El tabaquismo es una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares y provoca una de cada tres muertes por este tipo de enfermedad en el mundo. En la Argentina, si bien hubo un descenso progresivo y sostenido del tabaquismo en los últimos 10 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que más de 44.000 personas mueren cada año en nuestro país por enfermedades relacionadas al cigarrillo.
Los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población. Un solo cigarrillo diario daña el corazón y las arterias, aumenta 50% el riesgo de enfermedad coronaria y ACV. Esto afecta tanto al fumador como a las personas que lo rodean.
En las mujeres embarazadas, el fumar también eleva el riesgo de parto prematuro y de bajo peso del bebé al nacer.
Además, los fumadores tienen el doble de probabilidades de padecer infarto de miocardio, fibrilación auricular y enfermedad arterial periférica que los no fumadores.
A nivel estético produce envejecieminto prematuro y tinte de piel más opaco, decolaración y pérdida de piezas dentarias, caries y mal aliento.
Con respecto al Covid-19, los fumadores están más expuestos a un posible contagio y a potenciar enormemente el riesgo de tener síntomas severos, respecto de los no tabaquistas.
Ventajas para la salud al dejar de fumar
– 20 minutos después: Mejora la presión arterial y el ritmo cardíaco.
– 8 horas después: Se reducen a la mitad los niveles de nicotina y monóxido de carbono en la sangre y el de oxígeno se aproxima al normal.
– 24 horas después: Disminuye el riesgo de infarto miocardio y los pulmones empiezan a remover mucosidad. Se respira mejor.
– 48 horas después: Se recupera la capacidad de oler y saborear. La nicotina desaparece del organismo.
– 3 días después: Aumenta la capacidad pulmonar, reduciendo la tos y aumentando la sensación de bienestar.
– 15 días después: Mejora de forma generalizada la presión sanguínea. Desaparece la dependencia física de la nicotina. Mejora el aspecto de la piel.
– De 1 a 2 meses después: La presión arterial recupera sus valores normales.
– De 3 a 6 meses después: Aumenta la capacidad de resistencia a las infecciones. Se consolida la conducta no fumadora en tu vida cotidiana.
– 8 meses después: Disminuyen los problemas respiratorios y la fatiga.
– 12 meses después: El riesgo de sufrir un ataque cardíaco se reduce a la mitad.
– 5 años después: El riesgo de sufrir un ataque al corazón es similar al de un no fumador.
– 10 años después: El riesgo de sufrir algunos canceres es similar al de alguien que no haya fumando nunca.
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