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Conoce las nuevas formas de sumisión química en las agresiones sexuales

30.07.2022

Los pinchazos con sustancias químicas se están popularizando en los locales nocturnos y las festividades- Descubre sus síntomas y cómo funcionan.

MADRID. Las discotecas, el templo del baile, la música, la fiesta y… las drogas. Los casos de denuncias por violación mediante la sumisión química se están multiplicando desde hace años, según los expertos. Los delitos de violación por sumisión química, como se llama a este fenómeno de drogar a la víctima para que pierda la conciencia, han ido variando a lo largo de los años.  Los dos hechos –sumisión química y agresiones sexuales en grupo– compiten en los últimos años por la atención mediática, a pesar de que los datos disponibles no permiten saber si este tipo de violencia sexual ha aumentado realmente en los últimos años.  Entre el 17 y el 30% de las agresiones sexuales a mujeres se cometen bajo el efecto de alguna sustancia química Lo que explica esa pérdida parcial de memoria y de la voluntad de la víctima es una droga en su organismo, normalmente benzodiazepinas (valium, orfidal, tranxilium, diezepan), escopolamina (conocida comúnmente como burundanga), éxtasis líquido o rohypnol.

 En la sumisión oportunista o mixta las sustancias más comunes son alcohol etílico, cocaína o cannabis, a veces combinadas «con tratamientos farmacológicos propios de la víctima» como pueden ser antidepresivos, antipsicóticos o antihistamínicos. Ahora, desde hace unos meses, se está popularizando una nueva forma de agresión: los pinchazos.

Aunque el primer caso denunciado en España ocurrió en Ibiza, están surgiendo nuevos relatos de mujeres que han sufrido este tipo de agresión en fiestas. Durante las fiestas de San Fermín han sido los que han alertado a las autoridades, pero también en discotecas y locales de ocio nocturno.  Aún se siguen investigando muchos de estos hechos y los expertos han comenzado a analizar la situación para entender si se trata de una nueva forma de actuación para robar y, sobre todo, para ejercer la violencia sexual.  Pero, ¿Cómo funciona? y, ¿Cuáles son sus síntomas?

Síntomas y funcionamiento

En este tipo de practica, las sustancias que se aplican habitualmente son benzodiazepinas ( con efectos sedantes, hipnóticos y amnésicos), GHB (una sustancia que en exceso puede provocar pérdida de consciencia) y ketamina, un anestésico que produce una gran somnolencia y que desaparece rápidamente de la sangre.

Dependiendo de la sustancia inyectada y de la dosis aplicada, los síntomas varían en cada persona. Pero normalmente, los síntomas más comunes son:

  • Mareo
  • Adormecimiento de las extremidades
  • Pérdida de visión e incluso de la capacidad de habla
  • Sensación de cansancio y extenuación
  • Desmayo y pérdida de conciencia

El método es utilizado tanto por agresores sexuales como por ladrones, quienes acuden a estos lugares en busca de víctimas a las que inoculan las drogas acercándose a ellas y pinchando en alguna de sus extremidades de forma rápida y disimulada.  También es muy común mezclar las sustancias psicotrópicas con la bebida o comida que estén consumiendo las víctimas.

Los blancos suelen ser víctimas a las que observan más solitarias o sin compañía en ese momento. Una vez realizada su hazaña, esperan alrededor de 15 minutos, hasta que los estupefacientes hacen efecto y las chicas pierden su autonomía y sus facultades, para aprovechar y abusar sexualmente de ellas o robar sus pertenencias.

 ASPECTOS A TENER EN CUENTA

Las consecuencias de recibir un pinchazo, además de las más evidentes ya mencionadas, pasan por:

  • Puede existir una lesión y no sabemos si la aguja utilizada tiene una dimensión mayor o menor, por tanto el pinchazo puede producir una hemorragia que no sería mortal, pero sí tendría consecuencias más graves de lo que podría parecer. De hecho, puede llegar a afectar a un nervio y generar complicaciones.
  • Contagiar alguna enfermedad de forma casual o incluso que se haya buscado el pinchazo para provocarnos una enfermedad o un daño mayor. También está la intoxicación en sí, que significa introducir una sustancia en otra persona para manipularla o incluso intoxicarla con el objetivo de hacerle daño.

Por ello, si notas un pinchazo, avisa a más personas que estén acompañándote o de testigos para que puedan cuidarte y sacarte del local. Avisa a la policía y, por supuesto, acude a un hospital para que puedan activar el protocolo de sumisión química. En todos los casos es necesaria la toma de muestras de sangre y orina tanto para facilitar la investigación como el diagnóstico.  Asimismo, es conveniente pedir un tratamiento preventivo contra el VIH.

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