NOTICIAS: 29-11-2020
María Cardoso
La adicción normalmente ha estado asociada a sustancias como las drogas o el alcohol, tal y como podemos encontrar en la historiografía. Pero en nuestra sociedad se han desarrollado otro tipo de adicciones que están afectando gravemente a la salud mental de las personas y ha costado que muchas de ellas sean consideradas como tales.
Se refieren más a comportamientos que a sustancias, pero el mecanismo que se desarrolla en nuestro cerebro es parecido. Ya sea el sexo, Internet, las redes sociales o determinados comportamientos peligrosos, provocan una especie de subidón emocional en nuestro cerebro que se vuelve tan fuerte que perdemos la capacidad de dejar de hacerlo a pesar de todas las consecuencias negativas.
Juego
En realidad no forma parte de las nuevas adicciones que se están extendiendo en los últimos años, es un clásico del comportamiento adictivo, pero debido a Internet ha crecido notablemente en los últimos años. De todas las adicciones conductuales, la adicción al juego es la que más se parece a la adicción a las drogas y al alcohol. Los estudios muestran que las adicciones al juego afectan a las mismas áreas del cerebro que las adicciones a las drogas, y el tratamiento para el trastorno del juego generalmente se incluye en el mismo tipo de entornos de terapia que el abuso de estas sustancias.
Sexo
Aunque a veces no se ha clasificado formalmente como una adicción, existen tratamientos para ella, y la Asociación Americana de Psiquiatría añadió el comportamiento sexual adictivo a la quinta edición de su Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales bajo el título “Trastorno de conducta hipersexual”. Los síntomas de la adicción al sexo, incluida la pérdida de control y la falta de atención a los riesgos y consecuencias, son muy similares a los de las adicciones tradicionales.
Internet
Uno de los mayores riesgos para la población infantil y juvenil, aunque también afecta a los adultos. Aún así, todavía muchos psicólogos y psiquiatras generalmente no la consideran como una verdadera adicción. Pero puede ser un problema para algunas personas cuando implica una pérdida de control, así como consecuencias negativas en el trabajo y en el hogar. Según las investigaciones realizadas, esta adicción puede provocar cambios en el cerebro identificados por neuroimágenes. Los estudios sugieren que el uso compulsivo de Internet afecta del 6 al 14 por ciento de los usuarios de Internet.
Compras
Es otro comportamiento que puede llegar a convertirse en un trastorno del control de impulsos (en lugar de una verdadera adicción). Los estudios muestran que las compras compulsivas afectan más a las mujeres que a los hombres y que pueden generar grandes problemas, tanto económicos como personales. El tratamiento generalmente implica asesoramiento y terapia conductual.
Cirugía plástica
Para mejorar su apariencia, algunas personas pasan por el quirófano una y otra vez. Incluso pueden ir obsesivamente de médico en médico hasta encontrar un cirujano plástico o un dermatólogo que esté de acuerdo en tratarlas. La verdad es que estas personas tienen más probabilidades de tener un trastorno dismórfico corporal (TDC) que una adicción a la cirugía estética y que consiste en una preocupación excesiva por la apariencia.
Comida
La adicción a la comida es un problema real que afecta aproximadamente al 3 por ciento de los adultos, aunque se sabe que hay muchas personas infradiagnósticadas al respecto. Los síntomas incluyen comer para aliviar las emociones y luego sentirse culpable después del atracón.
Comportamiento de riesgo
Los que buscan emociones fuertes comparten muchos de los mismos síntomas que los adictos a las drogas; les llama la atención vivir aventuras peligrosas, pero luego no tienen suficiente y cada vez necesitan más. Los estudios muestran que estas emociones inundan el cerebro con las mismas sustancias químicas que liberan las drogas adictivas.
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