NOTICIAS: 18.08.2022
Javier Hidalgo, educador social habla sobre el uso abusivo de las tecnologías entre los más jóvenes y apela a una educación desde pequeños en la familia para una utilización segura
MADRID. El móvil se ha convertido en puerta de acceso a las redes sociales, videojuegos o WhtasApp entre los más jóvenes, que ven como desde muy pequeños en casa les permiten usar los dispositivos tecnológicos, en muchos casos con poco o ningún control. Esto hace que aprendan a manejarlos con soltura, pero con dos inconvenientes: no reciben ningún tipo de formación sobre seguridad en su utilización y no tienen control en el tiempo de uso. Esto hace que “lleguen a la ESO con un uso disparado de las nuevas tecnologías, como el móvil”, según indica Javier Hidalgo, educador social del Servicio de Prevención y Atención de Adicciones Comportamentales del CAID de Fuenlabrada.
No obstante, Hidalgo prefiere hablar de uso abusivo de estas tecnologías, más que de adicciones, ya que “no hay literatura concreta al respecto”. No es partidario de poner una edad a la que se deba regalar un móvil al niño, porque todo dependerá de su madurez y, en todo caso, su recomendación es “acompañar a los hijos en su uso, educarles en valores y estrategias de seguridad de estos dispositivos”.
Recomienda que desde edades tempranas los padres establezcan “un pacto familiar, con consecuencias, si no se cumple, para el uso del móvil y de las nuevas tecnologías”. Y es que es necesario llegar acuerdos para que el menor no sustituya las redes sociales o los vidojuegos, a través del móvil, por la conversación en familia, ver a los amigos o hacer deporte, por ejemplo.
Baja percepción de riesgo sobre ciberataques
Este experto asegura que, como en la mayor parte de los aspectos de su vida, los adolescentes, dada su edad, suelen tener una muy baja percepción del riesgo. Y en este caso piensan que nunca van a ser víctimas de ciberataques en sus dispositivos móviles. Por eso, no suelen tener instalado un antivirus o no tienen en cuenta los permisos que conceden al instalar aplicaciones. “Muchas veces el anzuelo de ser gratuito les lleva a no pensar que puede haber un riesgo detrás”, dice.
Por eso aboga porque los padres, desde que les dan un móvil a sus hijos deben enseñarles y concienciarles sobre conductas de uso seguro, para evitar la entrada de virus, secuestros del dispositivo o ciberespionajes con fines indefinidos.
En este sentido, Hidalgo reconoce que “sería fácil enseñarles a configurar la seguridad de su móvil, si los padres se sentaran con ellos, es la mejor educación digital que les pueden dar”.
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