NOTICIAS: 11.09.2022
Un estudio de la Universidad de Standford asegura que el 39% de las parejas heterosexuales y el 60% de las Lgbtiq se conocen mediante estas aplicaciones.
Sandra Suárez relata que usa Tinder. Ella es una quiteña de 36 años. Afirma que desliza perfiles en esta aplicación de citas con ritmo mecánico. Hasta que se acaban. Entonces aparece un mensaje anunciando: “no hay más solteros en tu zona”. Dice que es el ‘game over’ del amor. En efecto, las aplicaciones de citas se parecen, cada vez más, a un videojuego.
Una de cada cinco parejas que se casaron en Europa en 2021 se había conocido online, según el portal Bodas.net. Esto tiene un efecto: hoy en día es más fácil conocer a alguien y no se necesita la intermediación de amigos o salir a una discoteca para hacerlo. Es más rápido y está al alcance de cualquiera.
Pero este cambio tiene efectos colaterales. Uno de ellos es la ‘gamificación’ de las citas (del inglés game, juego), una forma de envolver en mecánicas jugables la búsqueda de pareja para retener al usuario por más tiempo.
Para conectar con una pareja y poder hablar con ella, Tinder pide al usuario que deslice los perfiles de los candidatos a un lado u otro de la pantalla, aceptándolos o rechazándolos, en un carrusel de pretendientes interminable.
Mileniales están más expuestosSegún diversos estudios, Tinder cuenta con 57 millones de usuarios en 190 países que deslizan 1 500 millones de perfiles al día. Las fotos pasan de un lado a otro como cromos de un álbum. Por eso, muchos usuarios llaman “coleccionar cromos” a la búsqueda constante de enlaces.
Sandra confiesa: “creo que ha habido momentos en los que me he sentido enganchada. Te crea tal adicción que sigues buscando, en lugar de entablar una conversación con la gente, sigues pasando perfiles. Ya es algo que hago de forma mecánica, cuando voy en el bus, cuando estoy viendo la tele o en los ratos libres”.
Según la psicóloga Alegría Silva, el caso de Sandra no es único. Uno de cada seis solteros reconoce ser adicto a la búsqueda de parejas, según un informe de 2021 de Match, empresa matriz de las aplicaciones para relacionarse por Tinder, Match, OKCupid, Pairs y Hinge.
Este problema no afecta a todos por igual. Los mileniales son 125% más propensos a caer en este comportamiento que las generaciones anteriores. Los hombres son 97% más vulnerables que las mujeres.
Este efecto no es casual, es intencionado y ha sido diseñado con cuidado. Se llama ‘swipe infinito’ y es un mecanismo similar al que usan redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, (en estos casos se desliza hacia abajo) para retener al usuario con una concatenación de publicaciones sin fin.
“Se ha comprobado que este sistema activa la segregación de dopamina, creando un grado de adicción”, señala la psicóloga Silva. “Lo que ocurre en el cerebro con estas aplicaciones es parecido a lo que pasa con los juegos de azar o las máquinas tragamonedas”, afirma.
Es un programa de reforzamiento variable, en el que la recompensa aparece de vez en cuando, señala la especialista: “la esperanza de conseguir esta recompensa en las plataformas nos motiva a seguir”.
El problema es que con las ‘apps’ de citas la recompensa no es ver una publicación interesante, ni tres cerezas rojas en fila. Es la validación física, una posible cita y quién sabe si el amor de la vida.
Tocar esas teclas emocionales en los usuarios puede reportar una gran cantidad de dinero.
Mecanismos de acciónHay nuevos minijuegos y mecanismos para retener al usuario en las ‘apps’ de citas. Tinder añadió funcionalidades lúdicas. Un ejemplo es Swipe Night, un interactivo que pide al usuario tomar decisiones morales para sentirse bien.
Los usuarios señalan que las aplicaciones están todo el tiempo retando a los interesados. La gamificación se está haciendo más evidente en un movimiento que desde Tinder justifican como una forma de acercarse más a los gustos que tiene la generación Z.
El problema no está solo en el algoritmo o en el diseño de la aplicación, sino también en la personalidad y el entorno del usuario. Personas con malestar emocional están más expuestas a desarrollar adicciones.
No siempre las aplicaciones aprovechan vulnerabilidades. Hay algunas que están estableciendo medidas de bienestar digital. Por ejemplo, Bumble lanza periódicamente mensajes a sus usuarios para parar y minimizar el impacto negativo.
Plataformas para relacionarseMeetic es popular en Europa; solo en España tiene un millón de usuarios. Garantiza seguridad al recopilar y compartir datos.
Badoo se define como sala de chat y sitio para valorar fotos y citas. Hace 10 años está censurada en los países islámicos.
OkCupid es la ‘app’ de citas que más herramientas añade para buscar con precisión a los individuos que mejor encajen.
Grindr es muy utilizada entre personas Lgbtiq y para relacionarse. Es gratuita y su funcionamiento es sencillo.
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