MÓNICA TRAGACETE
Galicia ha sido la primera comunidad que ha prohibido el consumo de tabaco y derivados en espacios públicos como una herramienta extra para frenar la propagación del coronavirus. La medida, que fue anunciada este miércoles y entra en vigor este jueves, podría extenderse a otras autonomías si las administraciones atienden a las numerosas organizaciones de médicos y sociedades científicas que batallarán por que cunda el ejemplo de la Xunta.
Hace semanas que una veintena de instituciones de este tipo, junto a asociaciones de consumidores y de otra naturaleza, firmaron un manifiesto para pedir a Pedro Sánchez y a Salvador Illa que, utilizando el mecanismo del Real Decreto Ley, modificasen de forma urgente la ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo para considerar a los establecimientos hosteleros espacios libres de humo y de vapores «bajo la imperiosa necesidad de velar por la salud de los españoles y de controlar la evolución de la Covid-19». Ahora la decisión de Galicia no ha hecho sino reafirmar sus posiciones.
«Aplaudimos la medida que ha tomado la Xunta de Galicia porque estamos convencidos de que va a ayudar a controlar la difusión del virus. Creemos que es muy adecuada y muy necesaria», asegura el doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). «Le pedimos al Ministerio de Sanidad que tome buena nota de lo que ha hecho la Xunta y también que empiece a tomar medidas en el mismo sentido. Sería muy importante que se tomaran a nivel nacional porque contribuiría a controlar la epidemia», agrega.
«La iniciativa es absolutamente positiva para la Organización Médica Colegial (OMC). Nosotros ya nos habíamos manifestado en este sentido», apunta la doctora Rosa Arroyo, vicesecretaria del organismo, que recuerda que han estado permanentemente avisando a la población de los riesgos del tabaco porque forma parte de su compromiso adquirido con la sociedad.
En esta misma línea, la doctora asegura que la OMC va a dirigirse a las administraciones públicas para instarles a que extiendan por el resto del territorio la medida adoptada por Galicia.
«Nuestra socialización hace que las tres ‘M’ (Mascarillas, lavado de Manos y un Metro de distancia) se vaya relajando. Si a esto se suma la inhalación del humo del tabaco es mucho más perjudicial en todos los sentidos», asevera la doctora al respecto de la posición de la OMC.
¿Cómo favorece la transmisión del virus fumar en lugares públicos?
Los expertos recuerdan que a las tradicionales, y cuantiosas, contraindicaciones del consumo de tabaco se suman otras muchas en el contexto actual de pandemia. En un informe que publicó el mes pasado la Comisión Asesora COVID-19-OMC, que fue puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y cuenta con la colaboración de otras organizaciones científicas, se trataron ampliamente estos riesgos.
En primer lugar, los médicos recuerdan que se sabe que los fumadores desarrollan formas clínicas de la Covid-19 de mucho peor pronóstico que los que no son fumadores.
Además, se conoce que el fumador que esté infectado por el virus puede transmitirlo al consumir. «Al exhalar el humo o el aerosol liberado por los cigarrillos electrónicos, aumenta el número de las gotitas a través de las cuales se transmite el coronavirus. En consecuencia, la carga viral que expulsa un fumador que está infectado al fumar o vapear es más alta que la que pueda expulsar una persona no fumadora que esté infectada», indica el documento antecitado
A estos riesgos a los que se expone el entorno del fumador hay que sumar los que sufren los camareros que atienden la mesa de una terraza en la que se esté fumando, los viandantes que se cruzan por la calle con un fumador o quienes estén sentados junto a él en un parque. «El personal de hostelería y restauración asume nuevos riesgos con la proliferación de terrazas donde se fuma, y con la retirada y limpieza de ceniceros», sostiene el informe.
Otra de las contraindicaciones es que los fumadores se tocan con más frecuencia la cara, uno de los gestos a evitar para reducir los contagios. «El mero acto de fumar o vapear aumenta la posibilidad de transmisión del virus a través de la boca (…) si los cigarrillos, dispositivos electrónicos o pipas de agua se contaminan con el virus podrían actuar como fómite (vector inanimado) del virus. Cuando los dedos de las manos tocan la cara, la nariz, los ojos o la boca, el propio sujeto se está trasmitiendo el virus», alertaba el informe, apuntando que un fumador de 20 cigarrillos diarios realiza aproximadamente 300 veces más al día el movimiento mano-boca que un sujeto no fumador.
La pandemia, una oportunidad para los fumadores
Este contexto de riesgo incrementado, para los médicos, tendría que derivar en una consecuencia lógica. «Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica queremos dejar claro que creemos que la epidemia es una oportunidad que tienen los fumadores para abandonar el consumo del tabaco», apunta su presidente.
«Sabiendo que si son infectados por el coronavirus van a tener una forma clínica más grave, que tienen más posibilidades de tener una forma clínica más grave, pues que aprovechen y que hagan un intento serio para dejar de fumar«, insiste el galeno, que recuerda que desde el 1 de enero de 2020 el Sistema Nacional de Salud (SNS) financia los tratamientos para dejar de fumar y que «todos los profesionales sanitarios españoles» están a su disposición de los fumadores para ayudarles a desterrar los malos hábitos.
Además, las organizaciones médicas consideran que las administraciones pueden aprovechar el complicado contexto actual para avanzar en las políticas antitabaquismo, aumentando la fiscalidad de estos productos, ampliando los espacios sin humo, realizando campañas periódicas de concienciación o modificando el actual empaquetado del tabaco, entre otras medidas.
La posición de otras CC AA sobre la prohibición
Sobre la posibilidad de que la medida adoptada por Galicia se replique a otras comunidades aún no se ha pronunciado ninguna de forma oficial. Son las autonomías las que tienen las competencias para seguir los pasos de la Xunta y, de momento, a nivel estatal, tienen el posicionamiento de la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud (SNS) que data de principios del pasado mes de julio y que fue difundido por el Ministerio de Sanidad.
Con este documento se alertó a la población de que los cigarrillos pueden actuar como transmisores del nuevo coronavirus y recomendó no fumar en ambientes sociales. En caso de no seguir este consejo, el ministerio alertaba de que el consumo de tabaco y derivados se debía hacer «en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados».
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