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El alcoholismo en la tercera edad

NOTICIAS: 11.03.2022

El alcoholismo en la tercera edad es  una realidad. Son los grandes olvidados y es fundamental prestarles una atención especial porque son un grupo vulnerable. Pueden iniciarse en el consumo de alcohol en esta etapa adulta, o simplemente mantener una dosis que antes toleraban y que ahora les supone un problema.

MADRID. El alcohol es una sustancia normalizada en la sociedad actual. El consumo de alcohol es habitual por jóvenes y mayores. Se percibe como un riesgo para los adolescentes porque están en edad de crecimiento.  Esta droga legal perjudica a sus cerebros, porque todavía están en desarrollo. Cuando se piensa en campañas de prevención y concienciación de alcohol los destinatarios son siempre los mismos: los adolescentes. ¿Entonces, qué sucede con los más mayores? Ellos también consumen alcohol.

Las adicciones a una cierta edad, pueden volverse todavía más tabú e intentar mantenerlas en secreto. De hecho. la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes establece el término de «epidemia oculta» para referirse a las adicciones en la tercera edad. Es importante visibilizar esta realidad y solicitar los servicios de profesionales expertos en adicciones para que te ayuden a superar la adicción.

Los efectos del alcohol en personas mayores

El alcohol afecta de diferente manera a personas mayores que a adolescentes,. Aunque, consumir alcohol tiene efectos secundarios negativos independientemente de la edad. Los ancianos tienen un riesgo añadido vinculado al consumo de alcohol. Al envejecer, las personas metabolizan el alcohol más lentamente. Así que, permanece más tiempo en el cuerpo, lo que aumenta el potencial de que sea nocivo. Con los años, crece la sensibilidad al alcohol y disminuye la tolerancia. Una dosis que antes el organismo podía tolerar bien con la edad se vuelve un problema. El riesgo de caída cuando se consume de alcohol aumentará porque los huesos están más débiles y será más fácil perder el equilibrio.

En la tercera edad, las personas tienen mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol. Es más habitual tener alguna patología, un problema de salud relacionado con la edad. Estas enfermedades empeorarán con el consumo de alcohol. Perjudica a dolencias tan habituales como osteoporosis, diabetes, presión arterial alta, derrame cerebral, úlceras… Además. también es común que se tomen medicinas para tratar ciertas dolencias. El consumo de pastillas mezclado con bebidas alcohólicas no está recomendado. Se pueden producir efectos adversos y hacer que los medicamentos pierdan eficacia.

La tensión en las relaciones familiares es otra consecuencia del alcoholismo en la tercera edad. A pesar de que este factor estaría presente casi siempre, sin importar la edad. Los vínculos con otros miembros de la familia empeoran,

El síndrome de Wernicke – Korsakoff

Quienes consumen grandes cantidades de alcohol pueden sufrir un trastorno mental conocido como síndrome de Wernicke- Korsakoff. Este síndrome (WKS) se relaciona con el alcoholismo crónico. Está formado por dos afecciones neurológicas: la encefalopatía de Wernicke, que es la etapa aguda del síndrome. Después aparece el síndrome amnésico de Korsakoff, que es la etapa crónica a largo plazo de WKS.

Está causado por la deficiencia de tiamina, una vitamina B1. Es un nutriente vital para el buen funcionamiento del metabolismo energético. Ayuda a las células a transformar carbohidratos en energía. La función de los carbohidratos es proporcionar energía. El consumo excesivo de alcohol impide la absorción de tiamina y la deficiencia de eta destruye las células cerebrales. Por lo tanto. provoca alteraciones neurológicas y deteriora las funciones cognitivas, afectando negativamente a la memoria y al aprendizaje.

Motivos del alcoholismo en la tercera edad

Las causas del consumo de alcohol pueden variar según la edad. Los adolescentes utilizan el alcohol para divertirse, socializar y desinhibirse. Mientras que, para los más mayores puede ser una vía de escape.

El alcoholismo en la tercera edad puede producirse por diferentes razones. La jubilación aumenta el tiempo libre y el consumo de alcohol puede verse reforzado. Ya no tienen tantas responsabilidades ni preocupaciones como antes. Hay un porcentaje elevado de ancianos que viven en soledad, aislados y se sienten abandonados. Pasan todo el día solos y no tienen a nadie con quien hablar. En estos casos, se usa la bebida como un refugio para olvidar su realidad. También para afrontar la depresión geriátrica que pueden estar sufriendo por sentir que ya han hecho todas las cosas en la vida y sentir que están llegado al final de sus días.

Otra de las razones por las que se puede intensificar el consumo de alcohol es por la dificultad de conciliar el sueño. Intentar solucionar el insomnio ingeriendo bebidas alcohólicas. Después de consumir alcohol se puede experimentar una sensación de somnolencia que puede hacer creer erróneamente que beber antes de ir a dormir ayudará a conciliar el sueño antes. A pesar de poder conciliar el sueño de manera más inmediata porque actúa como un sedante, no se descansará y la calidad del sueño disminuirá.

Tratamiento alcoholismo

Estar dispuesto a dejar de beber alcohol es la actitud que marcará un antes y un después en la enfermedad del alcoholismo en la tercera edad. Será el primer paso. Para que este deseo se convierta en realidad será necesario iniciar un tratamiento de desintoxicación guiado por profesionales.

Un adicto al alcohol no debe abandonar la bebida de manera brusca y sin ningún control. Si lo hace, padecerá un síndrome de abstinencia muy intenso. Temblores, sudoración, taquicardia, ansiedad… Son algunos de los síntomas. En  nuestro objetivo es conseguir que los pacientes vuelvan a recuperar el control de sus vidas. Sin depender de una sustancia perjudicial.

 

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