NOTICIAS: 08.05.2022
Hermelo Molero Jefe del grupo de Drogas de la Ertzainetxea de Bilbao. «La droga de sumisión más famosa es la burundanga y muy pocas veces la usan»
ARANTZA RODRÍGUEZ – OSKAR M. BERNAL
Tras más de dos décadas al frente del grupo de drogas de la Ertzainetxea de Bilbao, Hermelo Molero realiza una radiografía del tráfico y consumo de sustancias estupefacientes en Bizkaia, donde las drogas de sumisión, pese a la alarma que causan, apenas ocupan espacio.
Las drogas de sumisión han vuelto a saltar a los medios a raíz del caso del asesino en serie de Bilbao.
—Hay muchas drogas de sumisión. Simples medicamentos, mal utilizados, cualquier tipo de hipnótico o de relajante para dormir, abusando de él, se puede utilizar como una droga de sumisión. La burundanga, que es la droga de sumisión más famosa, es muy difícil de encontrar y en muy pocas ocasiones la utilizan.
¿Han detectado últimamente alguna sustancia estupefaciente que les haya puesto en alerta?
—Cuando llega el verano solemos tener algún susto, sobre todo, con algún derivado anfetamínico, cuyo nombre cambia dependiendo del país y del año. Son drogas sintéticas, como la MDMA, el constructor de la fórmula se pasa de largo con alguna mezcla y produce algún problema de salud, incluso la muerte. Hemos tenido casos con el PMMA, que ocasionó varias muertes en Euskadi por un error en la fórmula. A un traficante no le interesa matar a sus clientes, con lo cual se consideran fallos del químico. Eso ocurre mucho menos con las drogas de origen natural, como la cocaína o la heroína.
La burundanga causó en su día gran alarma y ya apenas se habla
—Cuando hay una droga, por ejemplo un derivado anfetamínico, que no funciona bien o causa problemas, el propio traficante se preocupa de quitarla de la calle. Entre otras cosas, porque cuando hay muertes la Policía se reactiva aún más, hace más esfuerzos y eso no es bueno para él.
¿Qué sustancias son las que más se consumen ahora en Bizkaia?
—Tenemos un consumo muy elevado de marihuana porque su acceso es más fácil y cercano. Al aumentar este, ha decrecido el de hachís, porque son drogas muy similares. Además, la marihuana es ahora algo más barata. Estas serían las sustancias de más uso en menores. Como primera droga dura, acceden a la anfetamina. Es muy barata y su consumo más o menos se mantiene en el tiempo. La cocaína, que consumen desde gente muy joven a muy mayor, también se mantiene y, luego, tenemos un repunte de heroína.
¿Cuántas bandas de narcotraficantes operan en el territorio?
—En Bizkaia nos podemos encontrar con seis u ocho bandas criminales organizadas, como mucho, diez. Por otra parte, hay varios cientos de personas independientes que se dedican al tráfico de drogas. Algunas tienen un trabajador para ellos, el correo que les traslada o guarda las sustancias estupefacientes.
¿De dónde proceden esas bandas?
—Las organizaciones que se dedican a la distribución de hachís en grandes cantidades son de origen magrebí. Respecto a la cocaína, antiguamente teníamos una influencia muy importante de tramas colombianas, pero ahora muchos de los grandes traficantes de cocaína que tenemos en Bizkaia son originarios nuestros. También el tráfico de los derivados anfetamínicos casi lo controlan en exclusiva sectores vizcainos.
¿Cómo ha influido la pandemia en el tráfico de drogas en el territorio?
—Como no ha habido ocio, han bajado mucho todas las drogas estimulantes, que son las más usadas, sobre todo, por la juventud. En cambio, el consumo de marihuana y heroína se ha mantenido porque son drogas más de interior, de uno mismo.
¿Es Bizkaia un territorio donde se consume mucha droga en comparación con otros del Estado?
—El dinero que se tiene en la cartera influye para tener acceso a las drogas. Como vivimos en una zona considerada rica, si nos comparamos con el resto del Estado, tenemos un consumo bastante elevado de drogas. Estamos en la punta de lanza. Si tenemos muchos consumos, hay un mercado y si hay un mercado, hay traficantes. Además, en algunas drogas tenemos la desgracia de ser el máximo exponente de distribución del Estado. Por ejemplo, gran parte de la anfetamina que circula por el Estado pasa por Bizkaia.
¿Se trata del territorio donde más droga se consume del Estado?
—De los que más. Junto a Bizkaia podríamos añadir Gipuzkoa y algunas demarcaciones de pueblos o ciudades ricas del Estado. Es un tema de poder adquisitivo. De hecho, desde que hay registros, las únicas caídas que hay de consumo de drogas a nivel estatal coinciden con las crisis económicas. En el momento en que hay una recuperación, vuelve a subir el consumo. Está demostrado. Los precios de las drogas se repiten en cualquier punto del Estado, con lo cual es más fácil que alguien tenga aquí 50 euros para consumir que en otras zonas más pobres.
¿Cuánto cuesta un gramo de las sustancias más consumidas?
—Por ejemplo, un gramo de cocaína cuesta alrededor de 60 euros, un gramo de heroína ronda los 30 euros y un gramo de speed, de anfetamina, vale unos 10 euros. La marihuana y el hachís se venden en cantidades más altas, de cinco o diez gramos o de cien gramos. El precio de la sustancia es de 2.000 o 2.500 euros el kilo, por lo que saldrían a unos 20 euros los diez gramos.
¿Ha bajado mucho la edad de consumo en estos últimos años?
—Si hay consumo, hay traficantes. En las drogas de inicio –la marihuana, el hachís y el alcohol, aunque sea una droga legal– estamos detectando un consumo en edades muy similares a las de la última década. No nos tenemos que alarmar aún más. Lo que ocurre es que hay veces que nos rompen las medias, porque no es lo mismo que un chaval de 14, 15 o 16 años tenga sus primeras experiencias con drogas blandas, que es bastante habitual, que esa experiencia la tenga un niño de 10 años. La madurez es muy importante para el consumo de las drogas. Si un chaval tiene su primer contacto con una droga blanda a los 15 o 16 años es muy probable que si quiere seguir jugando con las drogas su primera experiencia con una droga dura la tenga con 17, 18 o 19, cuando ya tiene un poco más de conocimiento. En cambio, si ese chaval a los 10 años ha tenido ya contactos con drogas blandas, es muy probable que su primer consumo de droga dura sea demasiado joven. Siempre se es demasiado joven, pero en este caso aún más. Ahí nos tenemos que preocupar. No creo que haya descendido la edad de inicio. Los primeros contactos con las drogas blandas se mantienen entre los 12 y los 14 años.
¿Hay menores de edad que venden drogas a otros en la calle?
—Si hay consumo de menores, chavales que consumen, lo más normal es que otro menor les distribuya porque un adulto en el entorno puede ser mucho más llamativo. Casi siempre que hay un grupo de menores que consumen drogas hay alguien de la cuadrilla, de su entorno, que es el que se las suministra, que hace de traficante directamente.
¿Cuáles son las desarticulaciones de bandas o los alijos más grandes incautados en Bizkaia?
—Yo llevo 23 años dirigiendo el grupo de drogas de la Ertzaintza de Bilbao y hemos conseguido apartar mucha droga de la calle. Tenemos una operación muy importante de un barco en la que incautamos 2.500 kilos de cocaína y hemos desarticulado a un grupo muy importante de introducción de heroína, al cual le ocupamos 100 kilos de esta sustancia, que es la tercera ocupación más importante dentro del Estado. Luego hemos castigado sobre todo a la anfetamina, que para nosotros es una lacra, porque es la droga dura de inicio de la juventud. Hace unos días hemos desarticulado dos organizaciones que vendían cantidades muy importantes de anfetaminas. El grupo está todo el día trabajando y golpeando, lo que pasa es que esto nunca se acaba. Siempre hay otro que sustituye al antiguo rey.
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