NOTICIAS: 06.11.2021
«El colectivo es muy representativo dentro de la cárcel de Teixeiro», apuntaron en la fundación gallega
CARBALLO / LA VOZ
CARBALLO/GALICIA.
La Fundación Érguete, cuya sede en A Coruña se ubica en el número 85 de la avenida de Arteixo, atiende cada año a unos 200 nuevos reclusos, en su mayoría del penal de Teixeiro. Buscan una salida laboral y formativa, así como una integración social efectiva una vez hayan concluido sus respectivas condenas. De ellos, veinte usuarios residen o son naturales de Carballo. Estas cifras se corresponden a «altas nuevas», porque esta entidad sin ánimo de lucro de ámbito autonómico ofrece orientación laboral y asesoramiento personalizado a mucha más gente.
Este proyecto, surgido en el año 1999 en Vigo, es visible gracias a seis técnicas: tres profesionales que atienden al programa de reinserción de presos, encabezadas por la coruñesa nacida en Salamanca. Rosaura Romo, quien cuenta con la colaboración de las educadoras sociales Ana Suárez, de Ponteceso, y Ángela Criado, de Carballo. Entre ellas y dos personas adscritas al denominado programa de calle y una orientadora laboral completan el grueso de la plantilla.
Rosaura Romo, máxima responsable del plan de orientación destinado a reclusos, explicó que uno de los graves problemas a los que se enfrenta un delincuente es el del perdón y la aceptación por parte de la sociedad: «En A Coruña es algo más fácil la integración social y también la búsqueda de oportunidades de empleo porque la gente no se suele conocer». Algo que, a su juicio, no sucede en Carballo. La población reclusa procedente de Carballo «es muy representativa» en la cárcel de Teixeiro: «Es gente muy joven, con fuertes vínculos asociados a la marginalidad. Son chavales que, por lo general, nacen ya excluidos socialmente porque ya lo fueron en su día sus padres, sus abuelos…». Algo que no sucede, por ejemplo, en A Coruña, donde no existe esa diferencia tan acusada entre lo que es el núcleo urbano y el extrarradio.
Según esta experta en inserción laboral, en lo que respecta al perfil de delincuente de Carballo que trata de reinsertarse en el mercado laboral no se puede extrapolar a otras localidades: «Nos hemos encontrado con penados de sesenta años con serios problemas de alfabetización, pero en el caso de la delincuencia de Carballo hablamos de chavales de apenas veinte años. Muchos carecen de capacidades y habilidades sociales. Nadie les ha enseñado nada. Muchos nacieron en la confrontación, en la diferencia entre ser del centro de Carballo y de las afueras».
De ahí el papel que juegan entidades como la Fundación Érguete: «El mercado laboral debería ser ese nexo de integración social, por eso trabajamos mucho y hacemos hincapié en las capacidades y habilidades personales y laborales, en cuestiones relacionadas con la autoconfianza, el autocontrol, el trabajo en equipo y en la toma de decisiones», dijo Rosaura Romo. Pero lo que buscan los 200 privados de libertad que acuden a Érguete es una salida del túnel de la incomprensión. Solo desean que se les escuche, que empaticen con ellos, que entiendan lo que les pasa, que comprendan el entorno del que vienen y, sobre todo, quieren un futuro mejor. Salir de la espiral de la delincuencia, pero también, y lo más importante, buscar fórmulas para no recaer: «Para nosotros es un éxito que un chaval salga adelante, que encuentre un trabajo, pero también lo es, por ejemplo, que en determinados entornos conflictivos y de desarraigo social nos encontremos a un chico que se saque el carné de conducir. Primero, porque se corta la actividad delictiva, toda vez que la mitad de los delitos están vinculados con la seguridad vial. Y segundo, con el carné de conducir se les abre una oportunidad laboral porque acceder a un puesto de trabajo conlleva tener el permiso de conducir».
La entidad sin ánimo de lucro estudia coger un local en la capital de Bergantiños
Como representantes del programa de reinserción laboral y social de penados en régimen de semilibertad y de personas en proceso de excarcelación, Rosaura Romo, Ana Suárez y Ángela Criado estudian la posibilidad de que la Fundación Érguete tenga un centro de trabajo estable en la capital de Bergantiños: «Nosotros trabajamos de forma directa con el colectivo, por lo que los centros penitenciarios, y en concreto, el de Teixeiro son nuestros lugares habituales de trabajo, además de nuestra sede en la avenida de Arteixo de A Coruña. Pero también somos conscientes de que tenemos que trabajar de forma directa con los entornos en los que se mueven los reclusos fuera de la cárcel, teniendo en cuenta que la población reclusa de Carballo es muy importante en estos momentos», argumentó Rosaura Romo.
Se trataría de una especie de trabajo de campo en el que poder analizar y estudiar in situ aspectos sociológicos y laborales de los usuarios de Érguete «con el fin de analizar y normalizar las relaciones familiares y afectivas, amistades, y el entorno laboral en el que se desenvuelven estas personas, y estudiar también lo que les ofrece el mercado laboral a los usuarios de Érguete».
Mientras la entidad estudia la posibilidad de desembarcar en Carballo, la Fundación Érguete lleva a cabo iniciativas como la que se retomará entre el próximo lunes, día 8, y el miércoles 17. Los orientadores laborales llevarán a cabo actividades encaminadas a mejorar la empleabilidad y competencia personales de los participantes, diez personas en total, con vistas a su inserción laboral y social, facilitando así su integración en la comunidad.
Comments