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Pautas de Uso de Cannabis de Menor Riesgo, para reducir los daños a la salud del consumo de cannabis no medicinal: una actualización integral de la evidencia y recomendaciones

NOTICIAS: 27. 11.2021

INTERNACIONAL. Un nuevo estudio ha realizado una actualización integral de la evidencia científica y las recomendaciones de la Lower-Risk Cannabis Use Guidelines (LRCUG) [Pautas de Uso de Cannabis de Menor Riesgo], un documento que recoge recomendaciones basadas en la evidencia para reducir los daños derivados del consumo de cannabis no medicinal. Los responsables del estudio han evaluado las recomendaciones que ya se incluían con la nueva evidencia y han añadido nuevas recomendaciones. Los resultados se clasificaron según la evidencia y se organizaron por temas que más tarde fueron consensuados por el grupo de expertos. El resultado fueron una docena de recomendaciones y tres consejos de prudencia que exponemos seguidamente:

Recomendaciones:

  1. Retrasar la edad de inicio del consumo: El inicio del consumo de cannabis debe retrasarse hasta después de la adolescencia tardía, o la finalización de la pubertad, para reducir las vulnerabilidades de daño relacionadas con el desarrollo. Evidencia moderada.
  2. Consumir productos de menor potencia: Los productos de cannabis con un contenido total de THC más bajo o una proporción alta de contenido de CBD/THC, reducen los riesgos de efectos adversos agudos y crónicos de salud mental o física. Evidencia de sustancial a moderada.
  3. Evaluar los riesgos de cada modalidad de consumo: Todas las opciones principales de modos de uso disponibles conllevan cierto riesgo de daño. En general, la inhalación de cannabis (ya sea fumando o vapeando) produce efectos psicoactivos de dinámica similar y rápidos. Fumar cannabis puede dañar el sistema respiratorio; este es particularmente el caso cuando se agrega tabaco. Vaporizar cannabis reduce sustancialmente los niveles de exposición a toxinas en comparación con fumar, pero puede involucrar otros contaminantes dañinos. La ingestión oral de productos de cannabis da como resultado un inicio más tardío y prolonga la duración de los efectos psicoactivos. Evidencia de sustancial a moderada.
  4. No contener la respiración: La contención prolongada de la respiración o prácticas de inhalación similares aumentan la ingesta de material de contenido tóxico y el riesgo de daño al sistema pulmonar. Evidencia limitada.
  5. Evitar el uso frecuente o intensivo: El uso frecuente o intensivo están fuertemente asociados con una multiplicidad de resultados adversos graves en la salud física y mental. Idealmente, la persona debería limitar su consumo de cannabis al uso ocasional o poco frecuente (por ejemplo, usar solo 1 o 2 días a la semana, solo los fines de semana) y evitar el uso repetido e intensivo de “atracones” durante el día o la noche durante períodos de tiempo prolongados. Evidencia sustancial.
  6. Utilizar productos y dispositivos de cannabis legales: Los productos ilegales de cannabis no están regulados por su calidad y seguridad y, por lo general, no están etiquetados por su THC, por lo que pueden aumentar los riesgos de experiencias adversas y problemas de salud. Evidencia limitada.
  7. Abandonar o reducir el consumo cuando aparecen efectos adversos: Las personas que experimenten un rendimiento cognitivo deficiente deben considerar suspender temporalmente o reducir sustancialmente la frecuencia y potencia de su consumo. Los efectos adversos pueden revertirse al menos parcialmente después de períodos relativamente cortos de abstinencia o reducciones muy sustanciales en la intensidad del consumo de cannabis. Evidencia limitada.
  8. Evitar conducir bajo los efectos del cannabis: El consumo de cannabis inhalado generalmente puede afectar las habilidades esenciales de conducción durante aproximadamente 6 a 8 horas; El uso de comestibles puede producir deterioro durante 8 a 12 horas, pero estos tiempos pueden variar de un contexto de uso a otro. Evidencia de sustancial a moderada.
  9. Evitar el consumo de cannabis durante el embarazo: El consumo de cannabis, especialmente durante el embarazo, puede afectar negativamente a algunos resultados de salud prenatales y posnatales de la descendencia. Los cannabinoides también se pueden transmitir a los bebés a través de la leche materna. Es probable que la magnitud de cualquiera de estos efectos adversos de estas exposiciones en la concepción, el desarrollo del feto o del lactante sea pequeña. Evidencia limitada.
  10. No combinar sustancias psicoactivas: El uso simultáneo de cannabis y otras sustancias psicoactivas o medicamentos psicotrópicos puede amplificar los riesgos de algunos daños a la salud, como por ejemplo, el uso frecuente de cannabis y tabaco y / o alcohol. Los cannabinoides también pueden influir en los procesos metabólicos de formas que interactúan de manera adversa con una variedad de medicamentos (por ejemplo, inhibidores de proteasa, psicotrópicos). Evidencia de moderada a limitada.
  11. Las personas con un riesgo elevado de problemas de salud relacionados con el consumo de cannabis debido a predisposiciones biológicas o comorbilidades, deben evitar o ajustar su consumo de cannabis: Los mayores riesgos de daño se extienden a las personas con una predisposición genética o una psicosis activa, trastorno del estado de ánimo o trastorno por uso de sustancias. Además, las personas con riesgos cardiovasculares preexistentes pueden tener un mayor riesgo de daño agudo, especialmente si inhalan productos de alta potencia. Evidencia de moderada a limitada.
  12. Estar alerta con la combinación de factores de riesgo: En general, la evidencia más sólida sugiere que la combinación del uso frecuente e intensivo de productos de cannabis de alta potencia, especialmente a una edad temprana (p. Ej., Adolescencia), aumenta sustancialmente el riesgo de resultados y daños adversos agudos o crónicos clave. Evidencia de sustancial a limitada.

Precauciones generales

Precaución general A: No existe un nivel universalmente seguro de consumo de cannabis. Quienes consumen cannabis deben ser conscientes de que ciertas formas de consumir cannabis aumentan los riesgos. La probabilidad y la posible gravedad de estos resultados adversos dependerán además de las características del usuario y de las circunstancias en las que se produce el uso. En consecuencia, la reducción de los factores de riesgo relevantes puede ayudar a reducir la probabilidad de tales daños para la persona que consume cannabis.

Precaución general B: El consumo frecuente de cannabis, y especialmente el uso intensivo durante períodos más prolongados, puede provocar un trastorno por consumo de cannabis o dependencia del cannabis. La dependencia se caracteriza por síntomas como ansia por el cannabis, abstinencia, descuido de las obligaciones esenciales y capacidad limitada para controlar o reducir el consumo de cannabis.

Precaución general C: Las personas que consumen cannabis deberían ser responsables para evitar el consumo de cannabis que pueda ocasionar daño a otros. Por ejemplo, la conducción en estado de ebriedad, o la exposición al humo de segunda mano del cannabis.

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