NOTICIAS: 19.01.2023
Buena parte de los que se dedican al trapicheo en la Costa da Morte han optado desde la pandemia por una actividad itinerante para asegurarse la clientela
CARBALLO/GALICIA. Si un toxicómano precisa de una dosis urgente con la que combatir el síndrome de abstinencia y no dispone de medio de transporte con el que desplazarse hasta el punto de venta más próximo puede estar tranquilo: se la sirven a domicilio. Eso es lo que constatan en la Guardia Civil y en los principales puestos de la Policía Local de la comarca. Una forma de trabajar por parte de los que se dedican al trapicheo, que se ha consolidado desde que estalló la pandemia. El confinamiento y las posteriores restricciones a la movilidad trajeron consigo cambios en los hábitos de consumo en todos los ámbitos de la vida —teletrabajo o compras por internet— incluso en el peligroso e ilegal mundo del trapicheo de estupefacientes.
En Fisterra, las fuerzas de seguridad ya han constatado la existencia de cinco vendedores de sustancias a pequeña y mediana escala que se desplazan a diario por toda la comarca en vehículos particulares para mantener su ilegal y lucrativo negocio. Peinan de manera constante Fisterra, Cee, Muxía, Camariñas… Para llevar las dosis que, previamente, los clientes han sido solicitado vía telefónica. En Laxe y en Malpica también hay drogodependientes que recurren, ya de forma habitual, a pequeños traficantes de fuera de estas dos localidades. Sobre todo acuden a pequeños narcotraficantes de Carballo y Camariñas para surtirse de material y, de paso, revender una parte de lo adquirido a terceros.
Pero el foco principal de todas estas actuaciones ilícitas vuelve a estar en la capital de Bergantiños, la verdadera referencia en toda la Costa da Morte, como volvieron a confirmar, una vez más, los agentes de las fuerzas de seguridad consultados por La Voz: «Las pizzas te las envían a casa, pues con la droga pasa lo mismo, te la llevan sin moverte del sofá», señaló un uniformado. Eso sí, el coste de transporte también hay que abonarlo de alguna forma y más ahora con el elevado precio de los carburantes: «El gramo de cocaína que en la actualidad ronda los 60 euros, cuesta más porque te lo lleven hasta el portal de tu casa», indicó un guardia civil.
Entre los integrantes de las fuerzas de seguridad destacan la gran conexión existente entre personas vinculadas de forma habitual al tráfico de estupefacientes en Carballo y Camariñas, otro de los municipios de la Costa da Morte más relacionados con el mundo del narcotráfico: «Es algo muy habitual. Son amigos que se unen y estrechan lazos afectivos y comerciales para hacerse con los pequeños mercados de la droga y otras actividades ilícitas», indicaron dos guardias civiles adscritos a la quinta compañía del instituto armado.
Dificultades
Las consecuencias de estos cambios en la distribución tienen sus consecuencias, sobre todo, en las labores policiales. Los trabajos de seguimiento, control y vigilancia para la posterior desmantelamiento de puntos de venta se complican porque las transacciones ya no se realizan en muchos casos en pisos o en viviendas unifamiliares, sino que se efectúan de manera itinerante, lo que dificulta en gran medida la actuación policial.
Según apuntaron recientemente agentes de los puestos policiales y uniformados de la Benemérita, en la Costa da Morte están contabilizados 38 puntos de venta de droga, bien en pisos, bien en viviendas unifamiliares, a los que habría que sumar las transacciones que se llevan a cabo de manera itinerante, lo que eleva, y mucho, la cifra final de traficantes a pequeña y mediana escala.
Y dada la rentabilidad del negocio hay quien piensa que los servicios a domicilio se intensificarán a corto y medio plazo dada la rentabilidad obtenida y el grado de fidelización obtenida de una clientela cada vez más ávida de sustancias estupefacientes. Porque tanto en la Guardia Civil como en el colectivo antidroga Vieiro han confirmado recientemente que las cifras de nuevos drogodependientes y de los que recaen en las sustancias estupefacientes se han incrementado (sobre todo de heroinómanos y cocainómanos) desde el estallido de la pandemia provocada por el covid.
«Ahora se llega incluso a sortear varios gramos entre los consumidores habituales para tratar de fidelizarlos»
Además de las ventas y entregas a domicilio, en los últimos meses, y en lo que a la capital de Bergantiños se refiere, los vendedores de sustancias estupefacientes han ido más allá en sus nuevas políticas de márketing: «Ahora incluso se sortean varios gramos de drogas entre los consumidores más habituales como una forma de fidelización», señaló un uniformado La Voz experto en temas relacionados con las sustancias estupefacientes, y quien recordó un caso más o menos reciente ocurrido precisamente en Carballo: «Un día, a través de redes sociales, vimos como se sorteaban 25 gramos de hachís. Había que pagar 25 euros a mayores de la dosis comprada y se entraba en un sorteo a través de un número. Si las cifras coincidían con las de un sorteo, creo recordar que de la ONCE, se llevaba los 25 gramos».
Este tipo de iniciativas se llevan a cabo de una manera muy rápida para no dejar rastro en redes sociales y evitar que los promotores terminen siendo identificados. «En el caso de los 25 gramos de hachís fue un visto y no visto. Teníamos toda la información, pero no se pudo actuar. Una cuestión es el conocimiento de un hecho delictivo y otra bien diferente es coger a la persona con las manos en la masa». Las sospechas e indicios sobre esta modalidad de prácticas están ahí, encima de la mesa, lo que sucede es que «las personas que los promueven suelen ser muy cuidadosas para no ser detectadas», indicó un agente.
«¿Goiáns? Es el supermercado de toda la Costa da Morte»
Los guardias civiles consultados hacen una rápida radiografía del mercado a pequeña y mediana escala de Carballo: «En A Colina y A Ponte Rosende se han especializado en la venta de heroína; en O Sisto y en O Monte do Carme, en heroína y cocaína», indicó un agente, quien al cuestionarle por el papel que juega un punto de venta situado en Goiáns su respuesta es clara y concisa: «¿Goiáns? Es el supermercado de la droga de la Costa da Morte. Ahí te encuentras de todo y a todas horas: cocaína, heroína, hachís, speed… Lo que quieras y más».
Una de las grandes operaciones contra el tráfico de heroína practicadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional fue la que se llevó a cabo precisamente en enero del 2020 en Madrid y Carballo, donde los agentes detuvieron a una decena de personas, dos de ellas, en el interior de una vivienda de Goiáns, y decomisaron 20 kilos de heroína, de los cuales 9,5 estaban enterrados junto a la fachada de una casa.
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