NOTICIAS: 07.07.2021
Algunos términos médicos pueden ser engañosos. La EPOC es un claro ejemplo de ello. Aunque puede parecer una condición única del nombre, que significa enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en realidad representa un grupo de enfermedades pulmonares.
Madrid. La EPOC incluye enfisema, bronquitis crónica y asma crónica. Más de un 3% de españoles han sido diagnosticados con algún tipo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero podría haber muchas más personas sin diagnóstico.
¿Qué es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica?
Esta enfermedad es más conocida por la abreviatura de sus palabras. No es más que un grupo de enfermedades pulmonares progresivas. Las más comunes de estas enfermedades son el enfisema y la bronquitis crónica, aunque muchas personas con esta enfermedad padecen ambas afecciones.
El enfisema destruye lentamente los sacos de aire en los pulmones, lo que interfiere con el flujo de aire hacia fuera. En cambio, la bronquitis causa inflamación y estrechamiento de los bronquios, lo que permite que se acumule la mucosidad. Si no se trata, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede provocar una progresión más rápida de la enfermedad, problemas cardíacos y empeoramiento de las infecciones respiratorias.
Los fumadores actuales o las personas que solían fumar son las que tienen un alto riesgo. Más allá de eso, también pueden darse casos en mujeres, personas de 65 años o más, personas que están desempleadas, jubiladas o no pueden trabajar, o aquellos con menos de la educación secundaria. Posiblemente, estos últimos casos se deban a unas peores condiciones de vida y salud.
Síntomas habituales de la EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica dificulta la respiración. Los síntomas pueden ser leves al principio, con un poco de tos intermitente y dificultad para respirar. Conforme la enfermedad avanza, los síntomas pueden volverse más constantes hasta causar dificultad para respirar correctamente.
Es habitual experimentar sibilancias y opresión en el pecho o tener una producción excesiva de esputo. Algunas personas con EPOC tienen episodios agudas, con brotes de síntomas graves. Al principio, los síntomas de la enfermedad pueden ser bastante leves y pueden confundirse con un resfriado. Entre esos se encuentra:
- Dificultad para respirar ocasional, especialmente después del ejercicio
- Tos leve, pero habitual
- Necesidad de aclararse la garganta con frecuencia, especialmente a primera hora de la mañana
- Cambios sutiles en el día a día, como evitar las escaleras o no hacer ejercicio
No obstante, los síntomas pueden empeorar progresivamente y ser más difíciles de ignorar. A medida que los pulmones se dañan más, es posible experimentar:
- Dificultad para respirar, incluso después de hacer ejercicio leve, como subir un tramo de escaleras
- Sibilancias, que es un tipo de respiración ruidosa de tono más alto, especialmente durante las exhalaciones
- Opresión en el pecho
- Tos crónica, con o sin moco
- Necesidad de eliminar la mucosidad de los pulmones todos los días
- Resfriados frecuentes, gripe u otras infecciones respiratorias
- Falta de energía
Por lo general, las personas con esta enfermedad pulmonar tendrán brotes, que se suelen desencadenar por infecciones o la exposición a un irritante como la contaminación o el humo.
Por desgracia, conforme avanza la EPOC, se puede provocar una discapacidad progresiva y, en última instancia, insuficiencia respiratoria, que puede provocar la muerte. La esperanza de vida con EPOC depende de la gravedad de la afección y de la capacidad de aguante de la persona.
Causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La EPOC no es contagiosa. La principal causa de la enfermedad es el tabaquismo. Según los profesionales, la exposición prolongada al humo del tabaco es el factor clave aquí. Eso incluye, por supuesto, fumar tú mismo o estar expuesto al humo como fumador pasivo. Cuanto más tiempo hayas fumado, mayor será tu riesgo.
Con el tiempo, el humo daña los pulmones y provoca enfisema (cuando se dañan los sacos de aire de los pulmones) y bronquitis crónica (cuando los conductos que llevan el aire hacia y desde los pulmones se inflaman). Entre otros factores que pueden influir están la exposición a la contaminación del aire, inhalar polvos y humos en el trabajo, infecciones pulmonares y la genética.
Hasta un 5 por ciento de las personas con EPOC tienen una deficiencia de una proteína llamada alfa-1-antitripsina. Esta deficiencia hace que los pulmones se deterioren y también puede afectar al hígado. También puede haber otros factores genéticos asociados en juego.
¿Cómo se diagnostica la EPOC?
La EPOC se diagnostica con una evaluación médica que incluye una revisión de los síntomas y un examen físico detallado. También se pedirán pruebas de diagnóstico por imágenes del tórax y de la función pulmonar. Una prueba que se realiza a menudo para diagnosticar esta enfermedad es la prueba de seis minutos, que evalúa cómo de lejos puedes caminar en ese período de tiempo. Aunque la prueba es muy simple y directa, en realidad puede decir mucho a un experto sobre cómo es tu cuerpo bajo un esfuerzo (los pulmones en concreto).
Cuando acudas al médico, asegúrate de mencionar todos los síntomas. Así que deberías comentar si eres fumador o has fumado en el pasado, estás expuesto a irritantes pulmonares en el trabajo, estás expuesto a mucho humo pasivo, tienes antecedentes familiares, padeces asma u otras afecciones respiratorias y si tomas medicamentos de venta libre o recetados.
Durante el examen físico, el médico usará un estetoscopio para escuchar tus pulmones mientras respira. Después de todo esto, el médico podría pedir la realización de alguna de estas pruebas:
- La espirometría es una prueba no invasiva para evaluar la función pulmonar. Durante la prueba, respirarás profundamente y luego soplarás en un tubo conectado al espirómetro.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes, como una radiografía de tórax o una tomografía computarizada. Estas imágenes pueden proporcionar una vista detallada de los pulmones, vasos sanguíneos y corazón.
- Una prueba de gasometría arterial. Esto implica tomar una muestra de sangre de una arteria para medir el nivel de oxígeno en sangre, dióxido de carbono y otros niveles importantes.
Tratamiento para mejorar la EPOC
Realmente no existe cura para la EPOC, pero esta afección se puede controlar y tratar. No obstante, los siguientes tratamiento no se enumeran con la expectativa de evitar el análisis médico. Es importante acudir al especialista para que valore la gravedad de tu enfermedad.
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar es exactamente lo que parece: rehabilitación para fortalecer los pulmones. Al igual que la fisioterapia, esta terapia pulmonar es un programa de ejercicios que se enfoca en fortalecer los pulmones y los músculos que los sostienen. Puedes hacer sesiones de andar, yoga, mindfulness y respiración.
Normalmente se realiza en un ambulatorio u hospital, aunque también puede hacerse en casa.
Cirugía para EPOC
La entrada en quirófano se reserva para casos graves o cuando otros tratamientos han fallado, por lo que es más probable que esto suceda cuando se tiene una forma de enfisema grave. Un tipo de cirugía se llama bullectomía, y durante este procedimiento, los cirujanos extraen grandes espacios de aire anormales (ampollas) de los pulmones.
Otra es la cirugía de reducción del volumen pulmonar, que elimina el tejido pulmonar superior dañado. La cirugía de reducción del volumen pulmonar puede ser eficaz para mejorar la respiración, pero pocos pacientes se someten a este procedimiento importante y algo arriesgado. Incluso, el trasplante de pulmón puede ser otra opción. El trasplante puede curar eficazmente la EPOC, pero tiene muchos riesgos.
Medicación
Uno de los tipos de medicamentos más comunes para la EPOC son los medicamentos para la broncodilatación, que ayudan a abrir las vías respiratorias. Normalmente se administran como inhaladores.
Otros medicamentos pueden incluir antibióticos, porque tratar las infecciones desde el principio es importante para controlar esta enfermedad. Los expertos aseguran que una infección en los pulmones o el tracto respiratorio puede causar aún más dificultad para respirar y empeorar la afección.
Terapia de oxígeno
Para las personas con un nivel de enfermedad grave y niveles bajos de oxígeno, pueden utilizar la oxigenoterapia. Sin embargo, esta terapia debe administrarse con cuidado en personas que padezcan gravedad, por lo que solo debe usarse bajo la supervisión de un médico.
Cambios en el estilo de vida
Cambiar el estilo de vida puede desempeñar un papel importante en el manejo de la enfermedad de los pulmones. Algunas de las cosas más importantes que puedes hacer para controlarla son dejar de fumar y vapear, evitar estar cerca del humo del tabaco y mantenerte alejado de la contaminación del aire tanto como sea posible.
Además, se aconseja estar al día con las vacunas, como la anual contra la gripe, para ayudarte a evitar caer enfermo y empeorar los síntomas de la EPOC.
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