NOTICIAS: 12.09.2022
Un kilo de cocaína en Galicia cuesta por debajo de los 40.000 dólares frente a los 65.000 de hace tres décadas // En Portugal se consigue por la mitad aunque de una peor calidad// La heroína en España es cuatro veces más barata que en 1990
GALICIA. En 1990 José Ramón Prado Bugallo introdujo por las costas gallegas un alijo de dos toneladas y media de cocaína que le vendió el cártel de Medellín y que su banda distribuyó por nuestro país cobrando 65.000 dólares el kilo. La inflación media en España era del 6,72% en ese año.
En octubre de 2021 el arousano Carlos Silla fue apresado con más de cinco toneladas de cocaína en el velero que patroneaba en aguas portuguesas camino a nuestras rías. Pensaba colocar la mercancía a algo menos de 40.000 dólares por kilo. La media anual del IPC del pasado año era del 3,09 %.
Las cifras del precio de las drogas proceden del World Drug Report 2022, el último informe elaborado por Naciones Unidas sobre la incidencia del consumo de sustancias estupefacientes en el mundo mientras que los de la inflación se tomaron del banco de datos del INE.
En ese World Drug Report, que elabora la UNODC (Oficina contra la Dorga y el Delito del citado organismo internacional) se alerta ante el incremento del consumo de drogas en Estados Unidos y Europa, principalmente, pero también en países de África y Asia. Señala que en tres años (2020, 2021 y lo que llevamos de 2022) “el consumo aumentó un 26 por ciento en comparación con una década atrás” y alerta de que, a pesar de la campaña de erradicación de los campos de coca llevada a cabo en Colombia con ayuda de Estados Unidos, la producción sigue en aumento en otros países de Sudamérica, al haber diversificado los campos de cultivo por distintas zonas para escapar del control.
Las cifras son contundentes: según ese informe de naciones Unidas 21,5 millones de personas consumieron cocaína en 2020, es decir, el 0,4% de la población mundial entre 15 y 64 años. La producción alcanzó en 2020 un máximo histórico de 1.982 toneladas, un 11% más que el año anterior. Ese récord se batió pese a que el área global de cultivos apenas cambió en 2020, de hecho fue un 5% menor que en 2018. El terreno destinado a este tipo de plantaciones disminuyó en Colombia pero aumentó en Perú y Bolivia y está expandiéndose por otras zonas.
En 2021 la tendencia es la misma y los expertos señalan en ese documento que “es probable que el consumo ocasional de cocaína, a menudo vinculado a actividades recreativas, se viera afectado por la pandemia de covid-19 y las consiguientes medidas de distancia social”, en relación a la tendencia en Europa, uno de las principales regiones de consumo. La Onudd afirma que “existen indicios de que el consumo está repuntando tras ese paréntesis”.
MÁS PRODUCCIÓN Y MENOS PRECIO. El exceso de cocaína provoca una caída continuada en los precios como se puede comprobar en ese informe (ver gráficos). En el caso de España (Galicia incluida) se aprecia que el kilo de cocaína se pagaba por encima de los 65.000 dólares el kilo en 1990, cuando los principales narcos gallegos como Sito Miñanco o los Charlines empezaron a introducir esta droga. Por un gramo de este polvo blanco en el marcado minorista se pagaban sobre 110 euros. El pasado año de 2021 el precio del kilogramo (puesto en nuestro país) no alcanzaba los 40.000 dólares y el del gramo lleva tiempo en el entorno de los 60 euros.
Una diferencia apreciable es tenida en cuenta por los expertos de la Onudd a la hora de alertar ante un nuevo repunte en el incremento del consumo de esta droga: “Hay múltiples indicadores que apuntan a un aumento generalizado del consumo de cocaína en los últimos diez años, y ya se han observado los primeros indicios de que el consumo ha vuelto a aumentar, después de que disminuyera durante la pandemia”, señalan en el resumen ejecutivo del informe .
Ahí también indican que “la incautación mundial de cocaína aumentó hasta alcanzar un nuevo récord de 1.424 toneladas (cantidad no ajustada en función de la pureza)”, advierten de que “el tráfico por mar, principalmente en contenedores, va en aumento, prueba de lo cual es que casi el 90 % de la cocaína incautada en todo el mundo en 2021 se transportaba por ese medio” y alertan de que “los datos sobre incautaciones parecen indicar que el tráfico se está expandiendo a otras regiones fuera de los dos mercados principales, América del Norte y Europa, en vista de que el volumen del tráfico destinado a África y Asia va en aumento”.
VAIVENES EN FUNCIÓN DE LOS AJUSTES SOCIALES Y ECONÓMICOS . Un análisis de los datos que refleja n los gráficos de este pormenorizado informe demuestra la incidencia que tuvo en el ajuste de precios la introducción de los narcos gallegos en ese mercado en los años 90. En apenas un quinquenio de años introduciendo cocaína por nuestras costas el precio se desplomó desde los 65.000 dólares/kilo hasta poco más de 35.000, una estrategia de los cárteles para convertir a Europa en un mercado alternativo tras la decisión de Estados Unidos de combatirles directamente: había que buscar nuevos consumidores y nuestro continente era la mejor solución para los narcotraficantes.
Los precios, tras tocar fondo con el cambio de siglo empezaron a repuntar de forma importante hasta tocar los 50.000 dólares/kilo coincidiendo con el inicio de la anterior crisis financiera, una vez que en el negocio entraron directamente bandas internacionales, sobre todo de los países del este de Europa asentadas en la Costa do Sol, y el declive de los grandes narcos gallegos.
Precisamente las consecuencias del crac económico que se extendió por todo el continente tras la intervención del banco Lehman Brothers provocó un nuevo descenso en el precio del polvo blanco en el mercado minorista, estabilizado desde entonces entre los 38.000 y 40.000 dólares.
A destacar que la coca que llega a Galicia o España es de una pureza más que aceptable a diferencia de lo que ocurre en Portugal donde lo que se paga por cada paquete de cocaína es sensiblemente inferior al que hay que desembolsar en nuestro país, a pesar de estar pegados.
En territorio luso la coca que se incauta es de una pureza inferior a la que se localiza en España y, se acuerdo con el informe de Naciones Unidas sobre drogas, el precio que se pagaba en los año 90 del siglo pasado se situaba en los 40.000 dólares por kilo frente a los 65.000 al otro lado de la raia. Tuvo picos que le hicieron alcanzar los 45.000 pero en los últimos años se desplomó de forma considerable y, siempre de acuerdo con los datos que figuran en el trabajo de los expertos de la Onudd, ahora mismo se paga a mitad del precio que alcanza en Galicia. Curiosa circunstancia habida cuenta de que la mayor parte de los alijos que llegan a nuestra comunidad pasan por las costas portuguesas.
HEROÍNA MÁS BARATA PERO MENOS CANTIDAD. El temor que provoca el consumo de caballo, que se llevó por delante a una legión de primeros consumidores en todo el mundo, está detrás del descenso en el consumo de la heroína y, como es ley del mercado, a menor demanda no hay más remedio que bajar los precios.
El gráfico en la página anterior es bastante ilustrativo: de los 160.000 dólares que costaba en 1990 un kilo de heroína se fue cayendo en picado hasta los menos de 40.000 que se paga estos últimos años, cuatro veces menos su valor. Lo mismo pasa con el gramo de esa sustancia que de 180 dólares bajó a 60 en las tres últimas décadas.
Un situación similar a la que hay en la cocaína se da también en el mercado del caballo en Portugal.
En estos tiempos de subida generalizada de precios, con una inflación galopante en toda Europa, podría sorprender que las drogas sean el único mercado que cotiza a la baja. Suele ser habitual.
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