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El que deja el tabaco se regala cinco años de (buena) vida

NOTICIAS: 14.04.2022

Un estudio muestra que librarse del tabaco tiene tanta eficacia como tomar tres fármacos que suelen emplearse para prevenir infartos de miocardio e ictus

Estos son los mejores métodos para dejar de fumar

F. BARDAL

PAISE BAJOS. Abandonar el hábito de fumar se traduce en la misma cantidad de años libres de enfermedad cardiovascular que usar tres tipos de medicamentos preventivos combinados. Esta información se ha presentado en un encuentro científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) centrado en los últimos avances en estrategias preventivas.

«Las ventajas de dejar de fumar son aún mayores de lo que habíamos imaginado», ha declarado Tinka Van Trier, experta de la Universidad de Ámsterdam, en Holanda.

El trabajo de su equipo muestra que librarse del tabaco parece tener tanta eficacia como tomar tres medicamentos que suelen emplearse para prevenir infartos de miocardio e ictus (infarto cerebral) y que también se emplean antes de algunos procedimientos de cardiología para desbloquear las arterias. «Los pacientes pueden ganar cinco años de vida saludable», ha añadido la investigadora.

El análisis se ha centrado en individuos que fumaban, habían pasado por un infarto de miocardio o bien personas a las cuales se había puesto un implante para evitar el bloqueo de las arterias («stent») o cirugía de «bypass». «Es un grupo con un riesgo particularmente elevado de padecer otro infarto de miocardio o un ictus, y dejar de fumar es, potencialmente, la intervención preventiva que tiene más eficacia en estas circunstancias», ha añadido.

En el estudio se han incorporado datos de 989 pacientes de 45 años o más que seguían fumando como mínimo seis meses después de haber sufrido un infarto de miocardio o haber recibido un implante o «bypass».
La edad media de las personas estudiadas fue de 60 años. El 23% de ellos eran mujeres. Los pacientes generalmente estaban controlados con la medicación preventiva que se administra a este tipo de pacientes de forma habitual: medicamentos de la familia de los antiagregantes plaquetarios -para prevenir trombosis-, estatinas -para el control de los niveles de colesterol- y medicamentos para el control de la presión arterial. El tiempo medio que transcurrió entre el infarto o la cirugía fue de 1,2 años.

Cinco años… y más

Los investigadores emplearon un modelo conocido como SMART-REACH para calcular cuántos años de vida saludable se ganaban con el abandono del tabaco (sin infarto ni ictus). También calcularon los años de vida saludable ganados cuando los sujetos seguían fumando pero tomaban los tres medicamentos para prevenir enfermedades cardiovasculares. Los fármacos eran ácido bempedoico e inhibidores PCSK9, que sirven para reducir los niveles de colesterol LDL (el que conocemos como ‘colesterol malo’) y colchicina, un medicamento antiinflamatorio.

Los científicos observaron que el beneficio estimado de dejar el tabaco eran comparables a usar los tres tratamientos. Mientras dejar el tabaco aportaba 4,81 años sin episodios cardiovasculares, quienes tomaban los tres medicamentos ganaban 4,83 años en las mismas condiciones.

Van Trier añade en sus declaraciones: «Esto indica que dejar el tabaco es un paso muy importante para añadir años con calidad de vida a la esperanza de vida. Es importante recordar que el análisis no tuvo en cuenta otras ventajas de dejar de fumar, como los beneficios en la salud respiratoria, el riesgo de cáncer y la longevidad».

El abandono del tabaco es, en su opinión, uno de los pilares de la prevención en el campo de la salud cardiovascular para evitar infartos e ictus y para mejorar la salud general en cualquier momento, incluyendo el periodo que sigue a un infarto, y a cualquier edad. Sabemos que el consumo de cigarrillos está detrás de un 50% de las muertes prevenibles entre la población fumadora, de las cuales la mitad se deben a enfermedades cardiovasculares. Dejar de fumar después de un infarto guarda una relación directa con una mejor supervivencia cuando se compara con la situación de pacientes que continúan consumiendo cigarrillos.

La experta concluía sus reflexiones diciendo: «Si una persona está sopesando la posibilidad de librarse del tabaco, o si quiere saber más sobre el tema, lo mejor será que hable con un profesional sanitario. La motivación para abandonar el hábito es importante a la hora de tener éxito, pero luchar contra una adicción es más fácil cuando uno tiene apoyo médico y psicológico».

Fuente

 

 

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