CARBALLO-GALICIA, Los colectivos de la comarca de Fisterra y Camariñas desaparecieron, pese a que el problema subsiste, y solo se mantiene activa Vieiro, de Carballo.
s. g. rial
carballo / la voz 15/11/2017 05:00 h
El problema de las drogas no ha desaparecido en la Costa da Morte, pero las asociaciones que luchaban contra él y arropaban a los afectados y a los familiares, sí. En Camariñas se ha hecho visible de nuevo (más bien, exteriorizado) mediante denuncias y pintadas, y en otras partes ocurre lo mismo, aunque de manera más solapada, y con el consumo de otras sustancias, lejos de aquella heroína que hacía estragos en los años 80 y 90.
En Camariñas ya no funciona Abondou, ni en Fisterra Costa da Vida, ni en Corcubión Por unha Vida sen Drogas, ni en Cee Retornar. Solo continúa Vieiro, de Carballo. Faltó apoyo social y político, y compromiso de vecinos a una lucha que tenía casi siempre solo las caras de los presidentes. «E o problema segue aí», dice el corcubionés Alejandro Lamas. «Está aí, e ademais é moi complicado», señala Teresa Fernández, de Fisterra.
El alcohol, mayoría de los casos
Joaquín Casais fue el presidente de Retornar durante 15 años, los que duró la entidad. A día de hoy, jubilado con 81, sigue observando movimientos de trapicheo con gran pena. También se la da recordar cómo acabó todo. «Tiñamos máis de 200 socios, pagaba cada un dez euros ao ano. Pero foron indo a menos. E resulta que ao final os únicos que pagaban eran os máis pobres, iso foi o que máis me doeu. Outros, ata nos contestaban mal». Curiosamente, algunos de los que le negaron el respaldo, después lo animaron a continuar, cuando les hacía falta: «Seguide vós», les contestaba. Le afectó que alguno pensase que incluso se beneficiaba: «¡Pero se ata gastaba dos meus cartos nas viaxes!», dice. Más de una vez tuvo que desplazarse para participar en actividades en Vigo, con Carmen Avendaño. «Eu creo que cando pechamos a entidade estabamos no apoxeo do problema das drogas, pero non houbo máis remedio», recuerda. El dinero que quedaba se lo entregaron a Cáritas y ahí se quedó una entidad que, como las de Corcubión y Fisterra, formaba parte de la Mesa de entidades antidroga de la comarca de Fisterra. «Fixemos moito traballo, movemos a moita xente, axudamos a moitos afectados», dice.
Coincide con él Teresa Fernández, hoy concejala en Fisterra, y entonces una de las fundadoras, que más que entidad independiente era una plataforma de varias asociaciones locales. Lo que les faltó fue apoyo institucional, «de todas as Administracións». También realizaron un trabajo importante. A la vista, con movilizaciones, festivales, o actividades deportivas, y otras que se veían menos: «Axudamos a moita xente». Tuvieron varios locales, realizaron múltiples gestiones para colaborar con jóvenes y familias que estaban atrapados en la droga. Hoy, en reuniones con diversos colectivos, ve que el problema sigue y cree que hay que volver a hacer algo.
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