NOTICIAS: 14.03.2021
Todos los expertos inciden en que no hay que probar ni una gota de alcohol durante la gestación, ya que atraviesa la barrera placentaria en minutos. Lo que bebe la madre, le llega al bebé y puede ocasionar diversos trastornos en el feto, como retraso mental (la causa genética más frecuente).
Sin embargo, parece necesario insistir en el tema, ya que se estima que más de una tercera parte de las mujeres consumen alcohol durante el embarazo, algo a menudo normalizado pues se cree que una pequeña cantidad no afecta al bebé.
De hecho, una reciente investigación de la Universidad de Sevilla ha evaluado el consumo de alcohol en las embarazadas y sus factores determinantes. Los datos obtenidos corroboran que el consumo de alcohol en nuestro contexto social puede ser superior al normalmente percibido por los profesionales y las instituciones sanitarias.
Hay mujeres más propensas a beber alcohol
El estudio de la Universidad de Sevilla ha señalado también qué mujeres son las más propensas a mantener la ingesta de alcohol estando embarazadas: las que con anterioridad consumían frecuentemente, las que han tenido más hijos, las de menor nivel educativo, las que no tienen pareja y las que tienen un menor riesgo percibido al consumo de vino en la gestación.
Por eso, la investigadora Isabel Corrales de la Universidad de Sevilla, señala la importancia de que “los programas institucionales de prevención de la exposición prenatal al alcohol se dirijan específicamente a estos colectivos de mujeres”:
“Una cuarta parte de las entrevistadas (24,6%) declaró haber consumido alcohol en algún momento de la gestación anterior al momento de la entrevista”.
Se ha constatado, además que parte de las embarazadas tienden a infradeclarar el consumo real. Por eso, además del cuestionario que se facilitó a las mujeres en la semana 20 de embarazo de Sevilla, los investigadores van a utilizar biomarcadores como futura línea de investigación, que permitirán establecer una estimación más precisa de la ingesta de alcohol en el embarazo.
Medidas de prevención para evitar el Síndrome Alcohólico Fetal
A pesar de que hay frecuentes campañas sobre los efectos del Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) en los bebés, muchas son las mujeres embarazadas que no dejan de beber. Según la OMS, mientras el alcohol sea accesible, asequible y socialmente aceptable, la labor de prevención es ardua.
En España, el Ministerio de Sanidad y Consumo en su página web lanza un claro mensaje a través de un folleto informativo a favor de la abstención del consumo de alcohol durante la gestación. En dicho folleto se exponen las posibles complicaciones, informa de que no existe un periodo del embarazo en el que se pueda ingerir alcohol sin riesgo e indica que no hay dosis mínima segura y establece que hay una relación dosis-efecto.
Además, orienta a la gestante a cómo debe actuar (informando a su médico de atención primaria y tocólogo) si ha tomado alguna bebida alcohólica en el periodo preconcepcional, sobre todo en el periodo desde que se queda embarazada hasta que realmente es consciente de ello.
Muchos son los trastornos del SAF, que en España afecta a dos de cada mil recién nacidos vivos. Se ha convertido en la segunda causa de retraso mental y en los casos de mayor gravedad se puede producir la muerte fetal. Otros trastornos asociados con este espectro son malformaciones, alteraciones del aprendizaje, del sueño y del comportamiento, dificultades en la succión…
La investigadora añade su estudio sugiere que «el consejo sanitario adecuado no llega de manera efectiva a una amplia proporción de las gestantes, en particular a las de menor nivel educativo”.
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