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Las asociaciones antitabaco piden celeridad al Gobierno para aprobar el plan prometido

NOTICIAS: 31.05.2022

Reclaman también una ley integral para antes de que acabe la legislatura

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MADRID. Para este Día Mundial Sin Tabaco tampoco habrá visto la luz la nueva estrategia para luchar contra el tabaquismo y que el Gobierno consulta con las asociaciones y sociedades científicas desde finales del año pasado. Han pasado ya once años desde que se aprobara la última ley del tabaco y se prohibiera su consumo en espacios interiores, y ahora los esfuerzos se prevén en espacios exteriores.

 

En esta nueva estrategia se incluyen medidas para restringir el consumo en espacios al aire libre y, por primera vez, en el vehículo privado, tal y como contó el pasado mes de diciembre este periódico. La intención del Ministerio de Sanidad es que no se fume en los coches y tampoco en exteriores con entornos sensibles como las zonas de juego infantil.

La nueva estrategia no especifica en qué espacios se prohibiría fumar, aunque las asociaciones de lucha antitabaco llevan años solicitando que se regule el consumo en terrazas de bares, estadios de fútbol y otros recintos deportivos al aire libre e incluso en playas o piscinas.

El documento que ha diseñado Sanidad se limita a explicar que las nuevas medidas permitirán avanzar en la «creación de más lugares sin humo en exteriores» para que «España vuelva a ser pionera como ya lo fue en la ley de 2010», cuando se borró el tabaco de la hostelería.

«Ya tenemos que correr»

«Aún estamos esperando que se publique el plan nacional de tabaquismo. Nos gustaría que fuera el germen de lo que será la nueva ley del tabaco. El gobierno se comprometió a sacar adelante el plan integral e incluso la nueva ley del tabaco, agilizándola para antes de acabar la legislatura y sabemos que acaba a finales del año que viene. Ya tenemos que correr», se lamenta Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).

Desde el CNPT, una de sus reivindicaciones con respecto al plan tiene que ver con la memoria económica, pero también reclaman una «gobernanza única» que recaiga en manos del Ejecutivo y en este caso, en Presidencia. En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 10 de mayo el anteproyecto de ley del mercados de tabacos y otros productos relacionados, que iguala el cigarrillo tradicional a la nuevas formas de consumo, como pueden ser por ejemplo los cigarrillos electrónicos. El texto, sometido ahora a información pública, contempla también la venta exclusiva de todos estos productos en los estancos así como la neutralidad de la red de expendedurías como pilar del monopolio de la venta minorista.

En opinión de Zamorano, el Gobierno todavía podría ir un paso más allá y subir el precio de todos los productos del tabaco y derivados: «Proponemos subir el precio del tabaco al menos como mínimo a 10 euros -y llegar incluso hasta los 20- para dejar de ser el estanco de europa«. El segundo aspecto en el que trabajan es en limitar el humo ambiental del tabaco, porque »nadie debería fumar en ningún sitio donde haya personas cerca, ya sea un estadio de fútbol, un concierto o cola para comprar lotería«. De hecho, un informe que se expone este martes por la epidemióloga Mónica Pérez Ríos señala que de las 69.000 muertes anuales que provoca el tabaco en España, alrededor de mil de ellas se producen entre fumadores pasivos.

Un mercado descontrolado

También para la asociación nofumadores.org existen grandes temas a los que España «llega tarde». «Todos estos años en los que no ha habido movimiento legislativo han servido a la industria del tabaco para introducir en el mercado sus productos novedosos y no por ello inocuos, con estrategias muy agresivas y especialmente para los más jóvenes», se lamenta Raquel Fernández, presidenta de la asociación. A corto plazo defienden además de la subida de los precios, también la equiparación legal de todos los productos novedosos con el trabaco tradicional, a nivel fiscal, publicitario y los lugares donde se puede consumir.

A medio plazo, desde nofumadores.org, piden, por una parte, la reconversión de la industria y de las familias que se dedican a la producción de tabaco. Por otra, apuestan como una medida «fundamental» que la sociedad se plantee la abolición de la venta, tal y como han hecho ya algunos países como Nueva Zelanda y Dinamarca, donde no estará permitida la venta nunca a los nacidos más allá de 2010 para conseguir las primeras generaciones sin humo.

 

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