquiera se podrían plantear la posibilidad de recibirla debido a su escaso acceso a la atención sanitaria. Los médicos se plantean la hipótesis de que los ingresos hospitalarios pueden ser una oportunidad perdida para ofrecer y prescribir la PrEP a las personas UDI que con frecuencia ingresan debido a complicaciones relacionadas con su consumo de sustancias.

Con el objetivo de analizar esta cuestión más a fondo, un equipo de investigadores estadounidense realizó un estudio piloto sobre una estrategia para ofrecer la PrEP frente al VIH a personas UDI en el ámbito hospitalario.

Para ello, se evaluó la oferta inicial y la aceptabilidad de la PrEP frente al VIH entre las personas UDI ingresadas en el Centro Médico Tufts en Boston (EE UU). A continuación, se preguntó a los médicos del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital acerca de las prácticas de prescripción de la PrEP y de las barreras percibidas en las personas UDI hospitalizadas. En la sala de enfermedades infecciosas, los investigadores evaluaron a diario a todas las personas UDI que daban negativo en la prueba del VIH. Después, se dirigieron a personas previamente identificadas para ofrecerles counselling sobre la PrEP y para sugerir la prescripción de la misma a los pacientes hospitalizados que se mostraran predispuestos.

Se analizaron las 16 prescripciones de PrEP identificadas para pacientes hospitalizados por enfermedades infecciosas desde octubre de 2019 hasta agosto de 2020, y ninguna pertenecía a personas usuarias de drogas inyectables. Se realizó una encuesta a 8 médicos de la sección de enfermedades infecciosas y estos estimaron ver a 4 personas UDI cada dos semanas. Cinco de estos médicos indicaron que atendían a personas UDI que parecían candidatas razonables a PrEP y afirmaron que se la ofrecían. Los otros tres médicos dijeron que no ofrecían la PrEP a ninguna persona que se inyectara drogas.

El obstáculo más citado en la encuesta por los médicos para ofrecer la PrEP frente al VIH (n= 7; 64%) fue la incertidumbre sobre el seguimiento y la adherencia a esta profilaxis entre las personas UDI (véase La Noticia del Día 15/06/21). El segundo obstáculo más frecuente (n= 2; 18%) fue la corta duración de la estancia hospitalaria de estos pacientes. El corto espacio de tiempo trascurrido desde la última exposición de alto riesgo al VIH y el rechazo de los pacientes de realizarse la prueba del VIH fueron, respectivamente, el tercer y cuarto obstáculo (n=1; 0,9%) indicado por los clínicos.

Los investigadores se pusieron en contacto con 30 personas usuarias de drogas inyectables sin el VIH durante su estancia en el hospital, que tuvo una duración media de 10 días (rango: 1-45). Catorce de ellas (46,7%) declararon tener conocimientos previos sobre la PrEP y 18 (60%) aceptaron recibir counselling y asesoramiento sobre este método preventivo. Este grupo de 18 personas tuvieron una entrevista en profundidad, recibieron asesoramiento y se les ofreció un folleto informativo sobre la PrEP.

Cuatro de los pacientes hospitalizados –es decir, el 22,2% de los 18 que aceptaron recibir counselling y el 13,3% de los 30 UDI ingresados y contactados por los investigadores–aceptaron iniciar la PrEP frente al VIH, y dos de ellos (11,1% de los 18 y 6,7% de los 30) obtuvieron finalmente una prescripción de PrEP antes de abandonar el hospital (dos médicos consideraron más seguro iniciar la PrEP en pacientes externos). Solamente una de las 2 personas a las que se les prescribió la PrEP en el hospital acudió a las visitas de seguimiento.

Por otro lado, los 30 pacientes hospitalizados vieron diversos inconvenientes para iniciar la PrEP. Una gran mayoría (82%) tuvieron una baja o nula percepción de riesgo de VIH. El 41% negaron haber compartido el equipo de inyección de drogas, el 22% manifestaron su compromiso con la abstinencia de uso de drogas en el futuro, el 13% negaron el uso activo de drogas y el 6% consideraron que sus contactos tenían un bajo riesgo de infección por el VIH. Otro 9% no querían tomar una PrEP cuya administración fuera diaria, el 6% estaba preocupado por los posibles efectos secundarios y el 3% por el estigma.

Como conclusión, los investigadores señalan que los hallazgos de su estudio pueden sugerir que el entorno hospitalario podría no ser el ideal para fomentar el uso de la PrEP frente al VIH, y que ello explicaría la escasa aceptación de este método preventivo por parte de los pacientes hospitalizados UDI, así como las dudas expresadas por sus médicos. O podría ser que la estrategia de ofrecer la PrEP no fuera eficaz para una iniciación exitosa en un hospital. Con todo, sugieren que el counselling sobre la PrEP puede seguir siendo útil para pacientes hospitalizados, ya que el 60% manifestaron su interés por saber más sobre esta estrategia preventiva y posiblemente por iniciarla. Por último, indican que el interés por la PrEP suscitado durante el encuentro con pacientes hospitalizados podría ayudar a identificar a las personas que se pueden derivar a los servicios de PrEP en consultas externas.

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