NOTICIAS: 16.11.2022
De acuerdo al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), el consumo de alcohol se establece en 10 gramos/día en mujeres y 20 gramos/día en hombres), según señala el ministerio de Sanidad en la primera edición de la ‘Monografía de Alcohol del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones’.
El 16% de los alumnos de secundaria de Galicia reconoce que se ha emborrachado en los últimos 30 días. En España el porcentaje sube hasta el 24%. Son porcentajes muy similares a los que reconoce que ha realizado botellón.
Entre la población adulta de toda España, el consumo de alcohol diario ronda el 9%, el 8% en Galicia. Un 7% y un 10%, respectivamente, indica que no lo han probado en su vida.
Las intoxicaciones etílicas agudas (borracheras) y consumo de alcohol en atracón (que aparece en el informe con la denominación en inglés ‘binge drinking’) están al alza. Este tipo de consumo intensivo es más frecuente en los hombres y entre los más jóvenes, como se puede ver en el siguiente gráfico.
El alcohol es uno de los elementos más arraigados a la sociedad y la tradición española. Sin ir más lejos, brindamos para celebrar un cumpleaños, una comunión, una boda, varias fechas señaladas… Las cervezas y el vino son algunas de las bebidas alcohólicas que raramente faltan en nuestra mesa. De hecho, según una encuesta de European health interview survey (EHIS), un 13% de los españoles tomaban alcohol cada día, convirtiendo España en el segundo país de la Unión Europea que bebía con más frecuencia entre los años 2018 y 2020.
Ante una tradición tan arraigada, es complicado cambiar los hábitos, y más aún cuando estos han empeorado con el tiempo. «Ahora la gente sale de fiesta y bebe mucho para coger ‘el punto’, que sería el fenómeno de los botellones. Son personas cuyo único objetivo de reunirse es cogerse una borrachera. Este fenómeno ha producido que la forma de divertirse sea muy diferente a la de hace unos cuantos años», lamenta el doctor Xavier Fàbregas, médico especialista en Adicciones y Salud Mental, además de director y fundador de la clínica Mas Ferriol.
Los datos del Idescat indican que, en 2021, hubo 5.877 personas en tratamiento por adicción al alcohol, pero la realidad es que la cifra es bastante más amplia. De hecho, el Dr. Fàbregas estimaba en CatalunyaPress que un 20% aproximado de la población es adicta realmente al alcohol.
¿CUÁNTA CANTIDAD DE ALCOHOL SE ENCUENTRA DENTRO DE LO NORMAL?
Hay que diferenciar las personas que abusan del alcohol de las que son adictas realmente. «Es importante diferenciarlo porque hay personas que hacen abuso del alcohol y no son conscientes», declaraba el doctor.
Para saber cuándo se abusa del alcohol, es importante saber la medida que se considera normal antes de que ocasione problemas a nuestra salud. La medida se conoce como UBE (o unidades de bebida estándar), y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que el consumo puede ser de riesgo cuando se superan las 4 UBE al día o las 28 UBE a la semana en los hombres; o bien las 2 UBE diarias o las 17 UBE semanales en las mujeres.
Para hacernos una idea, 1 UBE sería equivalente a una copa de vino, una cerveza o un carajillo, mientras que 2 UBE serían un cubata, un whisky o una copa de coñac, más o menos.
«La gente no es consciente de que estas cantidades significan que estás haciendo un daño directo al organismo», certifica el Dr. Fàbregas. El problema del alcohol, más allá de que se infringe sobre uno mismo, es el que se puede hacer al resto. «A pesar de que sean substancias legalizadas y de uso frecuente, eso no significa que no sean peligrosas. Por ejemplo, están asociadas a aspectos problemáticos como los accidentes de tráfico, las peleas, los trastornos y las discusiones familiares, las violaciones… Es una substancia que desinhibe y puede traer problemas», concluye el doctor.
¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN EL CONSUMO DE ALCOHOL?
Uno de los primeros factores que influyen en el consumo es la tradición, ya que beber alcohol (sea de forma moderada o abusiva) está muy arraigado a la sociedad española.
También hay que tener en cuenta el contexto social y económico de las personas: cuanto peores son las perspectivas de futuro de las personas, más se intenta buscar formas de alejarse de la realidad, y por desgracias, el alcohol es la droga más barata y socialmente más aceptada.
La moda sería también el tercer factor que influye en el la ingesta de alcohol. «En un momento dado, a través de las redes sociales se muestra este punto de intoxicación como forma para divertirse», explica el especialista.
Además, si nos fijamos en el origen de esta sinergia de fiesta-borrachera, hay que fijar la vista en la década de los 80, cuando los jóvenes de algunos movimientos como los punk empezaban a tomar algunas sustancias para desfasarse. «Comienza a asociarse el hecho de salir de fiesta con pasarse de rosca», sentencia.
¿CÓMO DETECTAR UN PROBLEMA DE ABUSO DE ALCOHOL?
El primer indicador que nos muestra que alguien está bebiendo más de la cuenta es la cantidad, propiamente. No obstante, es habitual que las personas pongan freno a la ingesta masiva de alcohol cuando ven las consecuencias personales que acarrean. «En el abuso, hay un uso perjudicial que puede acabar finalizando uno mismo porque cuando una persona detecta que le trae más problemas que ventajas, entonces la situación puede acabar reconduciéndose por sí sola», explica el especialista.
El problema real aparece cuando la persona continúa su ingesta masiva a pesar de ser consciente de todos los problemas que acarrea para la salud física y psicológica de la persona: «una persona es adicta cuando esta persona, a pesar de todas las consecuencias negativas evidentes, no es capaz de cortar con estos consumos».
Por lo tanto, el alcohol pasa de ser un método para divertirse cuando salimos de fiesta a una forma de olvidarse de todo lo malo que le rodea.
ADIÓS, ALCOHOL
Lo importante a la hora de dejar el alcohol es que una persona no sienta que se está perdiendo algo por dejar el alcohol. Es decir, es necesario que haya una compensación con otros ámbitos. Por ejemplo: si alguien deja de consumir bebidas alcohólicas, es prácticamente necesario que rellene este vacío con otros hábitos más saludables, como pareja, amigos o familia. De esta forma ya no se echará tanto de menos el alcohol y éste dejará de ser el eje sobre el que orbita la vida de un adicto.
Por lo tanto, si ya hes dejado de beber… ¿dejas de ser adicto? Este es posiblemente uno de los debates más interesantes, porque habrá quien diga que un adicto lo será para siempre, mientras que habrá otros que consideren que, pasado un tiempo prudencial, ya no se es adicto. El Dr. Fàbregas es más partidario del segundo grupo: «El hecho de que el alcohol no dirija tu vida y no te importe porque ya no lo consideras que es una cosa que te hace sufrir, no sé si te sitúa como ‘ex-alcohólico’. Quizá hay personas que hace más años que no bebe que el tiempo que bebió, realmente», sentenciaba el doctor Xavier Fàbregas.
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