La asociación Vieiro dentro del ámbito de la prevención escolar llevó a cabo el programa “Construye” durante el primer trimestre del curso 2018/2019. A través de un cuestionario realizado con una muestra aproximada de 600 escolares con edades comprendidas entre los 9 y 11 años y pertenecientes al Municipio de Carballo, se ha realizado un estudio para recoger los datos sobre los primeros consumos en esta etapa evolutiva. Con este estudio la Asociación Vieiro ha realizado un informe del cual se extrajeron las siguientes conclusiones:
Comenzamos este análisis observando que más de la mitad del alumnado de 5º y 6º de E. Primaria, no ha probado el alcohol. Con todo, existe un porcentaje significativo de menores que probaron la substancia a una edad aproximada de 8 años. También detectamos un pequeño porcentaje que afirma consumirla una vez al mes. Sigue detectándose el mismo patrón de consumo que otros años: en compañía de la familia y en un ambiente festivo. Este tipo de actitud permisiva frente al consumo de alcohol así como su normalización potencia la aparición de futuros consumidores, ya que se tiende a repetir comportamientos que se entienden como normales dentro del entorno más próximo.
En el caso del tabaco, la mayoría de los encuestados afirma no haber tenido contacto con la sustancia, pero al igual que en el caso del alcohol se detectan pequeños porcentajes de menores que lo han probado 1-2 veces e incluso algunos casos aislados que fuman aproximadamente una vez al mes. La edad media de inicio se sitúa en una edad próxima a los 8 años. En este caso el patrón del inicio de consumo es diferente al del alcohol, ya que se hace a escondidas, solo o en compañía de un amigo o grupo de iguales.
Con todo, debemos tratar con cautela los datos reflejados, ya que estos no son una reproducción exacta de la realidad, ya que muchas de las respuestas pueden estar influenciadas por deseabilidad social, por la presión de los/as compañero/as o ser contestadas sin haber entendido su enunciado correctamente.
A la vista de estos datos, sigue planteándose la necesidad de la labor preventiva que Vieiro realiza de manera sistemática durante años en los centros educativos. Aunque los datos obtenidos son positivos con respecto de otros años, siguen detectándose consumos que no deberían existir en esta etapa evolutiva, sobre todo en lo que respecta al alcohol, por lo que no debemos de descuidar la labor preventiva y la responsabilidad del entorno familiar, social y educativo, pilares fundamentales en el desarrollo evolutivo y psicológico de los menores.
Redacción.
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