NOTICIAS: 03.02.2022
Este virus constituye una de las 20 infecciones por transmisión sexual (ITS) cuya creciente incidencia en los últimos años es alarmante
Nuestra especie ha coexistido con distintos virus que también han provocado pandemias, quizás más ajenas a nuestro día a día. Sin embargo, conocer nuestras mayores amenazas aumenta nuestras posibilidades de supervivencia. En esta ocasión nos centraremos en recordar al virus de la inmunideficiencia humana (VIH) porque en un tiempo fue letal y parece que ha caído en el olvido.
Este virus constituye una de las 20 infecciones por transmisión sexual (ITS) cuya creciente incidencia en los últimos años es alarmante. Por ejemplo, según el servicio de vigilancia del ministerio, la sífilis, presentaba en 1995 una tasa por cada 100.000 habitantes de 2,57 y ha pasado a 13,29 en 2019. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ese aumento se advierte entre los mas jóvenes y, se ha relacionado con el hecho de mantener relaciones sin preservativo.
¿Qué es el VIH?
El VIH es un virus de la familia de los lentivirus que se originó en poblaciones de chimpancés hace mas de 100 años y que da lugar al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y define la serie de síntomas e infecciones que van asociados a la deficiencia adquirida del sistema inmunitario. Desde entonces, se ha expandido a lo largo de los últimos 30 años lo que ha conllevado a estigma social para aquellos que lo padecen. La buena noticia es que su investigación ha permitido dar con un tratamiento eficaz para controlar la replicación del virus y evitar la progresión de la enfermedad. La replicación del virus es el proceso de multiplicación de las partículas virales en el interior de nuestras células porque los virus necesitan de sus recursos para multiplicarse.
¿Qué ocurre cuando nos infectamos?
Este virus infecta los linfocitos T (un tipo de glóbulos blancos o leucocitos) CD4+. CD son las siglas de cúmulo de diferenciación que son moléculas marcadoras en la superficie celular encargadas de reconocer ciertos anticuerpos. El linfocito T CD4+ infectado se destruye en 24 horas al completar el virus un ciclo infeccioso que comprende 7 fases:
- Enlace o fijación a CD4+ del linfocito.
- Fusión entre la envoltura del virus y el linfocito.
- Transcripción inversa para convertir el ARN del virus en ADN. Debido a que el VIH es capaz de realizar este paso, se denominan también retrovirus.
- Integración, este ADN del virus se combina con el ADN del linfocito T.
- Multiplicación: las proteínas que conforman el virus se sintetizan aprovechando la maquinaria del linfocito T.
- Ensamblaje: las proteínas que conforman el virus se unen para formar el virus inmaduro.
- Gemación: el virus inmaduro se expulsa al exterior.
Cada vez que una célula infectada por el VIH se divide crea una nueva copia del ADN del VIH que lleva integrado además, sus propios genes. La copia del ADN del VIH puede ser inactiva (latente) o activa. En este caso el virus toma el control de las funciones de la célula infectada haciendo que se produzcan y liberen muchas nuevas copias de VIH lo que conllevará a que invadan otras células.
Unas pocas células infectadas no son destruidas albergando al virus latente durante periodos muy prolongados en lo que se conoce como reservorio. Más adelante retomaremos esta característica del virus para profundizar en las estrategias de su tratamiento.
Fases de infección del VIH
Hay tres fases de infección por el VIH:
La infección aguda por el VIH es la etapa más temprana de infección por ese virus (2 a 4 semanas de adquirirla). Durante esta fase, algunas personas tienen síntomas similares a los de la gripe. En esta fase, el VIH se reproduce rápidamente y se propaga por todo el cuerpo. Durante la fase de infección aguda por el VIH, la concentración de ese virus en la sangre es muy alta, lo cual aumenta considerablemente su riesgo de transmisión.
En la infección crónica (o infección asintomática o latencia clínica) continúa multiplicándose en el organismo, pero en concentraciones muy bajas. Las personas con infección crónica por el VIH pueden no tener síntoma alguno relacionado con el VIH.
El SIDA es la fase final y más grave de la infección por el VIH. Puesto que el virus ha destruido el sistema inmunitario, el cuerpo no puede luchar contra las infecciones oportunistas y el cáncer. Sin tratamiento, por lo general, las personas con SIDA sobreviven unos 3 años.
¿Cómo nos infectamos?
Para que nos infectemos es necesario que el VIH penetre en el organismo y entre en contacto con nuestra sangre o mucosas (revestimiento del interior de la boca, vagina, pene y recto). Por lo tanto, existen 3 vías o situaciones de potencial infección:
- Vía sexual: en las relaciones sexuales con penetración (anal, vaginal u oral) sin preservativo.
- Vía sanguínea: al compartir jeringas, agujas, otro material de inyección o cualquier instrumento cortante que haya estado en contacto con sangre infectada.
- Vía madre-hijo/a: cuando la mujer tiene el VIH, la transmisión del virus puede tener lugar durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Por lo tanto, y mensaje importante con el que debemos quedarnos, el VIH NO se transmite por saliva (tos y estornudos), lágrimas, sudor, ni por picaduras de insectos o por el contacto con animales domésticos ni contactos como los besos y caricias; tampoco compartiendo lugares de trabajo, colegios, gimnasios o piscinas, WC públicos y duchas; tampoco compartiendo vasos, cubiertos o alimentos.
¿Cómo se detecta y cómo conseguimos saber en qué momento de la enfermedad nos encontramos?
En primer lugar, ante la sospecha de haberse podido infectar es importante saber que en algunas farmacias es posible hacer un test de autodiagnóstico sin necesidad de receta médica para confirmar las sospechas. En caso de que es test sea positivo se debe confirmar en un laboratorio certificado.
Anticuerpos y antígenos de VIH
Esta prueba trata de detectar anticuerpos contra el VIH en la sangre o la saliva y también puede detectar antígenos del propio virus. El sistema inmunitario produce anticuerpos cuando una persona está expuesta a bacterias o virus como el VIH. Un antígeno es una parte de un virus que desencadena una respuesta inmunitaria. Cuando una persona ha estado expuesta al VIH, los antígenos aparecen en la sangre antes de que el cuerpo produzca anticuerpos contra el VIH.
La prueba de anticuerpos contra el VIH puede averiguar si una persona tiene el VIH de 3 a 12 semanas después de la infección. La prueba de antígenos detecta el VIH de 2 a 6 semanas después de la infección.
Recuento de CD4
El recuento celular de los linfocitos T CD4+ es la cuantificación de este tipo de células en un volumen concreto.
- Valor normal: 500-1000/mm3.
- Valor anormal: 250-500/mm3, signo de posible infección por VIH.
- Valores SIDA: menos de 200/mm3.
Determinación en plasma del ARN mediante PCR
Una vez confirmada la infección el estado de la enfermedad se controla mediante la detección de la carga viral (copias de ARN viral por mililitro de plasma). En términos generales existen varios niveles:
- Carga viral plasmática detectable >50 copias/ml, lo que indica infección activa.
- Carga viral plasmática estándar indetectable: <50 copias/ml.
- Viremia residual: 3-15 copias/ml.
El estado de carga viral indetectable y la viremia residual significan tener la enfermedad controlada. Por lo que, se considera que se puede hacer vida normal con su correspondiente seguimiento, por ejemplo, iniciar tratamientos de reproducción asistida,. El tratamiento debe iniciarse en cuanto se confirme la infección.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento pautado para aquellas personas infectadas se denomina tratamiento antiretroviral (TAR o FARV) con fármacos anti-VIH. Los FARV tienen como diana las enzimas transcriptasa inversa, proteasa, integrasa y envuelta viral. No entraremos en detalles de la evolución ni mecanismo de acción de los fármacos que conforman los TAR, pero, en las notas de este artículo se incluirán referencias al respecto. Gracias a los TAR, una elevada proporción de pacientes infectados por el VIH tienen una calidad de vida y una funcionalidad socio-familiar y laboral prácticamente normales.
A pesar de ello, existen dos fenómenos que dificultan el tratamiento y que conllevan al fracaso del mismo:
- Las variantes víricas que confieren resistencias a los TAR (es decir, virus con mutaciones que afectan a la eficacia de estos fármacos).
- La existencia de reservorio celular.
- La falta de adherencia del tratamiento.
La resistencia a los fármacos TAR al igual que ocurre con los antibióticos se define como la alteración de la eficacia de los tratamientos. Quizás, la resistencia a los antibióticos sea un fenómeno mas conocido donde la automedicación y la pauta incompleta por pronta mejoría (muy típico que se pauten 7 días y al 5 día dejamos de tomar el antibiótico porque consideramos que la mejoría significa fin de la infección). Según un reciente estudio en la población española aproximadamente el 7% de los pacientes no tratados previamente mostraban resistencia a algún TAR. Esto significa que esta población de personas no puede controlar la enfermedad.
El reservorio celular latente de VIH consiste principalmente en linfocitos T CD4+ memoria en estado de reposo que pueden tener una vida media de más de 4 años. Precisamente, el hecho de que permanezcan tanto tiempo en reposo representa el obstáculo principal para la erradicación del virus. Por eso, la infección por VIH es incurable con TAR porque, aunque sea posible frenar completamente la replicación del virus durante largos periodos, al suspender el tratamiento se reinicia la replicación a expensas de este reservorio.
¿Existe vacuna contra el VIH?
Aún no disponemos de vacuna que frene expansión del virus. Y es que esto, ¿no aporta gran valor al hito de las vacunas contra el COVID tras mas de 40 años investigando esta enfermedad?
Estamos cada vez mas cerca. La primera posible vacuna está al llegar cuyo ensayo se llama MOSAICO. En esta vacuna se utilizan partes diferentes del virus porque creen que la combinación de estas partes es la que va a ser capaz de producir inmunidad”, apunta Vicente Estrada, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Es importante recalcar que se trata de una vacuna preventiva lo que significa que se pautaría a personas no infectadas o seronegativas.
Mensajes para llevar a casa
Este puede ser el enésimo artículo sobre el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) pero, como ya sabéis la repetición es la madre de la retención.
- No se transmite por contacto cotidiano pero, debemos conocer el estado de salud de las personas con las que nos relacionamos sexualmente sin protección.
- Los pacientes infectados por el VIH tratados con TAR tienen una calidad de vida y una funcionalidad socio-familiar y laboral prácticamente normales excepto aquellos que presentan resistencias.
- En España la prueba del VIH es gratuita y confidencial para todos y se realiza en farmacias.
- No hay vacuna todavía, pero está cerca y sería preventiva.
Bibliografía
2. https://www.unaids.org/es/frequently-asked-questions-about-hiv-and-aids
3. https://hivinfo.nih.gov/es/understanding-hiv/fact-sheets/las-fases-de-la-infeccion-por-el-vih
5. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000594.htm
6. https://www.omsida.org/la-vacuna-contra-el-vih-cada-vez-mas-cerca/
7. https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/queesSidaVih.htm
8. https://hivinfo.nih.gov/es/understanding-hiv/fact-sheets/el-ciclo-de-vida-del-vih
9.https://gesida-seimc.org/wp-content/uploads2020/07TAR_GUIA_GESIDA_2020_COMPLETA_Julio.pdf
11. Manual para Técnico Superior de Laboratorio Clínico y Biomédico. F.J. Merida y E.E. Moreno. Panamericana.
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