NOTICIAS: 05.11.2021
La última ley vigente contra el tabaquismo es la Ley 42/2010. El tabaquismo provoca 60.000 muertes anuales
MADRID. Cuando era Ministro de Sanidad Salvador Illa se mostró partidario de aumentar el precio del tabaco y de los cigarrillos electrónicos en la reforma legislativa contra el tabaco que estaban preparando. Una medida que según los neumólogos debe ser «irrenunciable» para que esta sea efectiva.
Además la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) defiende que esta futura ley debe prohibir el consumo del tabaco en espacios públicos abiertos, instaurar el empaquetado genérico, regular la venta, consumo y publicidad de los cigarrillos electrónicos para que esta regulación sea igual a la del tabaco e incrementar y promover la asistencia sanitaria a los fumadores para que abandonen el consumo de tabaco.
Carolina Darias, la sucesora de Illa en Sanidad ya ha anunciado que combatir el tabaco en espacios públicos será una de las líneas de trabajo de su departamento, tal y como defienden los neumólogos.
En España, la última ley vigente contra el tabaquismo es la Ley 42/2010. Una normativa que tiene «algunas deficiencias que merece la pena abordar», a fin de «construir una ley que sea más eficaz y más eficiente para prevenir que los jóvenes se inicien en el consumo de tabaco, facilitar que los fumadores dejen de fumar y, sobre todo, para proteger la salud de los no fumadores frente al aire contaminado del consumo de tabaco», según comenta el presidente de SEPAR, Carlos A. Jiménez Ruiz.
La nueva ley antitabaco
Desde Sanidad se está preparando un nuevo Plan Nacional de Prevención del Tabaquismo al que aún están haciendo aportaciones expertos e instituciones y sociedades científicas.
La intención de la ministra Carolina Darias es actualizar las regulaciones por tres vías: una primera con la reforma de la ley, en donde se incluiría la prohibición de fumar en las terrazas y los estadios de fútbol.
Una segunda vía, finalmente en manos del Ministerio de Hacienda, en la que se pretende equiparar la fiscalidad del tabaco convencional a la de los nuevos productos (cigarrillos y dispositivos electrónicos); y un tercer frente sería a través de un decreto ley que instaure el empaquetado genérico y el contenido (aditivos y saborizantes) de los e-cigs.
Actualmente, el tabaquismo provoca 60.000 muertes anuales. Cada vez que se ha reformado la legislación antitabáquica, ha habido un descenso de la prevalencia de tabaquismo, que llegó a situarse en el 31 por ciento de la población con la ley de 2010 y siguió disminuyendo, hasta que en 2017 experimentó un repunte, hasta el 34 por ciento de fumadores.
«Necesitamos un nuevo movimiento, sobre todo legal, para que esto no ocurra», comenta el doctor Jaime Signes-Costa, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR.
Pero, para conseguir que la nueva ley sea efectiva, de forma que disminuya el tabaquismo en la población, SEPAR defiende que esta debe incluir cinco medidas «irrenunciables», entre las que se encuentra el aumento del precio del tabaco, tanto de cigarrillos, como puros, tabaco de liar, pipas de agua, cigarrillos electrónicos y tabaco calentado.
Igualmente, instan a:
- La prohibición del consumo de tabaco en espacios públicos abiertos, como terrazas, estadios deportivos, playas, parques, plazas de toros, etc.
- Contemplar la estricta vigilancia del cumplimiento de esa prohibición con un sistema punitivo a aquellos que la incumplan.
Otras de las medidas que defienden es la instauración del empaquetado genérico, ya que «supone la desaparición de los logos e imagen de las compañías tabaqueras y se ha traducido en menos ventas y una menor tasas de tabaquismo en los países que la han implantado, como Australia y Nueva Zelanda, con tasas de tabaquismo muy bajas».
También instan a regular la venta, el consumo y la publicidad de los cigarrillos electrónicos y de los dispositivos que calientan pero no queman tabaco, de forma que tengan la misma regularización que los cigarrillos.
Los neumólogos también ven necesario incrementar y promover la asistencia sanitaria a los fumadores para que abandonen el consumo del tabaco. «Es fundamental que se potencie la creación y desarrollo de unidades de tabaquismo en todo el sistema sanitario público y que se financien todos los tratamientos que han demostrado ser seguros y eficaces para ayudar a dejar de fumar. Todos los fumadores que hagan un serio intento por dejar de fumar, y que lo realicen en el contexto de un programa de asistencia sanitaria, deben tener acceso financiado a este tipo de tratamientos sin ningún tipo de restricciones», resaltan.
Comments