NOTICIAS: 15.09.2021
La tercera edición del curso de verano de la UCLM, que se impartirá en el campus, tratará la adicción a fármacos psicotrópicos y la percepción social que existe sobre este consumo
ALBACETE. En torno al 20% de la población adulta utiliza ocasional o habitualmente fármacos psicotrópicos, como las benzodiacepinas, medicamentos con efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos y anticonvulsivos que los médicos prescriben para mitigar los estados de ansiedad, el insomnio, la abstinencia alcohólica, la epilepsia, pero cuyo abuso continuado provoca una importante adicción.
Bajo esta premisa, la UCLM ha organizado la tercera edición del curso de verano sobre adicciones, cuyas ediciones anteriores se han centrado en la adicción y la percepción social del consumo de alcohol y el cannabis, y que este año, tras el aplazamiento del previsto con la misma temática en 2020, versará sobre el consumo de benzodiacepinas y otras sustancias psicotrópicas. El curso, dirigido a estudiantes de Ciencias de la Salud, se celebrará los días 23 y 24 de septiembre, con modalidad mixta. La parte presencial tendrá lugar en el salón de actos de la Facultad de Farmacia y en el Jardín Botánico de la región, en Albacete. Bajo la dirección de la catedrática de Anatomía Embriología Humana María del Mar Arroyo, que imparte clase tanto en la Facultad de Farmacia como en la de Medicina; y el profesor contratado doctor Rigoberto López, que imparte docencia en el área de Psicología Social en la Facultad de Enfermería, el plazo de matrícula para inscribirse en este curso finaliza el próximo viernes.
El doctor López reconoció que «hay mucha gente que recibe indicaciones terapéuticas de fármacos para activar o deprimir alguna función del sistema nervioso central, como las personas depresivas, que consumen de forma crónica medicamentos psicotrópicos, como las benzodiacepinas, u otros que las necesitan para dormir».
Las estadísticas indican que el 20% de la población consume este tipo de sustancias, «especialmente hay un grupo mayoritario entre las personas de más de 65 años que su sueño está mediado por la química», agregó el profesor de Enfermería, y que necesitan de estos fármacos para conciliar el sueño.
Además, para la catedrática Arroyo este consumo abusivo de medicamentos psicotrópicos «supone un alto gasto farmacéutico, no hay un seguimiento pormenorizado de estos casos, sino que el paciente que consume estos fármacos suele hacer un consumo crónico cuando las indicaciones farmacoterapéuticas indican que hay que hacer un control temporal e incluso cambiar de benzodiacepina para no generar adicción».
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